Matthew Perry pidió decir la última frase de 'Friends': "Solo me importaba a mí"

Da igual cuántos años pases desde el final de Friends; la sitcom que en los 90 cambió para siempre la historia de la televisión sigue siendo una de las series más queridas por el público. En sus 10 años de vida, la longeva apuesta convirtió a sus seis protagonistas en estrellas internacionales y sentó las bases para futuras comedias de la pequeña pantalla como New Girl o Cómo conocí a vuestra madre. 

18 años años después de su final, la serie sigue sumando adeptos entre las nuevas generaciones, toda una hazaña teniendo en cuenta la abundancia de contenido televisivo que han traído consigo las plataformas. Ahora, uno de sus actores protagonistas más carismáticos, Matthew Perry, vuelve a ser noticia por la publicación de su libro de memorias, Amigos, amantes y aquello tan terrible, en la que se abre en canal para explicar la gravedad de sus sus adicciones, así como su experiencia como Chandler Bing.

Entre las muchas anécdotas sobre el rodaje de Friends que recoge en estas páginas (vía Deadline), el actor desvela que pidió al equipo decir la última frase del capítulo final de la serie, titulado El último. "Antes del episodio final, aparté a un lado a la creadora Marta Kauffman", cuenta en el libro: "Le dije: 'Esto solo me importa a mí. Así que, ¿podría tener la última frase?'. Por eso cuando todos salimos del apartamento y Rachel sugiere ir a tomar un último café, pude bajar el telón en Friends". 

En los minutos finales del episodio en cuestión, Monica (Courteney Cox) está recogiendo todo para abandonar el icónico piso que compartió con Rachel (Jennifer Aniston) y Chandler (Perry), y el grupo de amigos deja sus llaves en la concina. Es entonces cuando Rachel propone ir a por un café y Chandler remata: "¿Dónde?". 

Se trata de una última frase muy significativa, tierna a la vez que divertida, ya que todos sabemos que los amigos se dirigían a su cafetería de confianza, Central Perk, donde llevaban compartiendo cafeína y confidencias durante una década. 

"Me encanta la cara que pone David Schwimmer mientras digo esa frase", asegura Perry en el libro: "Es la mezcla perfecta de afecto y diversión, justo lo que la serie Friends siempre había dado al mundo". 

En sus memorias, Perry también habla abiertamente sobre cómo sus adiciones fueron a más a medida que la ficción avanzaba y asegura que el apoyo de sus compañeros de trabajo fue fundamental durante aquella etapa tan dura en su vida.

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