[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE NI UNA MÁS]
Netflix acaba de estrenar una de las series que más dará que hablar este 2024. Basada en la novela de Miguel Sáez Carral y protagonizada por Nicole Wallace, Clara Galle y Aïcha Villaverde, Ni una más sigue la historia de Alma (Wallace), una chica que, un día, decide colgar un cartel en su colegio denunciando a un agresor. "Cuidado, ahí dentro se esconde un violador".
A lo largo de ocho episodios, descubrimos cuál es la historia de esta alumna de bachillerato, que pasa por una mala racha de estudios, y sus amigas, quienes navegan entre relaciones de amistad, amores tóxicos, enamoramientos y situaciones familiares difíciles mientras deciden qué hacer tras acabar el instituto.
Con tramas entrelazadas que muestran situaciones de abusos a los que se enfrentan las mujeres día a día, Ni una más finaliza su temporada con un solo objetivo: hacernos reflexionar. A continuación, te contamos cómo termina la historia de Alma, Greta (Galle) y Nata (Villaverde).
¿Quién abusó de Alma?
La serie empieza con Alma colgando un cartel en su instituto denunciando a un violador y con una publicación en redes sociales en la que se lee: "Esta era yo antes de que me violaran" y, poco a poco, vamos descubriendo lo que realmente le pasó al personaje de Wallace tras ir a una fiesta, drogarse y desaparecer (para desesperación de su amiga Greta).
Después de ver cómo alguien se la lleva de la fiesta estando ella medio inconsciente y de cómo ella intenta seguir con su vida, trauma al que se suma el hecho de que está recibiendo fotografías sexuales por parte de una cuenta anónima de Instagram, descubrimos que el culpable de la violación es David (José Pastor), su amigo de toda la vida que está enamorado de ella.
En un momento de confrontación, él afirma que ella también quería tener relaciones con él pues, en escenas anteriores, Alma dice que al principio quería vengarse de que el chico que le gusta (el hermano de Greta) no había querido liarse con ella teniendo sexo con su amigo. Sin embargo, había acabado cambiando de opinión pero, al estar tan inconsciente, no había sido incapaz de reaccionar.
Al reproche de él, ella le contesta que un buen amigo la habría llevado a casa en vez de acostarse con ella y, aunque la relación entre ambos no vuelve a ser la misma, al final, él decide apoyarla cuando ella toma la decisión de enfrentarse al violador de su instituto. Es ahí cuando descubrimos que, en realidad, con el cartel del inicio, Alma no está denunciando su propia violación, sino otras agresiones que están sucediendo en su colegio.
Cómo terminan Nata y Alberto
Nata y Alberto (Gabriel Guevara) son la representación de pareja tóxica de instituto. Mientras que ella es amiga de Alma y Greta, suele pasar su tiempo con los amigos de él, lo que implica escuchar a su novio hablar mal de sus amigas. Poco a poco, la relación se va encrudeciendo, en parte por culpa del mal genio de él, en parte porque él no pone ningún interés en mantener vivo el romanticismo.
El drama llega a su punto álgido en San Valentín, cuando ella cree que va a tener una cita romántica con su novio pero, en un último cambio de planes, acaban teniendo sexo en una habitación en casa de su amigo. Al acabar, sin ella haber disfrutado, Alberto le dice que se va a jugar a la play con sus amigos y ella se enfada y se va.
Para arreglarlo, ella le propone un nuevo plan: colarse en casa de unos vecinos y tener una cita con cena romántica incluida. Tras acabar, deciden empezar a destrozar toda la casa, lo que les da un subidón de adrenalina que les empuja a acabar teniendo sexo en el sofá. Sin poder olvidar lo que han vivido, deciden volver a repetirlo en una casa abandonada.
No obstante, cuando ella llega allí, descubre que él ha invitado a todos sus amigos. Enfadada porque creía que iban a estar solos, sube a la habitación, pero entonces entra todo el grupo y le proponen tener una orgía. Ella les dice que no quiere, pero los amigos de Alberto empiezan a acercarse desabrochándose los cinturones mientras él mira sin saber qué hacer.
Por suerte, la policía aparece antes de que puedan hacer nada y todos acaban huyendo. Cuando ella se enfrenta a su novio, este le dice que ella le había dicho que quería hacer algo así, pero Nata le contesta que era solo una fantasía y que no puede creer que fuese a dejar que sus amigos se la follasen.
Después de mil y una rupturas y reconciliaciones, tras lo sucedido, y tras descubrir gracias a Alma que el que insultaba por redes sociales y le enviaba fotos de su polla a la protagonista era Alberto, Nata decide dejarle para siempre.
La historia de amor de Greta
Paralelamente, Greta se enfrenta a su propio problema. Su familia perdió mucho dinero y, por ello, se dedican a vender droga gracias a una plantación que han instalado en su sótano. Un día, ella está en el supermercado y conoce a una mujer que le pide si sabe de algún camello que le pueda vender algo, a lo que ella le contesta que ella misma lo puede hacer.
Tras varias quedadas en casa de la mujer para fumar, Greta empieza a enamorarse de ella, hasta que descubre que es policía. Con miedo de que se haya acercado a ella solo para detener a su familia, avisa a su hermano de que se deshagan de todo y vuelve a quedar una vez más, dispuesta a acostarse con ella para después chantajearla.
Sin embargo, la policía le afirma que ella no está trabajando, sino que quiere la hierba para uso propio, algo que queda demostrado cuando se descubre que a lo que se dedica es a delitos como el que Alma acaba denunciando en su colegio.
El violador del instituto
Entonces, ¿quién es el violador sobre el que habla Alma en sus redes sociales y al que acusa colgando un cartel en el insituto? A lo largo de la serie, descubrimos que Alma había tenido otra amiga antes de Nata. Se trata de Berta (Teresa De Mera), una chica que se cambió de instituto y con la que Alma perdió el contacto hasta que se reencuentran en un centro comercial.
A partir de entonces, empiezan a rememorar lo que pasó entre ellas. Conocida como una mentirosa compulsiva, Berta había empezado a tener brotes psicóticos, lo que había hecho que acabasen separándose. Unos días después, tras un intento de suicidio, Berta le confiesa lo que le pasa: es desde que había empezado a sufrir violaciones por parte de su profesor de historia (Iván Massagué) que le habían empezado a dar los ataques.
Convencida de que dice la verdad, Alma decide crear una cuenta con ella para denunciar la violación y ayudar a otras chicas en la misma situación, e intenta poner en evidencia al profesor aceptando las clases particulares que este le había ofrecido, lo que hace que a Berta le vuelva a dar un ataque porque no quiere que su amiga se meta en una situación tan peligrosa. Sin embargo, las clases van pasando y el profesor no intenta forzar a Alma.
Tras decírselo a su amiga mientras van en autobús, acaban discutiendo y bajándose en mitad de la carretera y, mientras el personaje de Wallace intenta razonar con ella y le asegura que cree en ella aunque su profesor no haya intentado nada, Berta no puede más y decide suicidarse dejándose atropellar por un coche.
Más tarde, la policía le cuenta a Alma que su amiga tenía problemas psicológicos, pero que no se había podido probar que estos tuvieran relación con los abusos que afirmaba haber sufrido, pues le habían diagnosticado trastorno límite de la personalidad cuando tenía 12 años. También descubre que lo había denunciado aunque ella le había dicho que no se lo había contado a nadie, pero que se había determinado que los abusos no habían existido.
Sin saber qué pensar, Alma decide ir a disculparse a su profesor después de clase cuando descubre a una alumna parada delante de su puerta que, muerta de miedo, se ha hecho pis encima. Consciente de lo que realmente está sucediendo, le dice que se vaya corriendo y entra al despacho para decirle que le va a contar al mundo lo que hace.
Seguidamente, vuelve a su casa y, con ayuda de sus padres, escribe la pancarta que, al día siguiente, cuelga en la puerta del instituto. "Cuidado, aquí dentro se esconde un violador". Poco a poco, los alumnos se unen a ella y, finalmente, la policía detiene al profesor tras las declaraciones de otras chicas que, ayudadas por la cuenta de Instagram que habían creado Alma y Berta, habían decidido denunciar su situación.
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