Así es 'Grogu y los hollines', el corto de 'Star Wars' desarrollado por Studio Ghibli

La estrella de 'The Mandalorian' protagoniza una colaboración muy especial entre Lucasfilm y el estudio japonés.
Imagen de 'Grogu y los hollines'
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Disney
Imagen de 'Grogu y los hollines'

A principios de esta semana la cuenta oficial de Studio Ghibli, el estudio de animación más famoso de Japón y uno de los más prestigiosos del mundo, anunció algo nuevo. Coincidía con la reciente apertura del Parque Ghibli, y pasados unos dos años de su último estreno en cines, Earwig y la bruja, desarrollado íntegramente en 3D. Lo llamativo del anuncio era que nacía de una colaboración con Lucasfilm, factoría responsable de Star Wars bajo el control de Disney, sin que entonces se especificara en qué consistía. Hoy sabemos que se trata de un corto de animación producido por Ghibli y ambientado (más o menos) en el universo de George Lucas, y lo sabemos gracias a que dicho corto ya está disponible en Disney+.

Su título es Grogu y los hollines, como descripción ajustada a lo que sucede en la pieza. Son apenas tres minutos de duración donde nos reencontramos con la estrella de The Mandalorian, mejor conocida como Baby Yoda, mientras se encuentra meditando. Entonces es interrumpido por los llamados “espíritus del hollín”, que seguramente les resulten familiares a los fans de Studio Ghibli. Y es que estos yokais, creados por Hayao Miyazaki, han aparecido tanto en Mi vecino Totoro como en El viaje de Chihiro, dos de las películas más populares del estudio japonés, de forma que Grogu y los hollines supone una suerte de crossover entre Star Wars y el imaginario de Studio Ghibli. Naturalmente, Grogu y los llamados Susuwatari aprenden a llevarse bien a lo largo del corto.

Lo más reseñable de la pieza es que está animada a mano, con un encantador uso minimalista del 2D y música zen a cargo de Ludwig Göransson (compositor, precisamente, de la banda sonora de The Mandalorian). El director de Grogu y los hollines resulta ser uno de los animadores más veteranos de Ghibli: se trata de Katsuya Kondo, histórico diseñador de personajes que en 2010 realizó una pieza de estilo similar, Nissin Sheifun. Entonces se trataba de un corto publicitario, y es lo que no deja de ser Grogu y los hollines; pues la pieza es, básicamente, una celebración de los tres años de existencia de Disney+. Lo que tampoco quiere decir que el vínculo de Star Wars con el anime sea anecdótico.

Hay un precedente clave de Grogu y los hollines, y este es el proyecto Star Wars Visions. En Disney+ también puedes ver esta antología de cortos animados, que Lucasfilm produjo junto a siete estudios japoneses. El resultado: nueve piezas de estilos muy distintos donde han participado Studio Trigger o el prometedor cineasta Kenji Kamiyama. “El objetivo de Visions siempre fue ser un auténtico anime japonés. Queríamos que fuera una verdadera expresión de estos creadores individuales”, declaró en su momento el productor James Waugh. “Estaban creando historias y conceptos que sólo podían provenir de su perspectiva cultural única”.

Tanto Grogu y los hollines como Star Wars Visions demuestran una voluntad de Lucasfilm por experimentar con la animación japonesa, de la que seguro que en un futuro próximo tendremos nuevas manifestaciones. El corto llega cuando Andor, la serie más reciente de Star Wars en acción real, se encuentra en emisión, mientras en el horizonte se divisan otras series como Ahsoka o The Acolyte y la división cinematográfica sigue sin tener muy claro qué hacer, con proyectos tempranos a manos de Taika Waititi, Patty Jenkins o Shawn Levy.

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