La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio sobre los huevos que se venden en los supermercados de España. Es uno de los productos que no suele faltar en ningún frigorífico. Y es que con él se pueden hacer todo tipo de comidas: tortilla de patatas, tortilla francesa, huevo frito, pasado por agua... Las opciones son infinitas.
Cuando se compran huevos en el supermercado, en el estuche en el que se venden se puede encontrar una serie de datos que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, el tipo de cría de gallina, el tamaño que tiene el huevo o la fecha de consumo preferente, entre otros.
Tal y como explica la OCU, la normativa actual exige que en cada uno de los huevos que se veden se tiene que indicar el código del sistema de cría y del productor. Esto quiere decir que los número, normalmente rojos, que se pueden leer en los huevos explican estos datos. La primera cifra corresponde con la forma de cría: producción ecológica (0), de gallinas camperas (1), de gallinas criadas en el suelo (2) y de gallinas criadas en jaula (3).
Después, está el país, es decir, en el caso de España será 'ES' y ocho número que será el identificativo de la granja. La normativa, según la OCU, no exige "que la fecha de consumo preferente esté impresa en cada huevo y, sin embargo, este es un dato relevante para el consumidor que no guarda el envase".
Una de las grandes preguntas que intenta resolver la OCU es si los huevos que se venden en los supermercados de nuestro país son realmente frescos.
La OCU se pronuncia sobre los huevos
En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios ha explicado que cada día que va pasando "el huevo va perdiendo frescura, hasta que, por ley, su vida útil se acaba a los 28 días de la puesta". La entidad considera que lo mejor es consumir los huevos "recién puestos o lo más cercanos a ese día".
El análisis de la OCU ha medido "el espesor de la cámara, la gravedad específica, el pH de la clara y otros parámetros para determinar el grado de frescura". Todos los huevos que se han analizado tienen el mismo margen de vida útil y "no todos los productos llegan con una frescura aceptable".
Por ejemplo, la institución ha dicho que los de tipo campero suspenden los huevos que venden en Aldi, Olé, Ahorramás, Carrefour y Alcampo. ¿Y a qué se debe? La OCU dice que es muy probable que sea debido a que "las condiciones de transporte y almacenamiento no hayan sido las idóneas".
La OCU explica que todos los productos que se han analizado cumplen con lo están anunciado, pero que existen casos en los que están "al límite inferior del peso de su categoría". Esto se debe a que "desde que se pesan, clasifican y etiquetan en el centro de embalaje, los huevos van mermando por el intercambio de gases y agua que se produce a través de la cáscara porosa".
Dependiendo de la temperatura y la humedad de conservación, la merma puede ser "grande y llegan a perder la categoría comercial con la que se había envasado". Por este motivo, la OCU dice que se debería poder garantizar que "el peso por el que paga el consumidor se mantiene dentro de los 28 días de vida útil".
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