¿Ha sido un mazazo? Desde luego que sí. Aunque ahora sea difícil explicar a un espectador centennial lo que el trabajo de Joss Whedon supuso para una generación, o para varias, lo cierto es que series como Buffy, cazavampiros, Angel, Dollhouse y Firefly llevan mucho tiempo siendo un estandarte para quienes pensamos que otra cultura pop es posible.
Pero ni el talento de Whedon como guionista, ni su capacidad para incluir en dichas series personajes LGTB que desafiaron tópicos, ni su apuesta por las heroínas con carisma, pueden anular los hechos que ahora denuncian quienes trabajaron con él. Tras Ray Fisher (Liga de la Justicia), Charisma Carpenter, Michelle Trachtenberg y Amber Benson se han sumado a las voces que acusan al showrunner de abuso de poder en el plató, con Sarah Michelle Gellar dándoles apoyo en la distancia.
Noticias como el abandono (presuntamente voluntario) de The Nevers, su nueva serie para HBO Max, dan a entender que la carrera de Josh Whedon está acabada. Algo que, de ser cierto, dibujaría un muy hollywoodiense relato de auge y caída para un autor que, hace menos de una década, se coronaba como responsable de la película más taquillera de la historia gracias a Los Vengadores.
Desde ese cénit, y sobre todo tras el estreno de la bochornosa Liga de la Justicia en 2018, Joss Whedon ha sufrido una cuesta abajo jalonada de declaraciones y controversias que inciden en su mala conducta, tanto personal como profesional. Es el momento de repasarlas.
Las primeras acusaciones de Charisma Carpenter
Si bien las palabras de Charisma Carpenter han provocado el escándalo en 2021, la intérprete de Cordelia ya había insinuado 12 años antes que Whedon la expulsó de su 'Buffyverso' por haberse quedado embarazada.
"Mi relación con Joss se volvió muy tensa", señaló la actriz en 2009 durante una charla en la DragonCon. "Estábamos pasando momentos muy duros [detrás de las cámaras], yo iba a mi bola y de repente me quedé embarazada. Y creo que, personalmente, él veía la cuarta temporada [de Angel] de forma diferente".
"Sinceramente, creo que Joss se enfadó conmigo", proseguía Carpenter. Y, aunque acto seguido matizaba asegurando que lo decía "con cariño", ahora sabemos que esas palabras endulzaban una realidad, según ella, muy diferente.
Su guion para 'Wonder Woman'
I'm reading Joss Whedon's original script for Wonder Woman pic.twitter.com/r0NOIrfEew
— pauline (@Punziella) June 16, 2017
En 2006, cuando los blockbusters de superhéroes eran aún una rareza en la industria, Joss Whedon recibió la oferta de escribir y dirigir una película sobre la princesa amazona de DC. Dadas las características de su obra, cualquiera diría que él era el creador indicado para ese trabajo.
Sin embargo, Whedon abandonó el proyecto al año siguiente, denunciando intromisiones por parte de Warner Bros. En 2017, justo antes del estreno de la Wonder Woman de Patty Jenkins, su libreto inédito se filtró en internet. Y las reacciones al mismo fueron extremadamente negativas.
Según numerosas voces en redes sociales, Whedon dedicaba más líneas de ese guion a describir el físico de la heroína (con frases como "Su cuerpo es curvilíneo, pero tenso como un arco") y a proporcionarle momentos de mansplaining a su interés romántico Steve Trevor que a dotar al filme de una historia coherente.
El rechazo a Viuda Negra en 'Vengadores: La era de Ultrón'
La secuela de Los Vengadores fue un trago amargo para Joss Whedon, que se enfrentó a Kevin Feige (hasta entonces, su gran valedor en Marvel) durante el montaje de la película. Sin embargo, la mayor controversia que afectó al filme no tuvo que ver con esto, sino con el personaje de Scarlett Johansson.
Pese a haber dotado a la espía de momentos memorables en la primera entrega, Whedon fue acusado de haberla reducido a una mera 'damisela en apuros' en algunas escenas del nuevo filme. Y, sobre todo, muchas fans se le echaron encima por el diálogo con Bruce Banner (Mark Ruffalo) en el que esta describía cómo fue esterilizada y se describía a sí misma como "un monstruo".
El director y guionista enfrentó la polémica asegurando que Natasha Romanoff no se refería con esas palabras a su incapacidad para tener hijos, sino a su carrera como asesina. Aun así, el escándalo demostró que el presunto feminismo del autor de Buffy, cazavampiros iba a ser cuestionado duramente.
Un divorcio polémico
En 1995, dos años antes del estreno de la primera temporada de Buffy, Joss Whedon se casó con la productora Kai Cole. El matrimonio se rompió once años más tarde, y en 2017 Cole publicó una carta abierta en la que acusaba a su ex de emplear una imagen de 'aliado feminista' para cubrir su mala conducta y sus infidelidades.
Según Cole, citando un presunto mensaje de Whedon, el showrunner justificó dichas infidelidades con un pretexto sonrojante: "Cuando dirigía Buffy, estaba rodeado de mujeres jóvenes, hermosas, apasionadas y agresivas –habría escrito–. Me sentía como si tuviera una enfermedad, algo salido de un mito griego. De pronto, soy un productor poderoso, el mundo está a mis pies y no puedo tocarlo".
En su comunicado, Kai Cole cargaba contra la hipocresía de su ex. "Yo creía, como todo el mundo, que él era uno de los buenos, luchando por nuestro matrimonio y por los derechos de las mujeres con las que trabajaba. Pero ahora veo que usó su relación conmigo como un escudo, tanto antes como después de nuestro matrimonio, para que nadie pudiese cuestionar sus relaciones con otras mujeres o el 'feminismo' de sus guiones".
Las acusaciones de Ray Fisher
Joss Wheadon’s on-set treatment of the cast and crew of Justice League was gross, abusive, unprofessional, and completely unacceptable.
— Ray Fisher (@ray8fisher) July 1, 2020
He was enabled, in many ways, by Geoff Johns and Jon Berg.
Accountability>Entertainment
En 2015, los conflictos por el montaje de Vengadores: La era de Ultrón supusieron el derrumbe de la relación laboral entre Joss Whedon y Kevin Feige, con el director abandonando Marvel tras haberla llevado a lo más alto. Quienes esperaban que su fichaje como sustituto de Zack Snyder en Liga de la Justicia propulsara de nuevo su reputación se vieron decepcionados, porque la cinta (en la que Whedon no fue acreditado como codirector) resultó infumable.
Pero lo peor estaba por llegar. Ray Fisher, intérprete de Cyborg en las películas del estudio, acusó al cineasta de haberse portado de forma "grosera, abusiva, poco profesional y totalmente inaceptable" durante el rodaje, desdiciéndose de un mensaje anterior en el que le describía como "un buen tipo". Según Fisher, Whedon habría obrado con impunidad amparado por los productores Geoff Johns y John Berg.
Las palabras de Fisher (respaldadas por Jason Momoa y, más tibiamente, con Gal Gadot) llevaron a una investigación interna en Warner Bros. cuyos resultados no se han hecho públicos, aunque podrían estar detrás del abandono de The Nevers por parte de Whedon. Más adelante, el actor denunció que su personaje había sido eliminado de la eternamente pospuesta The Flash como represalia por haber sacado estos conflictos a relucir.
La queja de los especialistas de 'Buffy'
Después de que Ray Fisher cargara contra Joss Whedon y su conducta, otros excolaboradores del showrunner llamaron la atención sobre su carácter tiránico. Una de ellas fue la pareja formada por Sophia Crawford y Jeff Pruitt, dos especialistas que habían trabajado en Buffy, cazavampiros.
Durante el rodaje de la serie, Crawford y Pruitt ejercieron como doble de acción de Sarah Michelle Gellar y como coordinador de stunts, respectivamente. Según narraron ambos, el talante de Whedon fue empeorando conforme las temporadas se sucedían y la serie iba haciéndose más y más famosa. A la altura de la cuarta temporada, Jeff Pruitt afirma haber abandonado Buffy porque "no podía aguantarlo más".
Pruitt volvió a la serie para la quinta temporada, pero según alegan él y su esposa, lo hizo porque Whedon chantajeó a Sophia Crawford con el socorrido "no volverás a trabajar en esta ciudad". "Es muy cuidadoso: no te dice las cosas a la cara, solo lo insinúa", señalaron.
Los celos contra James Marsters y Spike
Creado como un villano efímero para la segunda temporada de Buffy, el vampiro Spike enamoró repentinamente a los fans de la serie, convirtiéndose a la larga en uno de sus personajes más carismáticos. James Marsters, intérprete de este chupasangres británico, ha acusado a Whedon de tomarse muy a mal esta popularidad.
En julio de 2020, durante una entrevista con Michael Rosenbaum, Marsters señaló que el éxito de Spike llevó al showrunner a portarse con él de forma muy poco profesional. "Un día me empujó contra una pared y exclamó: 'No me importa lo popular que seas, chaval. Estás muerto, ¿me entiendes? ¡Muerto!", recordó.
Aunque el actor fue el primero en reírse de esta anécdota, hoy es inevitable recordarla a la luz de otras acusaciones contra Whedon. Y también preguntarse cómo la persona descrita tanto por James Marsters como el resto de aquellos que le señalan hoy pudo crear historias con las que se identificaron tantas personas cuyas vidas están marcadas por el deseo de huir de lo normativo.
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