Cuatro manzanillas de Sanlúcar que maridan con el verano

La manzanilla es un vino con un perfil muy gastronómico y que marida muy bien con tapas, pescado, quesos y marisco.
La manzanilla es un vino con un perfil muy gastronómico y que marida muy bien con tapas, pescado, quesos y marisco.
Denominación de Origen Manzanilla
La manzanilla es un vino con un perfil muy gastronómico y que marida muy bien con tapas, pescado, quesos y marisco.

Aunque siempre da un poco de respeto asomarse al mundo de los vinos generosos, lo cierto es que son una opción estupenda para el verano. Así que se nos ha ocurrido que la manzanilla de Sanlúcar de Barrameda puede ser una buena puerta de entrada para perderles el miedo.

Frescos, salinos, con un precio muy asequible -absurdamente barato, no nos engañemos- la manzanilla de Sanlúcar además marida con casi todo. No es una forma de hablar, ante la duda una manzanilla y seguro que se acierta.

Quesos, embutidos, pescados, mariscos y, por supuesto, el jamón son algunas de sus mejores parejas. Así que estamos ante un trago perfecto, diferente y a muy buen precio para bebe este verano.

¿Qué es la manzanilla?

Sin entrar en muchos detalles, la manzanilla es un vino blanco elaborado exclusivamente con uva palomino fino y con crianza biológica bajo velo de flor. 

Un vino de entre 15 y 17 grados -se le añade alcohol para llegar a ese nivel mediante lo que se conoce como encabezado- que es casi idéntico al fino (uva, proceso…) excepto por un detalle: se produce en Sanlúcar de Barrameda.

Un lugar marcado por el sol, el Atlántico, las marismas de Doñana, el Guadalquivir y los vientos de Poniente que confieren a la manzanilla sanluqueña una marcada personalidad. 

La manzanilla hay que tomarla bien fría y en copa catavino o, mejor, de vino blanco.
La manzanilla hay que tomarla bien fría y en copa catavino o, mejor, de vino blanco.
Denominación de Origen Manzanilla

Y, por cierto, también una Denominación de Origen propia. De hecho, la vinculación de la manzanilla a Sanlúcar de Barrameda es tal que, nos explican sus responsables, no hace falta ni decir el lugar, porque manzanilla solo hay una y es de aquí.

Un vino complejo y con mucha historia, pero a la vez muy popular, festivo y fácil de beber. Quienes se animen a darle una oportunidad este verano, aquí van cuatro referencias bastante conocidas y fáciles de encontrar. 

Por cierto, hay que tomarlo bien frío y mejor en copa de vino blanco que en el clásico catavinos para poder apreciar todo su aroma.

Manzanillas de Sanlúcar
Manzanillas de Sanlúcar
Varios

Manzanilla Solear

Además de producir uno de los blancos más vendidos del país, la gama Solear de Barbadillo es perfecta para iniciarse en esto de las manzanillas. 

Un vino muy seco -abstenerse los que busquen blancos dulzones y florales- yodado y con una salinidad punzante que le da ese punto gastronómico y de maridaje que tanto nos gusta. Su precio de poco más de 6 euros es casi un regalo.

La Gitana

Otro clásico de sobra conocido incluso por quienes nunca han probado la manzanilla. Hasta ahora, porque La Gitana de Bodegas Hidalgo es otro de esos vinos sencillos y fabulosos a un precio increíble (sobre los 7 euros) que merece la pena probar y tener siempre a mano bien fresco. 

De nuevo la salinidad marina es la nota dominante, que aquí se combina con un agradable toque amargo que refuerza su frescura y ligereza.

Lustau Manzanilla en Rama

La gama de manzanillas contempla tres tipos: manzanilla, manzanilla en rama y manzanilla pasada. Aunque muchas bodegas ofrecen en su catálogo estas variedades, nosotros nos hemos tomado una copa de la manzanilla en rama de Lustau para hablar de este tipología.

La manzanilla en rama es, simplemente, un vino ni filtrado ni clarificado, sino que se embotella directamente desde la bota. Lo más parecido a estar en la propia bodega y probar el vino que el venenciador sirve en la copa.

Desde 2003 Lustau lanza este 3 en Rama Manzanilla, junto a las versiones en rama de sus finos de Jerez y El Puerto, componiendo así este trío. Se eligen para la saca las dos mejores botas de la bodega, dando lugar a un vino excepcional, en el que apreciar todo el potencial de la manzanilla. La botella de 50cl ronda los 17 euros.

La Guita Manzanilla Pasada

Este concepto de saca -la elección de determinadas botas por su evolución o características- nos lleva a catar una manzanilla muy especial: la saca especial con la que La Guita ha lanzado recientemente una edición de manzanilla pasada.

La popular marca de la bodega José Estévez apuesta así por una gama más selecta con ediciones especiales y limitadas. Pero, al tema, ¿qué es una manzanilla pasada?

De nuevo, una manzanilla no filtrada (en rama) pero que se deja más tiempo del habitual en la bota (unos 10 años), hasta que el velo de flor prácticamente ha desaparecido, provocándose una ligera oxidación.

El color se oscurece, adquiriendo un precioso tono dorado. Una manzanilla más concentrada, untosa y compleja que potencia aún más ese perfil gastronómico del que hablábamos.

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