La fórmula completa de la tónica de la que hablamos en esta ocasión es secreta y la conocen sólo cuatro personas del grupo Suntory en todo el mundo. Además, diferentes cajas fuertes entre Europa y Japón blindan en su interior la formulación escrita negro sobre blanco, como si de un thriller psicológico se tratase.
Al hecho de que esos cuatro elegidos nadie sepa quiénes son (entre ellos sí se conocen, pero el resto de trabajadores desconocen sus nombres y apellidos) se suma la prohibición de viajar juntos y una serie de medidas secretas que hoy, aunque no del todo (seríamos ricos si la tuviéramos), vamos a desvelar.
Una historia apasionante que, de paso, nos ha llevado a descubrir algunos ingredientes de su formulación que prevalecen más que otros, así como la técnica de carbonatación que les permite producir el doble de burbujas que las tónicas normales en el mercado.
Historia de un clásico chispeante
En 1783 nació el primer refresco de la historia. Jacob Schweppe, relojero suizo, inventó el proceso de carbonatación industrial del agua añadiéndole gas carbónico. Cien años más tarde, los soldados comenzaron a mezclar quinina (remedio natural contra la malaria) con agua carbonatada debido al mal sabor que tenía esta medicina.
La tónica se exportó en barco por el mundo, hasta el punto de que cuenta la leyenda que se encontraron botellas de esta bebida burbujeante en los restos del naufragio del Titanic. Las botellas tenían una forma característica de huevo que era clave para proteger la carbonatación: su forma sin esquinas permitían resistir mejor la presión interna generada. Se transportaba horizontalmente con el tapón de corcho humedecido para preservar la calidad del producto.
Fue de esta manera como nació la primera tónica del mercado. Más de 200 años después, la tónica Schweppes, perteneciente a Suntory Beverage & Food Spain, sigue siendo uno de los productos más icónicos del sector de las bebidas refrescantes. Pero ¿a qué se debe su éxito?
Como explica Verónica Cortés, directora de research & Development, "nuestros ingredientes y nuestro proceso de elaboración maridan perfectamente con nuestras burbujas, de tal forma que tanto la cantidad como la calidad de estas son las adecuadas en todo momento. Gracias a ello conseguimos que nuestra tónica mantenga la carbonatación durante el tiempo habitual de consumición, asegurando que la copa no quede plana, sin burbujas, y garantizando así la experiencia de consumo".
¿Ha cambiado su formulación en 200 años?
Como hemos podido averiguar, la esencia de la formulación no ha variado. "Lo que sí se ha hecho ha sido ir reduciendo poco a poco el contenido en azúcar (hasta un 70 por ciento menos) en los últimos 15 años para ir adaptando la tónica a las nuevas preferencias de los consumidores. Pero se mantiene la esencia de la marca, la carbonatación y nuestros aromas obtenidos por maceración siguen siendo los mismos y están inspirados en la fórmula original".
Los aromas de esta tónica, que tiene su centro tecnológico en Tordera (Barcelona), "son obtenidos por maceración de diferentes ingredientes de altísima calidad. Entre ellos están las especias (canela, cardamomo y enebro, entre otras) y cítricos (naranja y limón), aromas naturales, y la quinina con la que conseguimos ese amargor tan especial son alguno de los elementos esenciales de nuestra fórmula".
"La fórmula completa de la tónica es secreta y la conocen sólo cuatro personas del grupo Suntory en todo el mundo".
¿Cómo consigue esta tónica centenaria el doble de burbujas?
Para empezar a entender por qué se trata de una bebida carbonatada tan exitosa, debemos conocer el dato de que, en 2023, un instituto externo realizó un estudio para hacer la verificación de su extra de burbujas. Este estudio abarcaba más del 90 por ciento de las tónicas del mercado y reveló que "las burbujas de la tónica Schweppes se mantienen el doble que otras tónicas trascurridos 10 minutos desde que se abre la chapa".
A grandes rasgos, organolépticamente, si la carbonatación es muy alta, el producto es demasiado fuerte y molesta, por lo que la experiencia no es agradable. Pero si es baja, el producto queda plano y sin vida. Y es que desde el momento en el que abrimos cualquier tónica se produce una pérdida de carbónico, también al servirlo, ya que entra en contacto con el hielo, los cítricos o los botánicos de la misma copa. La gran diferencia, cuando existe, se detecta transcurrido un tiempo.
"La tónica Schweppes cuenta con una carbonatación inimitable debido a tres factores principales. Primero, una elaboración en la que interactúan agua, quinina, endulzantes y un ingrediente principal que causa el sabor: el aroma de tónica. Este último, es el que le da ese toque personal, ya que se trata de un ingrediente que no tiene ninguna otra marca porque se elabora en la propia compañía".
Otro factor que influye, y mucho, en el resultado final, es la existencia o no del equilibrio entre los ácidos, dulces y amargos.
Cortés explica que su tónica "tiene dos tiempos: el primero, un golpe intenso de aromas y sabores cítricos potenciado por las burbujas; y el segundo, donde la intensidad se reduce para permitir que afloren toda la complejidad y los matices de una tónica única, con un equilibrio perfecto, que te envuelve el paladar y te permite saborear una experiencia inimitable que se prolonga hasta el final de la copa gracias a las burbujas que siguen estando presentes”.
El secreto mejor guardado
Por lo que se refiere a la fórmula exacta de esta tónica que se mantiene más de dos meses macerando algunos de sus ingredientes, Cortés afirma que, obviamente, están obligados por la ley a mostrar los ingredientes. ¿Donde está el 'truco' entonces?
"En que nosotros compartimos el listado de ingredientes que lleva la tónica, pero no así la manera en la que los combinamos desde sus orígenes, ni tampoco los tiempos ni el procedimiento exacto que se lleva a cabo. Esos datos, fundamentales, son confidenciales".
Como ya hemos avanzado, sólo existen cuatro personas en la compañía en todo el mundo que conocen la fórmula exacta de la tónica, además de que su formulación está escrita y blindada en cajas fuertes desde Europa hasta Japón. Los cuatro miembros de la marca 'elegidos' tienen prohibido viajar juntos, y aunque ellos sí se conocen entre sí, nadie sabe sus nombres ni sus cargos.
¿Y qué pasará con la fórmula cuando esas 'elegidos' no estén?
"La fórmula se encuentra absolutamente protegida por política de empresa. En algunas películas como el Código Da Vinci se muestra una teórica fantasía que no imaginamos hasta qué punto puede ser realidad. Nuestra tónica es una de ellas, puesto que su fórmula está altamente protegida por su gran valor", comenta Verónica Cortés.".
"Por supuesto se asegura un plan de sucesión de tal manera que el Unique Know How, el conocimiento interno, se proteja independientemente de los cambios naturales de toda compañía. Más de 200 años de experiencia merecen todo el respeto y los consumidores merecen el mejor producto, el mejor proceso y una calidad garantizada, para una experiencia única, inimitable", concluye.
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