Nuestras cocinas están ahora repletas de dispositivos que nos hacen más fácil el conseguir el éxito en cada receta. Los robots de cocina fueron los primeros en ser populares, ya que lograban esos resultados satisfactorios sin que nosotros tuviéramos que hacer prácticamente nada. Ahora les ha llegado la fama a las freidoras sin aceite, capaces de elaborar recetas con menos dosis de calorías. Pero, ¿dónde quedan entonces los utensilios básicos? Ollas, sartenes y baterías de cocina siguen teniendo un papel protagonista en los fogones, puesto que de ellos depende que llevemos a cabo básicos para triunfar en la mesa.
De hecho, elegir mal las sartenes puede suponer el fracaso de cualquier receta, por lo que debemos tratar de dar con las más adecuadas para nosotros. En primer lugar, nuestra recomendación es contar con modelos de diferentes diámetros, para poder suplir las necesidades culinarias de cada receta y para que, si somos seguidores del batch cooking, podamos preparar varias elaboraciones al mismo tiempo. También debemos tener en cuenta el peso de cada unidad, que no sea ni demasiado pesada ni demasiado ligera; el mango, para evitar quemaduras; y las paredes y la base: si somos muy de guisos, mejor unas paredes verticales, mientras que, para tortillas, saltear verduras o arroces debemos escoger las inclinadas. Por último, es muy importante el material con el que está elaborada la sartén. Bajo estas líneas te dejamos una guía para acertar en tu compra.
Las mejores sartenes para cocinar
De teflón, el mejor material antiadherente.
- Pros: ofrecen la mejor antiadherencia del mercado, lo que nos garantiza que ningún alimento se quede pegado y que la limpieza sea más sencilla. Además, esta característica nos permite cocinar con menos aceite y, si se trata de productos más grasos, incluso sin emplear ni una gota.
- Contras: se raya con mayor facilidad y no deberíamos usarlo nunca con temperaturas superiores a 260 grados. Al limpiarlo hay que evitar productos abrasivos.
- Usos. Evitarlas para carnes que exijan altas temperaturas. Perfectas para cocinar tortillas, huevos, revueltos o alimentos que requieran de temperaturas medias.
Cerámica, para las altas temperaturas.
- Pros: si necesitamos cocinar alimentos que requieran de mayor temperatura, este es el material más adecuado. Además, también es un buen material antiadherente.
- Contras: su superficie rígida hace que se deterioren con mayor facilidad y, además, tienden a perder la antiadherencia antes que otros materiales.
- Usos: son la mejor opción si queremos meter la sartén al horno para el acabado del plato. Eso sí, siempre hay que tener en cuenta las recomendaciones del fabricante y el material del mango para evitar quemaduras.
Hierro fundido, para retener el calor.
- Pros: este material retiene el calor y lo transmite a los alimentos de forma progresiva, por lo que el grado de cocción de estos es perfecto. Su durabilidad también es destacable, de hecho, es el material con el que estaban elaboradas las sartenes tradicionales.
- Contras: no es antiadherente y tienden a acumular una capa de grasa permanente que evita que los alimentos se peguen. Se calienta despacio y suele pesar más que otros materiales. Requieren de cierto cuidado para mantener la capa de grasa y para limpiarla adecuadamente.
- Usos: para freír, cocinar alimentos a la plancha y saltear.
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