En esto de las salchichas hay dos tipos muy diferenciados. Están nuestras salchichas de toda la vida, las de nuestra tradición gastronómica. Son las que llamamos frescas, que pueden ser blancas o rojas (llevan pimentón). Y están las otras.
Son las que de manera genérica llamamos salchichas de Frankfurt, aunque en realidad no lo son todas. Primero porque de Centroeuropa nos han llegado más tipos de salchichas y, segundo, porque muchas de las que se venden en España no llegan a frankfurt y casi ni a salchicha (son esas de paquetes de 6, 8 o 12, que muchas familias compran para las cenas de los peques... y hacen mal).
Pero podemos comprar unas buenas salchichas -alemanas o no- para hacer un buen hot dog, sí, un perrito caliente, uno de esos que en Cataluña siempre han llamado directamente "un frankfurt". Podemos también buscar salchichas tipo vienesa (wiener) o bratwurst (aunque suelen ser demasiado grandes para un perrito).
Hay que cocerla
Una buena salchicha de este tipo puede cocinarse en la sartén o al horno, pero no es lo propio. Luego la podemos marcar brevemente en una sartén si así nos gusta, pero la salchicha hay que cocerla. De hecho, lo que hacemos es acabar de cocerlas porque están elaboradas con carne precocida.
Lo correcto sería llenar una olla con agua y ponerla al fuego. Cuando hierva el agua, ponemos las salchichas (las que quepan holgadamente). El tiempo comienza a contar cuando el agua vuelva a hervir.
Las dejaremos hacerse entre 2 y 5 minutos, dependiendo del tipo de salchicha y de su tamaño. De modo que para un hot dog normal valdrán 3 minutos.
Luego las retiramos con cuidado, nos aseguramos de que vayan secas... y al bollo de nuestro perrito, que ya habremos aderezado convenientemente con mostaza, tomate, chucrut, cebolla frita, queso, etc.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios