Cómo quitar el amargor a las berenjenas (más allá de la sal)

La berenjena es un alimento muy sano. Es ideal para dietas de adelgazamiento porque contiene una moderada cantidad de fibra. Tiene poder antioxidante (gracias a la antocianina de su piel) y efecto saciante, además de diurético.

Su valor nutritivo y energético es inferior comparado con otras verduras ya que está compuesta principalmente por agua. Esta hortaliza es una fuente de minerales, como el potasio, el calcio o el hierro, de proteínas y de flavonoides.

Dicho todo eso, la berenjena además de saludable es una verdura distinta. Por su color, su carne y hasta por su sabor. De hecho, es de esas hortalizas que nunca comeremos cruda. Sus preparaciones, que son varias, también difieren de las habituales con otro tipo de hortalizas.

Nada es perfecto y a la hora de cocinarlas las berenjenas presentan un problema: su característico amargor, ligeramente picante. Su pulpa se oscurece cuando entra en contacto con el oxígeno por esos antioxidantes que posee y hemos mencionado. Son los que también le aportan ese sabor amargo.

¿Cómo quitarlo? Lo habitual es que tras cortarlas en rodajas o dados, colocarlas sobre un escurridor y las salarlas. Pasados unos 20 minutos habrán escurrido su jugo. De ese modo, además, eliminamos su amargor. Sólo queda aclararlas con agua fría para quitar la sal.

Pero hay más métodos de "liberar" a las berenjenas de su amargor.

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Con vinagre

Llenamos un cuenco con agua y añadimos una cucharadita de postre con vinagre de manzana o vino blanco. Sumergimos las berenjenas troceadas y dejamos unos 20 minutos. A continuación, las escurrimos y las aclaramos con agua fría.

Con agua, sal y harina

Colocamos las berenjenas cortadas en un cuenco y las cubrimos con agua, mucha sal (mejor gorda) y al final harina. Tapamos y dejamos unos 30 minutos. Luego las escurrimos y las lavamos con agua fría.

Con agua, sal y leche

Como en el truco anterior, ponemos los trozos de berenjena en un cuenco. Cubrimos con agua, leche y una buena cantidad de sal (mejor gorda). Se tapamos y se deja una media hora.. Y de igual modo, escurrimos y aclaramos.

Ya podemos cocinarlas como más nos guste: fritas, al horno, a la plancha, rellenas, en pastel...

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