'El señor de los anillos: Los anillos de poder' episodios 1 y 2: comenzamos a descubrir el pasado de la Tierra Media

De los reinos élficos a las minas de Moria, la serie de Prime Video arranca sin escatimar en gastos. 
Imagen de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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Imagen de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.

SPOILERS de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder' eps. 1 y 2

Pues ya estamos aquí: para deleite de algunos y enfado de otros, El señor de los anillos: Los anillos de poder llega por fin a Prime Video para mostrarnos la Segunda Edad en toda su gloria. Y sin permitirnos recurrir a los libros como hoja de ruta, además, puesto que la serie solo ha podido adaptar la obra de J. R. R. Tolkien en líneas muy generales, por cuestiones de derechos. 

La serie regida por Patrick McKay y John D. Payne, con el español Juan Antonio Bayona como director, nos presenta tanto a personajes ya conocidos como a los ancestros de otros que hemos acabado conociendo bien. Te resumimos el arranque de la historia. CONTIENE SPOILERS.

Episodio 1: una sombra del pasado

Para su comienzo, Los anillos de poder apuesta por llevarnos al pasado lejano. O lejanísimo, porque el prólogo de este episodio nos muestra los días felices de los elfos en el reino sobrenatural de Valinor. O no tan felices: como vemos, una Galadriel aún niña sufrió el bullying de sus amigos elfitos debido a su afición por construir navíos-cisne de papel. 

Por suerte, la futura hechicera de Lothlórien contó con el apoyo de uno de sus hermanos (tal vez el buenazo de Finrod Felagund, pero su nombre no llega a oírse en la serie), quien le transmitió una importante reflexión: "Las rocas se hunden porque siempre miran hacia abajo". 

Es entonces cuando una de las elipsis más largas de la historia del audiovisual nos lleva unos cuantos miles de años hacia adelante: tras la caída de Valinor a manos de Melkor (el equivalente de Satán en la Tierra Media) y de su esbirro Sauron, los elfos se han visto atrapados en una guerra interminable contra las fuerzas del mal. Para colmo, una Galadriel encarnada ya por Morfydd Clark ha perdido a su hermano en la batalla.

Galadriel (Morfydd Clark) y su hermano en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Galadriel (Morfydd Clark) y su hermano en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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De esta manera, nuestra elfa favorita reaparece como una guerrera propulsada por una insaciable sed de venganza. Hasta tal punto es así, que lleva a sus hombres en una expedición hacia el helado norte en busca de ese Sauron al que todo el mundo ya da por muerto a estas alturas. 

Lo que es al futuro señor oscuro de Mordor, no lo encuentra, pero sí una encerrona que está a punto de cargarse a toda su tropa… y también un enigmático símbolo que reacciona ante la sangre.

De vuelta en el reino élfico de Lindon, nos encontramos a la versión juvenil de otro viejo conocido: Elrond (Robert Aramayo). El futuro suegro de Aragorn es todavía un político joven y ambicioso encargado de escribirle los discursos al rey Gil-galad (Benjamin Walker), aunque sus congéneres no le dejan participar en la toma de decisiones. Si esto se debe a sus orígenes mestizos (recordemos que Elrond es hijo de un elfo y una humana), no se nos dice. 

Robert Aramayo como Elrond en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Robert Aramayo como Elrond en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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Pese a las advertencias de Galadriel, Gil-galad decide dar por terminada la guerra. Y no solo eso: también le tiene reservada a su mejor capitana un viaje sin billete de vuelta a las Tierras Imperecederas, el lugar en el que los elfos pueden vivir para siempre en la presencia de los Valar (equivalentes, más o menos, a los dioses). Ella, no hace falta decirlo, tiene dudas al respecto. 

Mientras tanto, hemos conocido al elfo Arondir (Ismael Cruz Cordova), miembro de una guarnición que vigila los terrenos antiguamente ocupados por Sauron. A la población humana de la zona, tener que responder ante fisgones de orejas puntiagudas no le hace ni maldita la gracia, pero una curandera que atiende por Bronwyn (Nazanin Boniadi) es más parcial al respecto, sobre todo porque Arondir y ella mantienen un romance prohibido. 

Pero dicho romance está en peligro, porque los superiores de Arondir han decidido que su retirada de las Tierras del Sur es inminente. Para colmo, investigando el presunto envenenamiento de unos pozos en las cercanías, la pareja se encuentra con una inquietante novedad: los orcos están regresando. Ya les ha dado tiempo para arrasar la vecina aldea de Hordern, y está claro que solo es el principio.

Ismael Cruz Córdova como Arondir en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Ismael Cruz Córdova como Arondir en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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A esto debemos sumar que Theo (Tyroe Muhafidin), el hijo de Bronwyn, se enfrenta a los rumores sobre la relación de su madre con un "puntiagudo"... y, además, encuentra una espada rota de inquietante aspecto. Como estamos en la Tierra Media, ya sabemos lo que significan las reliquias de tiempos remotos que aparentemente no sirven para nada: desastre en ciernes. 

Ahora es el momento de conocer a los pelosos, esos ancestros de los hobbits que, de momento, llevan una vida nómada, centrada en evitar al resto de especies y ponerse como el quico. Claro que siempre hay excepciones, como la de Nori Brandipie (Markella Kavenagh). 

Pese a los esfuerzos de su clan en general, y de su amiga Poppy (Megan Richards) en particular, esta joven pelosa es mucho más audaz y fisgona que sus congéneres. Sus deseos de aventuras se verán (demasiado) satisfechos cuando vea caer un meteorito del cielo: en el cráter dejado por el bólido, Nori y Poppy encontrarán a un señor de aspecto avejentado y en cueros vivos. Se trata del Extraño (Daniel Weyman), y mejor no especulamos demasiado sobre su identidad.

Nori (Markella Kavannagh) y Poppy (Megan Richards) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Nori (Markella Kavannagh) y Poppy (Megan Richards) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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A todo esto, ¿qué ha pasado con Galadriel? Pues que su viaje más allá de los Puertos Grises ha resultado parecerse más a un suicidio colectivo en plan La fuga de Logan. Poco ansiosa por comulgar con la divinidad, la guerrera elfa decide lanzarse al agua y echar a nadar: ella tiene muchos asuntos que resolver en este mundo antes de pasar al siguiente. 

Conforme vamos asistiendo al cierre de las distintas tramas de este episodio, Gil-galad se lleva un grave susto en su palacio de Lindon: los árboles de su dominio están perdiendo las hojas, y, para colmo, estas al caer presentan una extraña putrefacción acelerada. ¿Será verdad eso de que la Sombra está regresando? Pues va a ser que sí…

Episodio 2: a la deriva

La decisión de Galadriel al final del primer capítulo fue, si bien épica, un tanto impulsiva: a nuestra elfa solo le queda la opción de seguir nadando, y nadando en un océano que parece no tener fin… Mientras tanto, las pelosas Nori y Poppy hacen lo que pueden para ayudar al Extraño y evitar que el resto de su tribu se percate de su presencia. 

Pero esto resulta difícil, porque la pareja tiene la misma propensión a meter la pata que heredarán Bilbo Bolsón o Peregrin Tuk en el futuro: para probarlo, podemos ver sus intentos de llevar al misterioso personaje en una carretilla, a guisa de carrito de bebé. Sumemos a esto que el vejete parece tener superpoderes, y veremos que el panorama que les espera a las pelosas es complicado cuanto menos. 

El Extraño (Daniel Weyman) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
El Extraño (Daniel Weyman) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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Arondir y Bronwyn, por su parte, prosiguen sus investigaciones en la aldea de Hordern. Algo inquietante en grado sumo, porque, si bien el lugar está arrasado hasta los cimientos, no se ven víctimas. Algo que tendrá explicación poco después: los autores de la masacre (¿se puede decir "orcos" ya?) han usado túneles subterráneos para perpetrarla. 

De este modo, mientras el elfo se queda para investigar, su amante humana parte rauda y veloz a avisar a esa misma aldea en la que sus vecinos no le dan ni los buenos días.

A continuación, un viaje diplomático de Elrond nos presenta a Celebrimbor (Charles Edwards), señor del reino élfico de Eregion y el mejor orfebre de la Tierra Media. 

Como se nos recuerda al presentárnoslo, Celebrimbor desciende de Fëanor, otro artesano de leyenda y creador de los Silmarils, joyas místicas de inigualable poder. El hecho de que Fëanor también fuese un sujeto bastante turbio, responsable de una cruenta guerra civil entre elfos (busca en Google "masacre de Alqualondë" si quieres más detalles) no parece importarle a su descendiente.  

Celebrimbor (Charles Edwards) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Celebrimbor (Charles Edwards) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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De esta manera, Celebrimbor aspira a construir una forja donde fabricar objetos de supremo poder, y además en un plazo que espantaría a cualquier contratista. Pero, para eso, necesita el know how de los enanos. Y ahí van Elrond y él, a esas minas de Khazad-dûm, también llamadas Moria, donde el futuro padre de Arwen confía pedirle un favor a su viejo amigo, el príncipe Durin IV (Owain Arthur). 

Sin embargo, el recibimiento con el que se topan en la puerta del reino subterráneo es del todo menos agradable. Tanto es así que, para entrar, Elrond debe desafiar a Durin a un duelo ritual consistente en partir pedruscos a martillazos: para los enanos, ya se sabe, cualquier momento del día es bueno para triturar rocas. 

Dejamos a Elrond y a Durin ocupados en hacer gravilla, y volvemos al campamento de los pelosos para presenciar un suceso trágico: mientras su hija Nori estaba ocupada en cuidar del Extraño, Largo Brandipié (Dylan Smith) ha sufrido un accidente que le ha lesionado un tobillo. Esto, ya de por sí grave, es todavía más siniestro si contamos con que el suyo es un pueblo nómada cuyos integrantes están obligados a viajar. 

Durin IV (Owain Arthur) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Durin IV (Owain Arthur) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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Mientras tanto, Galadriel está empezando a comprobar cómo, por muy del linaje Noldor que sea, está lejos de batir a David Meca en resistencia acuática. Menos mal que unos náufragos salen a su encuentro y la acogen en su balsa, si bien de mala gana. Entre dichos náufragos está Halbrand (Charlie Vickers), un mozo de notables prendas... con el que la elfa se quedará a solas cuando un dragón acuático mande la balsa a pique. Inserten aquí sus chistes sobre Titanic, por favor. 

A todo esto, tras haberse hecho los brazos picadillo en su duelo con Durin (el cual ha perdido miserablemente, ¿alguien lo dudaba?), Elrond descubre el motivo por el que su amigo no le quería ni ver: al elfo se le olvidó acudir a la boda del príncipe enano con Disa (Sofia Nomvete). Tras haber conocido a los hijos de la pareja, y mientras se ponen como el quico, Elrond descubre que Disa es un amor de chica, además de una experta prospectora minera cuya especialidad es "cantarle a la montaña". 

Además, por mucho que refunfuñe, Durin se ha pasado todos estos siglos cuidando de un esqueje del Gran Árbol de Lindon que le regaló Elrond, y que bajo sus cuidados se ha convertido en un hermoso arbolito. Oooh...

Halbrand (Charlie Vickers) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
Halbrand (Charlie Vickers) en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'.
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Pero sigamos adelante: mientras Jack y Rose... perdón, Galadriel y Halbrand, siguen a la deriva en una balsa minúscula, tirándose pullazos y hablando sobre el regreso de los orcos (algo en lo que, por una vez, están de acuerdo), Arondir y Bronwyn tienen sus propios problemas. Ella debe avisar a sus conciudadanos (esos mismos que no la tragan) de que los orcos están de vuelta, mientras que él investiga esos túneles donde la muerte acecha a cada paso.

Para colmo, el joven Theo ha tenido ocasión de conocer a un orco de primera mano, liquidándolo a duras penas con la espada rota que encontró en el primer capítulo. Así, mientras su madre ya tiene pruebas para demostrar que la evacuación es necesaria, vemos cómo el arma de marras parece crecer cada vez que toma una vida. Lo cual acentúa su condición de arma en absoluto mágica, siniestra o inquietante. 

Por otra parte, Durin IV ha tenido ocasión de conferenciar con su padre, el rey Durin III (Peter Mullan), quien confía más en el contenido de una misteriosa caja que en cualquier hipotética alianza con los elfos. 

Asimismo, las pelosas Nori y Poppy se topan con una nueva sorpresa en torno al Extraño: el inquietante anciano venido del espacio parece tener superpoderes (pobres luciérnagas…) que usa para transmitirles un enigmático mensaje relacionado con una constelación. 

Por último, tras haber sobrevivido a una tormenta a duras penas, Halbrand y Galadriel parecen haber llegado por fin a puerto, o eso da a entender la silueta de un buque que se detiene junto a su lancha de náufragos. ¿Habrán llegado a la prodigiosa isla de Númenor, que tendrá una importancia capital en la serie? Tendremos que esperar al siguiente capítulo para saberlo…

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