‘La casa del dragón’ episodio 8: la última cena de los verdes y los negros

La vida de Viserys se acaba y un malentendido en sus últimas palabras podría suponer el detonante definitivo de la guerra
La casa del dragón
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Cinemanía
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[Este artículo contiene SPOILERS de 'LA CASA DEL DRAGÓN' 1x08]

Contra todo pronóstico Viserys Targaryen (Paddy Considine) ha logrado tener, como se suele desear a los monarcas, una larga vida, o al menos eso nos parece a nosotros, quienes desde que se estrenara el primer capítulo de La casa del dragón hemos visto cómo el rey hacía frente y superaba sus múltiples males a lo largo de los años. Sin embargo, como ya vaticinó Otto Hightower (Rhys Ifans), Viserys no ha llegado a ser un anciano y su muerte solo supone el quebranto de la paz que tanto se esforzó en mantener.

El episodio 8 del spin-off de Juego de tronos, titulado “El señor de las mareas” nos ofrece una hora llena de momentos emblemáticos y poéticos, de resquicios de luz en la oscuridad. Un capítulo donde todo podría cambiar y el milagro de la reconciliación entre verdes y negros podría obrarse… Si no estuviéramos hablando del universo de George R.R. Martin. Te contamos nuestro análisis, con SPOILERS.

El trono de Mercaderiva

El nuevo salto temporal de seis años en La casa del dragón comienza con lord Corlys Velaryon (Steve Toussaint) herido tras la reactivación de la guerra en Peldaños de piedra. Pese a que todavía no está muerto, su relevo al mando del castillo de Marea Alta ofrece una nueva excusa para que Targaryen y Hightower reactiven su conflicto en Desembarco del Rey. Y es que los negros defienden a Lucerys Velaryon (Elliot Grihault) como sucesor de la Serpiente Marina, mientras que Alicent (Olivia Cooke) y compañía ofrecen su apoyo a Vaemond Velaryon (Wil Johnson), el hermano de Corlys.

La casa del dragón
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Pese al apoyo final de Rhaenys (Phoebe Campbell) a la causa de Rhaenyra (Emma D’Arcy), los Hightower previsiblemente iban a ganar este primer asalto al ocupar el mando en ausencia del rey. Pero el tenaz monarca no se lo va a poner tan fácil: moribundo, tambaleante y entre gritos de dolor hace la que será su entrada final en el salón del trono de hierro hasta sentarse en el mismo y mostrar una vez más su absoluto apoyo a su hija, así sea lo último que haga. Una decisión que, tras el arrebato de ira de Vaemond, Daemon (Matt Smith) zanja con agrado.

Viserys Targaryen es el protagonista del capítulo 8 de La casa del dragón. El rey se ha ganado todo el cariño y respeto del público por su sentido de justicia, misericordia, paz y amor por todos los que le rodean. Su afán por defender a su hija como heredera pese a la tradición y a los consejos oídos en contra. La enfermedad ha acabado consumiéndole y llevándole a una apariencia y dolor inhumanos, pero hasta el final ha mantenido su dignidad y fortaleza. Bravo Paddy Considine por este trabajo interpretativo lleno de matices, cuidado al detalle. Seguro que tendrá su recompensa.

La última cena

Si el último deseo de un benévolo monarca moribundo al que todo el mundo quiere es cenar con toda su complicada y variopinta familia, ese deseo se cumple. Flanqueado por Alicent y Rhaenyra, simbolizando el único punto de unión entre las que fueran mejores amigas, y rodeado de toda su estirpe, Viserys expresa una vez más su intención de que la paz reine entre negros y verdes y de que se respete que su hija le releve en el trono. 

Alicent y Rhaenyra
Alicent y Rhaenyra
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Parece que este momento ablanda corazones, pues se suceden pacíficos brindis que invitan a la reconciliación, e incluso parece que la dulce y bondadosa Alicent vuelve a asomar en una secuencia bellísima en la que vemos a Viserys sonreír mientras suena la música, Jacaerys (Harry Collet) y Helaena (Phia Saban) bailan y el resto disfruta de una agradable cena. Un oasis de paz y felicidad entre tantos años de tormento. Un espejismo. Un sueño utópico de lo que podría haber sido, pero no será.

Efectivamente el momento conciliador dura poco, pues aunque las madres llegaran a acercar posturas, ya es demasiado tarde para todo lo transmitido a sus hijos durante años. Pobre Alicent, menudas criaturas tiene. La nueva incorporación de los actores Tom Glynn-Carney como Aegon y Ewan Mitchell como Aemond, quienes ofrecen su caracterización más cruel, reconfirma la oscuridad de estos personajes, que no ha disminuido con el paso a su edad adulta. Dos hermanos que, lejos de interesarles el tema político de su familia en demasía, solo quieren ejercer su voluntad como les plazca y, concretamente, hacer pagar a sus sobrinos por las trifulcas del pasado. Cuidado con estos dos.

Un malentendido que lo cambia todo

La vida de Viserys, así como el episodio 8 de La casa del dragón, podrían haber acabado de una forma mucho más bella y pacífica de la que lo hacen. La cena había supuesto cierto acercamiento entre ambas partes pero ese futuro amable se difumina cuando un malentendido en las últimas palabras del moribundo, ya en su lecho de muerte, vuelve a prender la llama en la reina.

Viserys
Viserys
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Una vez más la profecía de Aegon el Conquistador, en la que Viserys cree fervientemente, entra en escena, y recordemos que sostiene que un Targaryen debe ocupar el Trono de Hierro para estar preparado cuando la Larga Noche aparezca (y regresen los Caminantes Blancos). El rey cree que está hablando con su hija Rhaenyra al asegurarle que ella debe ser quien ocupe el trono para mantener el equilibrio y la unidad de Poniente, pero en realidad es su mujer Alicent quien le escucha, y quien tras oír las palabras “Aegon” y “príncipe prometido, piensa que Viserys está refiriéndose a su hijo, Aegon II, como futuro y legítimo rey, algo que vuelve a reafirmarla como enemiga de Rhaenyra.

Una razón bastante rebuscada e inverosímil, pues Alicent sabe perfectamente que su marido está delirando y que siempre ha apoyado a su hija como heredera… Aunque es verdad que la reina es desconocedora de la profecía y quizá solo necesitaba una excusa para volver a su lucha encarnizada para que Aegon II ocupe el Trono de Hierro. 

Pese a en un principio hacerlo por la supervivencia de sus hijos, es verdad que Rhaenyra no ha dado señales de querer hacerles daño, por lo que los verdaderos motivos de la rivalidad de Alicent nacerían tanto de la ambición inculcada por su padre, como de la suya propia… Aunque es verdad que algunas veces dejamos de ver a una joven sin escrúpulos para contemplar a una mujer joven y asustada que solo quiere recuperar a su amiga. Un personaje lleno de complicadas aristas.

Solo quedan dos capítulos de la primera temporada de La casa del dragón y la ficción de HBO, que ha corrido demasiado en determinadas ocasiones, ya nos ha llevado al momento al que quería llegar desde su inicio: la muerte de Viserys Targaryen, que deja a un reino dividido por la sucesión al trono. No sabemos si habrá una primera gran batalla antes de que acabe la primera entrega del spin-off de Juego de tronos, pero seguro que sus dos últimas horas de metraje consiguen conquistarnos como el resto de ella.

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