Nos hemos (mal)acostumbrado a consumir cualquier fruta en cualquier época del año, algo que ni es saludable, ni mucho menos natural. ¿El precio a pagar? Despedirnos del sabor auténtico de cada fruta, restar los nutrientes que la naturaleza les habría otorgado recolectadas en su ciclo correcto, y un precio más elevado por lo precipitado de su cultivo antinatural.
Cuando hablamos de la idoneidad de consumir frutas de temporada estamos hablando de ir en consonancia con lo que la naturaleza nos ofrece. También, con aprovechar los nutrientes que nuestro cuerpo demanda en cada estación. Mientras que en los meses más fríos necesitamos la vitamina C (naranjas, mandarinas y limones son frutas de invierno), en verano demandamos menos calorías y más agua (melones y sandías la tienen, y mucha).
Ventajas de la estacionalidad
Cuando apostamos por las frutas de temporada, tenemos la certeza de que estas han cumplido su proceso correcto de maduración, con el sol y el tiempo necesarios. Esta circunstancia les otorga un sabor más auténtico que las que han crecido en invernaderos o madurado en cámaras frigoríficas.
Aparte del sabor, y el frescor, las frutas que se cultivan y consumen en la estación adecuada favorecen la producción local. Si proceden del entorno más cercano, el ahorro en transportes es evidente. Y la reducción del impacto medioambiental, también.
Antes de mostrar el calendario de las frutas de temporada, unas ideas importantes a tener en cuenta. La primera, hace referencia al color y el aspecto. En ocasiones, precisamente las frutas más "perfectas" aparentemente son las que han sido manipuladas de manera artificial. El color, sin embargo, nos da bastante información acerca del proceso de maduración: cuanto más intenso, más madura.
La naturaleza sabe lo que hace
Como en casi todo lo que tiene que ver con la naturaleza, lo más apropiado es hacer uso del sentido común. El mismo, que hace que las naranjas se alimenten de las lluvias y sean los meses de frío, 'sus meses'. Las fresas, por el contrario, necesitan bañarse del sol del verano para presumir de su característico color rojo.
Y luego nos encontramos con las épocas de transición, en las que las temperaturas más suaves hacen brotar las frutas algo más efímeras. Por ejemplo, los otoñales de ciclo corto como el caqui, la chirimoya o la granada, enemigos de los climas extremos.
Primer semestre del año: cuáles y cuándo
De enero a marzo es el momento de las frutas que se alimentan del frío. Enero es el mes óptimo de consumo del aguacate, kiwi, mandarina, naranja, limón, pomelo, papaya y plátano. De todas las frutas ricas en vitamina C, la palma se la lleva el kiwi, puesto que contiene cinco veces más de esta vitamina que la naranja. El limón es potente en antioxidantes, además de que tiene un papel importante para fortalecer el sistema inmunológico.
En los meses de febrero y marzo se mantienen las mismas frutas de invierno en su momento óptimo de consumo que en el primer mes del año, aunque con el comienzo de la primavera a finales de marzo empieza a asomar una nueva fruta: el níspero.
En abril, se mantienen como frutas de temporada el aguacate, la naranja, el limón, el plátano (presente de manera natural todo el año), y el recién llegado: el níspero. Mientras que en este mes, y dependiendo de la climatología, la fresa (rica en hierro y potasio) aparece en escena, la mandarina se bate en retirada.
Mayo, con la primavera florecida, sigue ofreciéndonos en todo su esplendor el aguacate, la naranja, el plátano, la fresa y el níspero. Las cerezas están en pleno apogeo ahora, y va entrando el albaricoque.
Ya en junio, con el comienzo del calor, el albaricoque tiende a ir desapareciendo. Las cerezas permanecen, y es plena temporada de ciruelas, melocotones, paraguayos, fresas, nectarinas y plátanos.
De julio a diciembre, cambio de tercio
Con el verano en marcha, el mes de julio se estrena con arándanos, frambuesas, nectarinas, peras, melones… y las primeras sandías. Con gran contenido de agua, la sandía llega para hidratarnos cuando comienza a apretar el calor. En la nevera, y una vez abierta, la sandía se conserva 4 días. Si te sobra, puedes trocearla y congelarla sin problema.
La fruta de temporada de agosto no varía con respecto a julio. A excepción de la uva y el higo que van asomando tímidamente. Septiembre repite frambuesas, peras, plátanos, uvas, higos y sandías. El mango está ahora en todo su esplendor.
El último trimestre del año es el idóneo para las frutas de ciclo corto. De octubre son: chirimoyas, granadas, membrillos, kiwi, mandarina, naranja, manzana, uva, piña, mango, pera, plátano y frambuesa. Noviembre y diciembre mantienen las frutas de temporada de octubre, aunque el año se despide con una novedad: los primeros caquis. Estas frutas comienzan a gestarse en verano, pero su periodo óptimo de maduración es el penúltimo mes del año.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios