[VÍDEO] 'La casa de papel' 5T: Itziar Ituño, Rodrigo de la Serna y Darko Peric nos adelantan la guerra final

Hablamos con los actores sobre tanques, despedidas y "marcianadas" en Perú. 
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Entrevista La Casa de Papel
Wochit

Si bien es cierto que la ficción española siempre ha gustado fuera de nuestras fronteras, La casa de papel ha supuesto un antes y un después en lo que a impacto internacional de una serie española se refiere. Desde que el fenómeno comandado por Álex Pina llegara a Netflix, no hay país que no reconozca a sus ladrones con nombre de ciudad ni cante Bella Ciao pensando en máscaras de Dalí

Ahora toca decir adiós con el volumen 1 de la quinta y última temporada, que ya está disponible en Netflix (el volumen 2 llega el 3 de diciembre). Por lo pronto, nos reunimos con las protagonistas en su peor momento: llevan 100 horas encerrados en el Banco de España, han perdido a Nairobi (Alba Flores) y el Profesor (Álvaro Morte) se encuentra inoperativo. Para colmo, deberán hacer frente a un nuevo y poderoso enemigo: el ejército. 

Rodrigo de la Serna (Palermo), Itziar Ituño (Lisboa) y Darko Peric (Helsinki) tendrán que volver a abrocharse el mono rojo para enfrentarse así a su entrega más compleja. "El valor agregado que tiene la quinta temporada es una puesta en escena profundamente bélica y eso aporta una teatralidad extra", nos cuenta De la Serna. Para Ituño, que lleva desde el principio, "es el desenlace de toda una historia". 

Explosión final

Tanques, misiles, dinamita... La casa de papel promete despedirse por todo lo alto en esta última entrega, también en lo que a la acción se refiere. "Es costoso y trabajoso porque es muy técnico y tienes que intentar llenar esos huequitos que te deja la acción con emoción", asegura Ituño. Para el De la Serna, rodar estas secuencias ha sido "delirante". "Yo no sé cómo son las películas de acción en EE UU, pero si son así, madre mía", sentencia Peric.

Sin embargo, lo más difícil a la hora de encarar esta última etapa ha sido despedirse de un proyecto que ha cambiado para siempre sus vidas. "Hay un momento en el que la misma secuencia te esta contando esa despedida final. Empecé a mirar a mis compañeros y fui consciente de que la cosa terminaba, Fue muy emociónate", afirma Ituño. 

Pese a todo, los intérpretes seguirán siendo Palermo, Lisboa y Helsinki para la horda de fans repartida por el mundo, de Brasil, a Turquía, de EE UU a Perú, donde un señor paró a Ituño en un semáforo para que felicitara el cumpleaños a su hijo, "lo más marciano que me ha pasado". Perić también ha vivido una situación parecida este verano cuando estaba navegando en barco por Sicilia y una veintena de personas de otra embarcación empezó a cantar Bella Ciao. La serie se prepara para su final, pero el fenómeno aún no ha acabado.

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