En España somos muy de cerveza y vino, sobre todo en verano, que esta segunda se convierte en una opción más refrescante si se usa para hacer sangría o tinto de verano, combinado con casera o limón. Esta opciones bien fresquitas son las más populares en la cultura del 'terraceo' de nuestro país. Sin embargo, ambas llevan alcohol, lo que las convierte irremediablemente en dos opciones poco saludables. Es por ello que existen otras bebidas igual de refrescantes que no solo nos ayudan a combatir el calor, sino que también aportan beneficios para la salud.
Para hacer frente a las altas temperaturas y las olas del calor, lo importante no es solo refrescarse, sino hidratarse. Por ello, a la hora de elegir qué bebida es la más adecuada, se debe pensar cuál de ellas será más hidratante y ya, de paso, las que aportan nutrientes esenciales. Destacamos cuatro tipos de bebidas y sus elaboraciones, nada difíciles, como alternativas frías a las que unirte este verano.
Agua de coco
No hay fruta más tropical que el coco. A partir de esta fruta nacida del cocotero se puede extraer un clásico hidratante: el agua de coco. Rica en electrolitos como el sodio y el potasio, esta bebida natural es capaz de reponer los minerales que se pierden a través de la sudoración, que es mucho más elevada en verano. Es una opción tan saludable como el agua habitual, ya que no contiene casi calorías. Además, aporta un sabor agradable, pues tiene toques dulces.
Su elaboración es muy sencilla, ya que solo se necesitará un coco joven. Una vez abierto, hay que extraer todo su jugo en un vaso, al que para volverlo totalmente refrescante se le añaden unos hielos.
Té helado
Aunque la costumbre sea tomarlo en días de mucho frío, el té también puede ser helado. De hecho, son ideales para superar los días calurosos, a la vez que se adquiere los beneficios que aportan las hierbas infusionadas como antioxidantes que son. Aunque los efectos serán diferentes del tipo de té que elijas: por ejemplo si la elección es un té verde, tendrás una bebida antiinflamatoria, si eliges un té negro, tendrás una bebida revitalizante cargada de cafeína.
El método de elaboración es el mismo de siempre, infusionarlo en agua caliente para adquirir todas las propiedades. Una vez preparado, podrás enfriarlo en nevera o añadirle hielos. Para que el té helado sea mucho más refrescante se le puede añadir limón y menta, además de un poco de miel para darle un toque dulce muy natural.
Batido de frutas
¿A quién lo le gusta la fruta fresquita? En verano no hay mejor dulce que las variedades estivales como el melón, la sandía, los melocotones o las cerezas. Y sí, también se pueden consumir en forma de batido refrescante para combatir el calor. Es la excusa perfecta para beber algo fresquito mientras aportamos al organismo nutrientes esenciales.
La elaboración no tiene nada de complicado, pues solo tendrás que elegir tu fruta favorita, mezclarla con hielo y añadir un poco de yogur o una bebida vegetal como la de avena. Tras unos segundos en la licuadora, tendrás tu batido refrescante listo.
Horchata
El verano también sabe a horchata. Y es que cuando las altas temperaturas se instala en la península ibérica esta bebida típica valenciana es tan popular como los helados. Hecha a base de chufas, agua y azúcar, la horchata es refrescante y tiene un sabor único que o te encanta o detestas. Lo que sí aporta la horchata son nutrientes ricos en magnesio y en hierro.
Aunque se puede encontrar todo tipo de marca en los supermercados ya elaborada, también puedes hacer tu versión casera. Para ello necesitarás tener chufa, un tubérculo comestible que deberás mantener en agua toda una noche para después triturarlas con agua y azúcar. Una vez que la mezcla quede totalmente suave, hay que colarla y tendrás lista tu horchata casera. ¡Enfríala y a disfrutar!
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