Así es la frittata, la fusión italiana de tortilla con quiche

Se podría decir que cuando se trata de preparar un picoteo hay algunos platos que no nos pueden faltar, como es el caso, por ejemplo, de nuestra archiconocida tortilla de patata. Un plato sencillo y que vuelve loco a mayores y pequeños. 

Si además de nuestros platos más populares como la tortilla, los embutidos o las aceitunas le quieres dar un toque internacional, seguro que para diperar no te faltan recetas como el hummus o el guacamole, y la pizza italiana o la quiche francesa para hacer poco de balsa. 

Quizás no has escuchado todavía hablar de la frittata, pero puede ser que a partir de ahora se convierta en tu receta de picoteo y entrante favorita. ¿Te imaginas la fusión de la quiche y la tortilla en un único plato? Pues ya está inventado. 

Un delicioso plato de aprovechamiento 

La frittata es una receta que se elabora normalmente con pocos ingredientes y que se trata de una receta de aprovechamiento en toda regla, ya que se puede hacer tan sencillo como prepararla con los ingredientes que tenemos por casa, o tan gourmet como los productos estrella que le queramos añadir. 

Levaduramadre Natural Bakery.

Elaborada a base de huevo y algún lácteo como queso o nata, la frittata más conocida es la de cipolle -cebolla en italiano- preparada con cebollas blancas fritas en abundante aceite de oliva, huevo, sal, queso y pimienta.

A pesar de tratarse de una receta que acepta todo tipo de ingredientes, la serittata di maccheroni es una de las más populares y está elaborada, literalmente, con los restos de la pasta del día anterior. 

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Según comenta Moncho López, de Levaduramadre Natural Bakery, esta receta "ha pasado de ser uno de los platos que los campesinos y pastores acostumbraban a llevar al campo a convertirse en la reina del tupperware, por lo que es fácil suponer que la frittata está igual de buena se coma fría o caliente y también es ideal para comer al día siguiente”.

Se trata de uno de esos platos de los que cada chef tiene su receta propia. Con aceite de oliva, con mantequilla, con queso, nata, leche... una vez tenemos lista la masa, podemos añadir todo tipo de verduras, hortalizas o frutas. ¡A gusto del consumidor!

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