Llegaron los fríos. Se está bien en casa... ¡y cómo ayuda comer algo caliente bajo techo para disfrutar de esa sensación de bienestar! En términos gastronómicos, la llegada de las bajas temperaturas a España significa que nos abonamos a la cuchara, los guisos y las ollas humeantes.
Para combatir el frío nada mejor que un reconfortante plato de cuchara. Por algo los grandes platos de cuchara españoles son básicamente de invierno. La gastronomía española posee un amplio y completo recetario de suculentos platos que no se comen con tenedor y cuchillo.
Pero en eso de plato de cuchara también caben los guisos, nutritivos, calientes y reconfortantes. Sopas, cremas, legumbres y guisos, aquí apuntamos unas cuantas ideas de platos para entrar en calor y hacer frente al frío del inicio de este año.
Sopas
El frío ya asoma: apetece sopa. Clara, espesa, con tropezones, de pescado, de ajo, de verduras, la sopa ofrece muchas posibilidades y es uno de nuestros grandes aliados en invierno. Elaborada a partir de productos naturales como las verduras, pescados, carnes y cereales, la sopa es muy nutritiva y tiene un efecto saciante, además de ser baja en grasas.
Un ejemplo es la sopa de picadillo. Pasa por ser una preparación de origen andaluz, pero hoy en día la sopa de picadillo se hace en todo el país. Es para muchos, por ejemplo, un clásico navideño. Esta sopa se hace, básicamente, con carne de pollo, fideos y huevo duro. También suele llevar tacos de jamón y es habitual que, al final, el caldo se aromatice con un poco de vino de Jerez.
Cremas
Las cremas de verduras son un clásico que no pueden faltar en nuestro recetario, sea verano o invierno. Es un plato sano y rico que, además, nos puede permitir aprovechar restos de hortalizas o esas verduras que están en las últimas.
Una crema, un puré de verduras es una receta saludable, saciante y nutritiva. De puerros, de calabaza, de calabacín, de champiñones… tan deliciosas y saludables como las sopas, pero algo más contundentes. Como esta crema de verduras básica.
Legumbres
Además de sanas, todas las legumbres están deliciosas. Son otro de los protagonistas del invierno en la cocina. Los distintos cocidos, fabadas, judías pintas, lentejas con chorizo y un sinfín de variedades.
Las lentejas, además, son fáciles de hacer y fáciles de hacer bien. Si por la tradición nos guiamos, las lentejas llevan alguna hortaliza y alguna variante cárnica procedente de la matanza, normalmente chorizo o morcilla. Claro que podemos hacer unas lentejas vegetarianas. Y recuerda, las lentejas no hay que ponerlas el día antes a remojo.
Pero un cocido con este frío sabe a gloria. No hay un cocido sino muchos. La mayoría de las regiones españolas tienen su cocido, aunque reciba diferentes nombres y cambien los ingredientes. Básicamente, un cocido es un guiso hecho en una olla con agua, en la que se cuecen juntas carnes, embutidos, verduras, patatas y legumbres.
Ante tanta variedad, aquí dejamos una receta más o menos genérica de lo que es un cocido, sin atenernos a ninguna de las diferentes variedades.
Guisos
Los guisos de carne son un básico de cualquier recetario. Con una base tradicional o con ingredientes raros y sorprendentes, los guisos siempre salen bien (o sea, que son fáciles de hacer). Y se agradecen, especialmente con el frío.
Hacer un guiso de carne consiste básicamente en mezclar la carne con un sofrito y dejarlo cubierto de vino/agua/caldo hasta que la carne esté hecha. Un ejemplo, este guiso de carne. Pero el recetario es largo: de callos, de caza, calderetas, estofados y también los guisos a base de pescado.
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