Las tablas de madera son un utensilio imprescindible en cualquier cocina de España, se usan prácticamente a diario para elaborar cualquier tipo de receta. Sin embargo, mantenerlas en buen estado puede ser un desafío, sobre todo cuando empiezan a aparecer rajas o arañazos.
Pero tranquilo, afortunadamente existe un truco muy sencillo y efectivo que va a ayudarnos a mantener nuestras tablas de madera intactas durante mucho más tiempo, y solo se necesita una nuez para llevarlo a cabo.
El truco de la nuez para las tablas de madera
Con la tabla ya limpia y desinfectada, tenemos que abrir una nuez y partirla por la mitad. Es importante usar nueces frescas y no envasadas, ya que va a ser el aceite natural de este fruto seco lo que ayudará a tratar las fisuras de la madera.
Por lo tanto, tenemos que restregar por la tabla la carne de la nuez para que libere el aceite y cumpla su función reparadora. Además, este aceite no solo rellenará las grietas o arañazos de la madera, sino que también hará una capa protectora por todo el utensilio para prevenir futuros daños.
Después de restregar la nuez, tenemos que dejar reposar la tabla durante unos minutos para que se impregne muy bien del aceite.
Por último, y sin pasarla por agua, pulimos la tabla con un paño limpio y seco, quitando así cualquier posible resto de la nuez y dejando la superficie suave y brillante.
Beneficios del truco
El beneficio principal es la sencillez y asequibilidad de este truco, ya que en cualquier hogar se pueden conseguir nueces frescas para llevarlo a cabo.
Por otra parte, este truco es completamente natural y no estamos usando productos químicos que pueden dejar sabor en el utensilio y que se transfieran a los alimentos.
Cómo desinfectar una tabla de madera
Este tipo de tablas se deben lavar con agua caliente y el jabón habitual que usemos, pero es importante no sumergirlas mucho tiempo, ya que el exceso de humedad las puede dañar.
Para desinfectarlas es aconsejable usar vinagre blanco de limpieza mezclado con agua, ya que no es tan agresivo como otros productos químicos y cumple perfectamente su función.
Y el último paso es secar bien la tabla para evitar que la humedad penetre en la madera y la dañe. Para ello, usamos un paño limpio y luego la dejamos en posición vertical para que se airee por completo.
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