'Escena del crimen: Desaparición en el hotel Cecil': Netflix investiga el truculento caso de Elisa Lam

Joe Berlinger vuelve al ascensor cuya cámara de seguridad grabó el extraño comportamiento de la joven Elisa Lam antes de morir.
Elisa Lam en el ascensor
Elisa Lam en el ascensor
Netflix
Elisa Lam en el ascensor

Los documentales true crime causan furor y de eso Joe Berlinger sabe mucho. Por algo es el autor de uno de los títulos clave del género, Paraíso perdido: los asesinatos de los niños de Robin Hood Hill (1996) y sus dos secuelas, sobre los juicios contra tres adolescentes acusados de asesinar y mutilar a tres niños de la localidad de West Memphis (Arkansas, EE UU). 

Un par de décadas después –y tras adentrarse en la ficción con películas como Extremadamente cruel, malvado y perverso (2019), donde Zac Efron interpretaba al asesino en serie Ted Bundy, a quien Berlinger también dedicó la docuserie Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy (2019)–, el director sigue especializado en este tipo de material.

El 10 de febrero Netflix estrena Escena del crimen: Desaparición en el hotel Cecil, su manera de adentrarse en uno de los sucesos más escalofriantes de los últimos años: la desaparición y muerte de Elisa Lam en el hotel Cecil de Los Ángeles. Esta joven canadiense de 21 años desapareció sin dejar rastro en las instalaciones del establecimiento hostelero, situado en pleno centro turístico de la ciudad. Más de dos semanas después su cadáver apareció en uno de los depósitos de agua del hotel.

Un vídeo inquietante en el ascensor

La muerte de Elisa Lam es un caso sin resolver, ya que nunca se llegó a una conclusión sobre las circunstancias de su muerte. La estudiante, que había sido diagnosticada con trastorno bipolar y depresión, tenía previsto abandonar el hotel Cecil el día 31 de enero de 2013. Al no acudir a hacer el check-out, ni estar en su habitación, donde todas sus pertenencias estaban desordenadas, ni haber contactado con su familia como hacía cada día, surgieron las preocupaciones y se inició su búsqueda.

Fue el 15 de febrero cuando la historia pegó un vuelco inquietante. El Departamento de Policía de Los Ángeles difundió un vídeo grabado por la cámara de seguridad de uno de los ascensores del hotel Cecil la noche del 30 de enero. Eran las últimas imágenes que se tenían de Elisa Lam antes de su repentina desaparición y resultaban tremendamente desconcertantes. 

El vídeo no tardó en viralizarse por internet. Resultaba difícil de explicar el comportamiento que mantenía la joven. Entra en el ascensor agitada, selecciona varios pisos a la vez, se pega a una de las esquinas, se asoma constantemente por la puerta que da al pasillo del hotel, mirando a ambos lados como si estuviera huyendo de alguien, entra y sale del ascensor mientras hace extraños movimientos con los brazos...

Este metraje de la cámara de seguridad corrió por la Red, sumando millones de visualizaciones y generando las más variopintas teorías a su paso para explicar el comportamiento de la joven. Hubo unas cuantas racionales (un brote psicóptico, el efecto de una droga alucinógena de la que, sin embargo, luego no se encontraron restos en su cuerpo) y, por supuesto, muchísimas irracionales (posesión demoniaca, persecución de fantasmas, cualquier ocurrencia con capacidad de generar RTs), además de fuertes sospechas sobre si el vídeo había sido editado.

La macabra conexión con 'Dark Water'

La mañana del 19 de febrero se encontró el cuerpo sin vida de Elisa Lam dentro del depósito de agua del hotel, de donde salía el suministro para las habitaciones, la cocina y la cafetería; se inspeccionó después de notar un descenso en la presión del agua. 

La autopsia dictaminó que la joven había muerto ahogada, aunque dejaba sin resolver cuestiones como de qué manera pudo llegar a la azotea del hotel, cerrada a todo el mundo salvo empleados del establecimiento, o incluso meterse dentro del depósito –donde su cuerpo apareció desnudo, con la ropa que llevaba en el vídeo del ascensor flotando a su alrededor–, lo que permitió que las elucubraciones en torno al trágico suceso continuaran, sin poder decantarse por accidente, suicidio o asesinato.

Las similitudes de lo ocurrido con la película de terror Dark Water (2002), del cineasta japonés Hideo Nakata (director de The Ring), en la que también juega un papel importante el desvencijado ascensor de un bloque de apartamentos y se encuentra el cadáver de una joven ahogada en el depósito de agua del edificio, contribuyeron a que la desaparición de Elisa Lam siguiera generando inquietud y leyendas a su alrededor.

El Hotel Cecil, abierto en 1927 y casi desde entonces portador de una truculenta leyenda negra por su historial de suicidios durante la Gran Depresión y las décadas siguientes, volvió de esta manera al centro de las conversaciones entre los fans de lo lúgubre y truculento. Aunque el establecimiento cambió su nombre como Stay on Main, le persiguen esos y otros hechos como que Elizabeth Short (la Dalia Negra) fuera cliente del bar antes de su asesinato en 1947 o haber alojado al asesino en serie Richard Ramirez durante los años 80. La enigmática desaparición y muerte de Elisa Lam cierra ahora mismo la larga lista de sucesos.

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