'Doctor Strange en el multiverso de la locura' le ha fallado a Wanda

El personaje de Elizabeth Olsen ha experimentado una evolución, cuanto menos, polémica.
Elizabeth Olsen en 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'
Elizabeth Olsen en 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'
Disney
Elizabeth Olsen en 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE BRUJA ESCARLATA Y VISIÓN Y DOCTOR STRANGE EN EL MULTIVERSO DE LA LOCURA]

“Ni siquiera he visto toda Bruja Escarlata y Visión, solo momentos clave de algunos episodios que me han dicho que tienen un impacto directo en la trama”, cuenta Sam Raimi, detallando su experiencia previa con Marvel Studios antes de entrar a dirigir Doctor Strange en el multiverso de la locura. Gracias a su trilogía de Spider-Man, Raimi está considerado como uno de los padres del género superheroico tal y como lo entendemos en la actualidad pero (por mucho que además sea un amante declarado de estos personajes) eso no significa que se conozca al dedillo cada giro del Universo de Kevin Feige. Las series no tienen por qué interesarle. Incluso aunque, en el caso de la secuela de Doctor Strange, Bruja Escarlata y Visión parezca ser tan básica en su argumento.

Doctor Strange en el multiverso de la locura ya está en cines, y es posible que muchos espectadores tengan presente estas palabras según descubran qué sucede con Wanda Maximoff, protagonista de Bruja Escarlata y Visión que encarna como es habitual Elizabeth Olsen. El próximo estreno del MCU se ha cuidado de no filtrar ningún aspecto detallado del argumento más allá de que Wanda iba a ser coprotagonista junto al susodicho Stephen Strange (Benedict Cumberbatch), y en efecto es así… pero no del modo que podríamos haber esperado teniendo en cuenta la trayectoria del personaje, y particularmente lo visto en Bruja Escarlata y Visión. ¿Es justo lo que ha pasado con Wanda? ¿Contradice lo expuesto en la serie de Marvel Studios que mejor ha sido recibida hasta ahora?

Recuerdos de Westview

Sí, Wanda es la villana de Doctor Strange en el multiverso de la locura. Ya había pistas en los tráilers pero preferíamos centrarnos en la escena donde Strange pedía la ayuda del personaje de Olsen, intuyendo que ella y el hechicero iban a colaborar con América Chávez, debutando en el MCU con el rostro de Xochitl Gómez. Finalmente no ha sido así, y esta escena de “reclutamiento” en realidad es aquella donde Wanda desvela sus intenciones: quiere capturar a América y controlar sus poderes, que no son otros que la habilidad de desplazarse entre universos. Así es como espera reunirse con sus hijos Bill y Tommy (Julian Hilliard y Jett Klyne).

Un momento, ¿pero estos niños existen? Hasta ahora y según lo visto en Bruja Escarlata y Visión pensábamos que eran creación de Wanda (en el sentido mágico, no reproductivo, del término), pero según completaba su transformación en Bruja Escarlata y echaba mano del Darkhold (un siniestro y poderosísimo libro de hechizos), esta descubrió que sus hijos eran reales en alguno de los miles de universos que la rodeaban. Con los poderes de América, Wanda podría desplazarse al universo indicado y sustituir a la Wanda de dicho universo para reunirse con su familia; eso sí, sin contar con Visión (Paul Bettany). La Bruja Escarlata es, pues, el villano de quien han de huir Strange y América a través de varias realidades.

Wanda junto a sus hijos
Wanda junto a sus hijos
Disney

No es necesario detallar cómo culmina la película salvo lo previsible: el destino de Wanda es forzosamente trágico. Como cabría esperar desde el mismo momento en que desvela su traición, la Bruja Escarlata terminará arrepintiéndose y sacrificándose para enmendar todas sus fechorías, concluyendo definitivamente un arco marcado por las pérdidas, las maldades… y precisamente esa redención que pensábamos que ya había encontrado hacia el final de Bruja Escarlata y Visión. Porque, si Doctor Strange 2 puede llegar a causar cierta extrañeza, es porque tampoco le da mucha importancia a lo visto en la serie anterior de Disney+.

Hagamos memoria. Bruja Escarlata y Visión tiene lugar después de Vengadores: Endgame, cuando Wanda ha sido traída de nuevo a la vida pero ha descubierto que su amado Visión no ha regresado con él: el sintezoide murió a manos de Thanos antes de su famoso chasquido, así que por mucho que los Vengadores lo revirtieran, Visión iba a seguir muerto y bien muerto. Era la enésima muerte de un ser amado que sufría Wanda, tras la pérdida de sus padres y su hermano Pietro (Evan Peters) en La era de Ultrón, por lo que la hechicera se refugiaba en una realidad alternativa diseñada por ella. Una realidad ambientada en Westview, y muy similar a todas las sitcoms que había ido viendo desde niña.

Wanda convertida en Bruja Escarlata
Wanda convertida en Bruja Escarlata
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El hechizo de Wanda no era inocente, pues para poder reunirse con Visión y unos hijos creados expresamente tuvo que someter a todo un pueblo y obligarles a participar en esta serie demencial. Bruja Escarlata y Visión narraba cómo poco a poco Wanda salía de su ensimismamiento, ayudada por la comprensión de Monica Rambeau (Teyonah Parris) e involuntariamente también por su enemiga Agatha Harkness (Kathryn Hahn), que además le desvelaba su destino como Bruja Escarlata y le conducía al Darkhold para que desatara su poder. En el enfrentamiento, Agatha le recordaba a Wanda que “los héroes no torturan a la gente”. Y Wanda decidía despedirse de su familia por el bien de todos.

Bruja Escarlata y Visión era una serie que exploraba, con una madurez sorprendente para los estándares de Marvel Studios, el duelo. A lo largo de sus episodios nos mostraba a una protagonista que comprendía lo egoísta que estaba siendo al lidiar con su pérdida, y que en el último momento decidía afrontarla por otros medios, más saludables y heroicos. Concluía de forma triste, con Wanda marchándose de Westview, y envuelta en encendidas discusiones en Internet acerca de la maldad de esta Bruja Escarlata. Era fácil rebatir estos argumentos porque el personaje, sobre el final, parecía entender su error, y eso le libraba de ser una villana.

Pero en Doctor Strange en el multiverso de la locura ya no hay excusas.

Los peligros del Darkhold

Es cierto que, en la escena poscréditos de Bruja Escarlata y Visión, había razones para sospechar. Wanda reaparecía en posesión del Darkhold, aprendiendo sus hechizos, y entonces escuchábamos las voces de sus hijos, atrapados en alguna realidad. La escena encaja con Doctor Strange 2, donde la angustia de Wanda por estar con Bill y Tommy marca cada uno de sus actos. Ahora bien, todo apuntaba a que había aprendido la lección antes: por mucho que quisiera una familia, lo suyo era que este deseo no condujera al sufrimiento de inocentes.

La Wanda de Doctor Strange 2 no ha aprendido esa lección. El personaje de Olsen ha aumentado de hecho su maldad. Es un monstruo asediado por la pérdida y la rabia, que Raimi visualiza en todo momento como una presencia terrorífica (casi zombificada, como en una memorable secuencia de acción). Wanda, al parecer poseída por el espíritu de la Bruja Escarlata y seducida por el poder del Darkhold, ha olvidado el sufrimiento que infligió en Westview y a lo largo de El multiverso de la locura no duda en acabar con la vida de multitud de inocentes, en su mayoría hechiceros que tratan de ayudar a Strange, América y Wong (Benedict Wong).

Fotograma de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'
Fotograma de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'
Disney

Esta decisión bien podría molestar a quienes empatizaron con Wanda en películas previas, o disfrutaron genuinamente de Bruja Escarlata y Visión como uno de los títulos más logrados de la factoría. Más allá de que tengan razón, o de que puedan sobreponerse gracias a que Doctor Strange 2 es una película estupenda, esto nos conduce a dos escenarios de desigual interés, y no demasiado alentadores. Por un lado, hay que reparar en la simpleza a la que ha terminado viéndose abocada Wanda: no es que haya tenido nunca una gran agencia como personaje, pero todo lo ocurrido desde La era de Ultrón la ha limitado a ser una mujer que no hace otra cosa que sufrir pérdidas. Que se regodea en ellas.

Posibles conclusiones

La simpatía que siempre ha podido despertar Wanda se ha debido a su aura trágica, replicada de unas viñetas donde ya asistimos a una transformación similar en villana. En Vengadores desunidos, arco de 2004, Wanda se enfurecía con los Vengadores por motivos similares a los de El multiverso de la locura. Que haya precedentes no excusa, sin embargo, el escaso desarrollo que ha tenido como personaje, y la tesitura tan ingrata en la que le ha dejado su última película. No solo es que Wanda sea víctima del control de fuerzas malignas; es que lo único que le define es ser una madre sufriente, empujada a la locura tras haber enviudado. Y perder a un hermano. A Wanda, vaya, solo le define su relación con los hombres. No tiene entidad propia.

Son entendibles las alabanzas que ha recibido Olsen en Doctor Strange 2 porque la actriz tiene un oficio indudable, pero no deberíamos confundir este oficio con disponer de un personaje a la altura. Wanda no lo es, nunca lo ha sido, e incluso resulta que la serie donde se mostraba indicios de que podía serlo tampoco ha logrado pasar de lo anecdótico. Es el segundo escenario al que nos referíamos antes: el tratamiento que hace Doctor Strange en el multiverso de la locura del recuerdo de Bruja Escarlata y Visión nos lleva a la conclusión de que las series tienen una relevancia mínima en los planes de la cúpula de Kevin Feige.

Wanda ha resultado ser la gran amenaza de 'Doctor Strange 2'
Wanda ha resultado ser la gran amenaza de 'Doctor Strange 2'
Disney

Doctor Strange 2 era la primera película de la Fase 4 a la que no le quedaba otra que rendir cuentas a una serie previa, debido al regreso de Wanda, como a Capitán América 4 no le quedará otra que rendir cuentas a Falcon y el Soldado de Invierno y a The Marvels hacer lo propio con Ms. Marvel (estreno este 8 de junio). Pero estas cuentas se han limitado, en la película de Raimi, a un par de menciones ligeras a Westview y a la presencia de los gemelos. ¿Eran necesarios nueve episodios para conducirnos a esta Wanda arrasada por la pérdida? No, porque el arco psicológico de estos nueve episodios ha quedado reducido a la nada.

Con esta conclusión nos vamos a quedar, pues. Parece que, si mantenemos nuestro interés en el macroproyecto de Marvel Studios, no es necesario verse cada serie que saquen. El final de Loki prometía un gran lío en el multiverso, pero nada de lo ocurrido en ella ha afectado al lío correspondiente de Doctor Strange 2 (tampoco lo hizo con el de Spider-Man: No Way Home). Puede que las consecuencias de Loki se limiten, en fin, a la segunda temporada de Loki. O puede que no, que en algún punto realmente las series pinten algo entre las películas de la franquicia. Hasta entonces parece que podemos estar tranquilos, aunque duela que Wanda se haya tenido que sacrificar en pos de esa tranquilidad.

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