Panna cotta de almendra con salsa de cerezas, una versión saludable y vegana de la receta clásica

Andrea Carucci, autora de 'La cocina de la fertilidad', nos presenta todos los viernes recetas deliciosas y sanas.
Panna cotta con cerezas, un postre italiano.
Panna cotta con cerezas, un postre italiano.
Getty Images/iStockphoto
Panna cotta con cerezas, un postre italiano.

Qué nombre tan elegante y simple tiene este postre. La panna cotta ha cruzado fronteras y se ha convertido en un postre popular en restaurantes de todo el mundo. Su simplicidad y la amplia capacidad para combinarse con muchos sabores y presentaciones lo convierten en el favorito de los mejores chefs y amantes de los postres.

Es conocida por su textura suave y aterciopelada. Cuando se prepara correctamente, debe ser suficientemente firme para mantener su forma y deshacerse en la boca.

En sus orígenes, la panna cotta se preparaba utilizando huesos de pescado hervidos para extraer colágeno, que actuaba como gelificante. Con el tiempo, la gelatina comercial se convirtió en el ingrediente estándar para lograr la textura firme pero suave del postre. Actualmente, tenemos otra alternativa por si llevabas una dieta vegana, el agar agar, que nos dará una textura similar a la de su receta original

Cómo preparar la panna cotta de almendra

  • Porciones: 4-6
  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocción: 15 minutos
  • Tiempo de enfriado: 3 horas
  • Tiempo total: 3 horas y 30 minutos

Ingredientes

Para la panna cotta

  • 250 ml de crema de coco para montar o 1 lata de leche de coco de 400 ml (refrigerada durante 24 horas y separada la parte cremosa del agua de coco)
  • 250 ml de leche de almendras sin azúcar
  • 100 g de tu endulzante preferido
  • 5 g de agar agar o gelatina sin sabor (puedes usar gelatina ecológica)

Para la salsa de cerezas

  • 300 g de cerezas
  • 2 cucharadas de tu endulzante preferido
  • 40 g de agua

Elaboración

Preparación de la panna cotta

  1. Mezcla la leche de almendras con la crema de coco en una cacerola.
  2. Añade el endulzante y el agar agar (o gelatina sin sabor).
  3. Cocina a fuego lento durante 5 minutos, asegurándote de que la mezcla se integre bien y el agar agar se disuelva completamente.
  4. Vierte la mezcla en moldes individuales.
  5. Deja enfriar en la nevera durante al menos 3 horas o hasta que la panna cotta esté firme.

Para la salsa de cerezas

  1. Deshuesa las cerezas y tritúralas o aplástalas con un tenedor. Luego colócalas en una cacerola.
  2. Añade 2 cucharadas de endulzante y el agua.
  3. Cocina a fuego medio durante 5 minutos, mezclando hacia el final para que la salsa espese.
  4. Pasa la salsa por un tamiz si prefieres una textura más suave.

Servir

  1. Desmolda la panna cotta en platos individuales. Si tienes dificultades, puedes pasar agua templada por el exterior del molde.
  2. Sirve la panna cotta con la salsa de cerezas por encima.
  3. Decora con láminas de almendras si lo deseas.

¡Disfruta de esta deliciosa y cremosa panna cotta a la almendra con una refrescante salsa de cerezas!

Propiedades de las almendras

Regulación del azúcar en la sangre. Las almendras tienen un bajo índice glucémico y son ricas en fibra y grasas saludables, lo que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y previene los picos de glucosa postprandiales.

Control del peso. A pesar de su densidad calórica, las almendras son un excelente snack para aquellos que buscan perder peso. Su alto contenido en fibra, proteínas y grasas saludables promueve la saciedad y ayuda a reducir el hambre entre comidas.

Salud cerebral. La vitamina E, un potente antioxidante presente en las almendras, protege las células cerebrales del daño oxidativo. Algunos estudios indican que el consumo regular de almendras puede mejorar la función cognitiva.

Fortaleza ósea. Las almendras son una rica fuente de calcio, especialmente beneficioso para aquellos que no consumen lácteos. La ingesta regular de almendras puede ayudar a mantener la densidad y resistencia ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis. El magnesio y el calcio presentes en las almendras juegan un papel esencial en la salud ósea, apoyando la integridad estructural de los huesos. Además, varios estudios sugieren que el consumo habitual de almendras puede disminuir la actividad de los osteoclastos, las células encargadas de la resorción ósea, contribuyendo así a la prevención de la osteoporosis.

Riqueza nutricional. Las almendras son una fuente excepcional de nutrientes esenciales como proteínas, fibra dietética, vitamina E, magnesio, calcio y grasas saludables.

Salud cardiovascular. Incluir almendras en la dieta diaria puede favorecer la salud del corazón. Sus grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol "malo") y a aumentar el colesterol HDL (colesterol "bueno"), lo que potencialmente disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Referencias

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