James Gandolfini se emborrachó tanto durante el rodaje de ‘Los Soprano’ que tuvieron que encadenarlo a un árbol

Michael Imperioli, que interpretaba al sobrino de Tony Soprano, le acompañó en este alocado episodio.
Fotograma de 'Los Soprano'
Fotograma de 'Los Soprano'
HBO
Fotograma de 'Los Soprano'

Han pasado 15 años desde el final de Los Soprano, pero la serie de HBO sigue estando muy presente en la memoria audiovisual de varias generaciones, y los propios responsables tampoco están dispuestos a olvidarla. Es lo que ha dado pie tanto a The Many Saints of Newark, precuela cinematográfica de Los Soprano que se estrena este 1 de octubre, como a Talking Sopranos, un podcast que llevan a cabo desde hace tiempo Michael Imperioli y Steve Schirripa, intérpretes de Christopher Moltisanti y Bobby Baccalieri. El objetivo de este podcast es sencillo, recordar anécdotas de la grabación de cada episodio de Los Soprano, y recientemente algunas de sus revelaciones se han alineado con una sonora entrevista concedida por Baccalieri a Insider.

Según se han hecho eco tanto el programa como el medio, hubo ciertos problemillas para rodar un episodio de la cuarta temporada en el que Tony Soprano (James Gandolfini, fallecido hace ocho años) y el mismo Moltisanti debían marcharse al norte del estado de Nueva York para deshacerse de un cadáver. ¿Cómo? Arrojándolo desde un acantilado a cuyo borde los actores debían acercarse mucho, de ahí que el peligro que entrañaba la escena no hiciera sino empeorar cuando a Gandolfini e Imperioli… no se les ocurrió otra cosa que emborracharse antes. “Durante el descanso, mientras montaban las luces, Michael y Jim se bebieron una botella de whisky Wild Turkey”, contó Schirripa.

“Se emborracharon tanto que tuvieron que encadenar sus piernas a un árbol porque el equipo tenía miedo de que se cayesen del acantilado”. En Talking Sopranos Imperioli dio más detalles sobre el tema. “Fuimos al tráiler de Jim y abrimos una botella de Wild Turkey. Un par de horas después alguien llamó a nuestra puerta diciendo que teníamos que rodar, y la botella estaba vacía. Fuimos dando tumbos hacia el acantilado, teníamos que llegar al borde para tirar el cuerpo. Estábamos demasiado borrachos para darnos cuenta de si estaban molestos, pero les preocupaba que nos cayéramos por el acantilado”. De ahí que el equipo tomara una decisión drástica.

“Cogieron cadenas, nos las pusieron alrededor de los tobillos, las ataron a un árbol y lo cubrieron de hojas”. Imperioli y Gandolfini completaron la escena sin mayores sobresaltos, aunque es inevitable ahora ver la escena con otros ojos, imaginando sus pies encadenados fuera de plano mientras tratan de recordar el diálogo. Un motivo más para recordar con cariño a Gandolfini: algo que a buen seguro volveremos a hacer cuando The Many Saints of Newark llegue a los cines y nos narre los años de juventud de Tony Soprano, encarnado en esta ocasión por el propio hijo de Gandolfini, Michael Gandolfini. En su reparto también encontramos a Alessandro Nivola, Vera Farmiga, Jon Bernthal y Leslie Odom Jr

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