Hay muchas formas de animar una fiesta. La música, la decoración, la comida y los invitados son clave, pero también lo es la bebida que se sirva durante la noche. Si estás cansado de los típicos cócteles o de los clásicos chupitos de tequila, podemos inspirarnos en las fiestas estadounidenses para encontrar una idea de lo más original. Se trata de los famosos jelly shots o chupitos de gelatina, una preparación que se convertirá en la estrella de tus fiestas. Es una receta de lo más simple: basta con preparar gelatina de tu sabor favorito y utilizar alcohol en lugar de agua para cuajarla.
Los jelly shots son chupitos dulces, hechos a base de gelatina de colores y diferentes alcoholes, muy famosos en Estados Unidos y otros países anglosajones. Aunque lo común es utilizar alcoholes como el vodka o la ginebra, también puedes simplemente reproducir los cócteles que más te gusten en versión gelatina. Los jelly shots saben bien y son divertidos, y además no son nada fuertes: puedes aumentar o disminuir la cantidad de alcohol de los chupitos según tus preferencias, incluso hacerlos con bebidas sin alcohol para los niños o aquellos que elijan no consumir.
Estos chupitos pueden ser tan simples o tan complejos como prefieras. Pueden ser de un solo sabor o de más de uno, cuajando las diferentes gelatinas en varios tiempos para un resultado muy llamativo. También puedes rellenarlo de chuches o de frutas... Las posibilidades son infinitas. Esta es la forma de hacer la versión más básica, que solo incluye agua, azúcar, sobres de gelatina con sabor y alcohol, pero luego puedes variarla según tus gustos o los de tus invitados. Solo debes tener en cuenta que el alcohol se evapora con el calor, así que tendrás que añadirlo cuando la mezcla esté fría.
Chupitos de gelatina
Ingredientes
1 sobre de gelatina del sabor que nos guste
Agua
Azúcar
Vodka, ginebra o la bebida que prefiramos
Elaboración
Ponemos el agua a hervir sin el vodka, aproximadamente 250 mililitros.
Cuando el agua empiece a hervir, añadimos el sobre de gelatina y azúcar al gusto. Dejamos hervir durante un minuto.
Dejamos reposar la gelatina en un sitio fresco hasta que se enfríe, pero sin dejar que endurezca.
Cuando se enfríe ligeramente, añadimos el vodka (o cualquier otro alcohol) a la mezcla líquida.
Vertemos la mezcla de gelatina en envases de plástico del tamaño de vasos de chupito. Dejamos en el frigorífico o en un sitio fresco durante unas horas, hasta que se cuajen.
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