¿Por qué las redes dicen que 'La Mesías' se parece demasiado al clásico gay 'Mysterious Skin'?

Entre las muchas referencias manejadas por Los Javis para su serie de Movistar Plus+, la película de Gregg Araki es la más evidente.
Biel Rosell en 'La Mesías' y Joseph Gordon-Levitt en 'Mysterious Skin'.
Biel Rosell en 'La Mesías' y Joseph Gordon-Levitt en 'Mysterious Skin'.
Cinemanía
Biel Rosell en 'La Mesías' y Joseph Gordon-Levitt en 'Mysterious Skin'.

La polémica acerca de La Mesías sigue candente. Mientas algunos defiende su fascinante originalidad, otros critican su condición de pastiche de influencias. Estos últimos sostienen que el filme se parece demasiado al filme Mysterious Skin. Concretamente, el arco narrativo de Enric/Isaías tiene referencias obvias al clásico de Gregg Araki de 2004.

Aunque hoy haya caído un poco en el olvido, Araki es uno de los grandes directores del conocido como 'New Queer Cinema', tendencia en la que también se podrían incluir otros directores como Todd Haynes, Gus van Sant o Bruce LaBruce y que tuve su máxima pujanza a finales del siglo XX.

 La película Mysterious Skin narra la historia de dos adolescentes (unos jovencitos Joseph Gordon-Levitt y Brady Corbett) por descubrir y aceptar los abusos sexuales que sufrieron en el pasado en un pueblo perdido de Kansas. Mientras Neil McCormick (Gordon-Leavitt) es plenamente consciente de cómo su entrenador de béisbol abusó de él, Brian Lackey ha gestionado el trauma mediante un olvido selectivo. Es en este segundo personaje en el que es más evidente la devoción de Los Javis por la película. Estas son las similitudes, suyas son las conclusiones.

Estructura narrativa

Mysterious Skin empieza en 1981 y llega hasta 2004. La Mesías empieza en el presente, pero pronto nos lleva a finales de los 80. El pasado lo es todo en una y otra historia. Aunque Mysterious Skin se narra cronológicamente y emplea una voz en off ausente en La Mesías, solo a través del flashback, del regreso al pasado, es posible descubrir el trauma que atormenta a sus personajes. Enric y Brian creen que su desasosiego está relacionado con encuentros paranormales. “La verdad está ahí fuera”, que dirían en Expediente X… o no.

La amiga ufóloga… y el gatillazo

Intentado buscar respuestas a su cacao mental, Brian se pondrá en contacto con una abducida por los extraterrestres de nombre Avalyn Friesen (Mary Lynn Rajskub). Entre ambos se establecerá una relación que sobrepasa lo amigable para introducirse en lo carnal… O eso quiere ella. Una relación que recuerda a la que tiene Roger Casamajor con Cecilia Roth en La Mesías.

Alicia aparece en el primer y el último capítulo de la serie de Los Javis, como una abducida que intenta volver a contactar con los extraterrestres en Montserrat. Tanto Brian como Enric serán incapaces de consumar relaciones sexuales (sea por felación o por penetración) con sus pretendientes femeninas.

La abducción

Alicia le cuenta a Enric que él también ha sido abducido. Aunque Enric no esté tan obsesionado con los alienígenas como Brian (bastante tiene con las marcianas de sus hermanastras), parece dar por buena dicha interpretación. En realidad, la abducción se corresponde con el momento en el que ambos fueron objeto de abusos: Brian por su entrenado de béisbol y Enric por el novio de su madre, en el periodo en el que está es interpretada por Ana Rujas.

La mano verde

Ese abuso se plasma cinemática y metafóricamente en una mano verde que acaricia tanto a Brian como a Enric. Su presencia es coyuntural en Mysterious Skin, pero recurrente en La Mesías, y marca la incapacidad de Enric para amar (y ser amado). Es innegable que esa extremidad verde, descomunal y nervuda tiene un parentesco cinematográfico más estrecho que el de las hermanas Puig Baró con Enric.

La madre ausente

Elisabeth Shue interpreta a Ellen McCormick, la madre de Neil en el filme. Su papel es muchísimo más secundario que el de Ana Rujas y, sin embargo, su personalidad recuerda poderosamente a la de la actriz madrileña. No se dedica a la prostitución, pero su promiscuidad sexual ante los atónitos ojos de su retoño y su despreocupado estilo de vida, tan cariñosa como poco amiga del cuidado y orden de su hijo (y de su dieta), es algo más que evocadora de la relación que mantienen Enric y Montserrat.

Los escenarios míticos

“Tengo la sensación de que ya no estamos en Kansas”, decía Dorothy (Judy Garland) en su mítica frase de El mago de Oz (Victor Fleming, 1939). Una frase que se repite en Mysterious Skin, cuya acción podría transcurrir en cualquier pueblacho yanqui, pero que al pasar en Kansas se establece un curioso diálogo con el regreso a una infancia perdida y no tan feliz. 

Otro tanto podemos decir de La Mesías, que se inicia con unos intertítulos en los que se nos recuerda que su fama nace con la aparición a unos niños de la virgen de Montserrat, en cuyo honor es bautizada la protagonista de la historia, para, a continuación, recodar el carácter esotérico de Montserrat, que apasionara a Heimrich Himmler y sus nazis de la Ahnenerbe. Un portal interdimensional como lo era Kansas para Dorothy y su querido perrete Totó.

Los espacios poco recomendables

Tanto a Enric como a Neil les zurran bien en ambas historias. No ocurre ni en Kansas ni en Montserrat, sino en Nueva York y en Barcelona, respectivamente, y con el agravante de la noche. Lejos, por tanto, de esos lugares en los que ellos se creían seguro y que, sin embargo, son el escenario de relaciones aberrantes. La noche y las drogas (más en La Mesías que en Mysterious Skin), se convierten en puertas hacia el descubrimiento de secretos inconfesables.

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