Desde hace muchos años, los investigadores buscan la receta de la eterna juventud en alimentos frescos y vegetales, así como en estilos de vida saludables para ganarle tiempo al tiempo. Entre todos los productos de los que presume la dieta mediterránea en España, "el aceite de oliva se ha erigido en el elixir dorado de la eterna juventud", expone la doctora Ana Molina.
El dermatólogo Jorge Soto, por su parte, creador del 'plato de la longevidad' (del que hablaremos más adelante), dice que "si queremos luchar contra el envejecimiento tanto sistémico como general de la piel, es imprescindible que practiquemos actividad física regular, tengamos amigos, no fumemos nunca y llevemos la dieta correcta. De esta manera te situarás todo lo cerca posible de a lo que te pueden llevar tus genes".
Así pues, además de hablar de lo importante que es el aceite de oliva en nuestra gastronomía, a través del World Olive Oil Exhibition (WOOE), aprenderemos a preparar el 'plato de la longevidad' que el doctor Soto presentó en la Sesión de Envejecimiento del Congreso Nacional de Dermatología y que, por supuesto, incluye aceite de oliva virgen extra entre sus ingredientes.
Propiedades del aceite de oliva
Como explica la dermatóloga y divulgadora Ana Molina, embajadora del aceite de oliva de la mano de la WOOE y la Junta de Andalucía, "está demostradísimo que este alimento tan nuestro es uno de los más beneficiosos para la salud, además de que ayuda a que la piel y el cabello estén más sanos, y tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del organismo. El aceite de oliva virgen extra es mucho más que un alimento saludable; es una forma de vida".
A pesar de que la dieta mediterránea es una joya gastronómica que nos pertenece, la doctora advierte de que "por mucho que presumamos de ella, las prisas y los alimentos procesados nos están alejando del mejor plan alimenticio que existe a día de hoy. Y eso que la dieta mediterránea ha demostrado ser el mejor modelo basado en la evidencia para la prevención cardiovascular".
El incremento de precios de algunos de los alimentos en los que está basada principalmente la dieta mediterránea, como el aceite de oliva, podría poner en riesgo este patrón tradicional de consumo, especialmente entre los más jóvenes y clases más desfavorecidas, al optar estos colectivos por los productos ultraprocesados y grasas saturadas por su menor precio, con las consecuencias negativas para la salud que esto puede tener a largo plazo.
En cuanto a sus cualidades organolépticas, el aceite de oliva puede utilizarse en crudo, y está indicado en los aceites de cosecha temprana. Su amargor otorga a nuestros platos un toque diferencial extraordinario. Pero es que el aceite de oliva virgen extra puede utilizarse para crudo en ensaladas, para cocinar cualquier tipo de receta, y también para frituras (en contra de lo que se cree, este tipo de aceite resiste muy bien las altas temperaturas, lo que protege los alimentos de las sustancias nocivas además de que 'chupan' menos grasa).
El 'plato de la longevidad' para frenar el paso del tiempo
Como nos explica al doctora Ana Molina, el aceite de oliva es tan recomendable que el doctor Jorge Soto, en su denominado 'plato de la longevidad', lo presentó como un ingrediente imprescindible. La receta fue presentada en el Congreso de Dermatología, y contiene todos los productos que tienen demostrada eficacia antiaging.
La receta de legumbres con queso y verdura, planteada para cuatro personas, es muy sencilla de preparar puesto que utiliza legumbres de las que vienen ya cocidas, e ingredientes que se sirven en frío a modo de ensalada. perfecta para los meses de verano, y para tener preparada en la nevera.
El 'plato de la longevidad' lleva 400 gramos de garbanzos cocidos, y 400 de lentejas también de bote. Eso sí, ambos productos deben estar perfectamente colados, para eliminar el líquido que los conserva. Además, incorporaremos 200 gramos de queso crema, una cebolla grande picadita, y dos dientes de ajo.
Por lo que respecta a las verduras que incorpora, el doctor sugiere 250 gramos de brócoli, 150 de espinacas, 400 gramos de tomate natural troceado (variedad al gusto del comensal), cilantro molido, comino, jengibre y cúrcuma, todos ellos en pequeñas cantidades (pellizco).
Para finalizar, el experto propone agregar una cayena sin trocear para no extender el picante, sal (no mucha) y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Con esto, tendremos asegurados todos los nutrientes esenciales a través de una completa ensalada que se sirve como plato único.
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