Los planes de quedar para desayunar están genial, sí, pero seamos realistas: es fin de semana y nos encanta que se nos peguen -un poquito- las sábanas. Huyendo de los madrugones de la semana, el sábado y el domingo son los días perfectos para remolonear un poquito más en la cama, pero tampoco queremos perdernos el placer de quedar para disfrutar de la primera comida del día.
Ni breakfast ni lunch: brunch. O dicho en castellano, ni desayuno ni comida: almuerzo. Conocemos como brunch a esta comida intermedia entre el desayuno y la comida de medio día donde no faltan todo tipo de alimentos y nos aporta la energía necesaria para no necesitar sentarnos a la mesa más tarde.
En los últimos años esta costumbre británica se ha puesto muy de moda también en nuestro país, y es que la idea de poder quedar "a desayunar" sin necesidad de madrugar es sencillamente brillante.
Son muchas las cafeterías y restaurantes donde ya tienen menús especiales de brunch y se han hecho unos auténticos maestros de esta moda tan apetecible, pero aprovechando que todavía hace buen tiempo y aprovechándonos también de algún amigos con jardín, terraza, o en su defecto un salón grande, podemos preparar nosotros nuestros propio brunch en casa. Y si hablamos del brunch hay algunos platos que no pueden faltar.
Un clásico de los domingos
El concepto del brunch surgió en la Inglaterra del siglo XIX aunque no fue hasta la década de los años 30 del pasado siglo que se popularizó en Estados Unidos. Se trata de una comida clásica del domingo nacida para juerguistas a quienes lógicamente, no les puedes pedir un madrugón después de la noche del sábado.
Fue Guy Beringer quien en 1896 en un suplemento del Diccionario de Inglés Oxford aseguró que esta era la comida que hacían los domingos los juerguistas del sábado noche. Según Beringer el brunch es para socializar. "Mejora el humor, satisface a las personas consigo mismas y con sus semejantes y barre las preocupaciones de toda la semana.”
En un brunch está permitido prácticamente cualquier alimento dependiendo de las preferencias de cada uno, pero para hablar de brunch con propiedad, hay cosas que no pueden faltar.
Fruta, panes, huevos, dulces, lácteos, embutidos... esto es lo que tienes que poner en la mesa si vas a preparar un brunch casero.
Tostadas de aguacate y huevo
Hombre, es que el aguacate en cualquiera de sus variantes está -muy- de moda, por no hablar de los huevos... escalfados, benedict, cocidos... como más te gustes. En un brunch no puede faltar tostadas, y para matar dos pájaros de un tiro puedes preparar esta deliciosa tostada de guacamole casero con huevo poché.
En el brunch no pueden faltar diferentes tipos de panes para hacer tostadas e ingredientes para acompañarlo. Puede ser salado, como en el caso anterior, o dulces como mantequillas, mermelada, crema de cacahuete, frutas...
Tortitas
¡Que viva el dulce! El brunch tiene una parte salada y saludable, claro que sí, pero no por eso vamos a dejar de gochear. Para que un brunch triunfe no pueden faltar unas buenas tortitas americanas.
Puedes tomarlas con siropes, miel, crema de cacao, de cacahuete, diferentes frutas... o incluso acompañarlas con bacon o huevos al más puro estilo americano.
Bol de frutas y cereales
Otro clásico de los desayunos y de los brunch. Si estás preparando este almuerzo en casa no puedes dejar de ofrecer diferentes tipos de semillas o cereales, yogures o leches vegetales y frutas para preparar un delicioso bol.
Con una base de yogur puedes añadir cereales, chía, frutas como fresas, plátano, kiwi o arándanos y sumarle un poco de mantequilla de cacahuete, por ejemplo, para preparar un espectacular bol para tu brunch.
Smoothies y cócteles
Estamos en un brunch. Aquí hay un poquito de cal y otro poquito de arena. Por supuesto, al tratarse de un medio desayuno no puede dejar de haber café o leche, pero también puedes acompañarlo con batidos de frutas saludables.
Pero cuidado, que en un brunch que se precie tampoco pueden faltar cócteles como la Mimosa, a base de cava y zumo de naranja o Bellini, con zumo de melocotón. ¿Qué te apetece más?
Embutidos
Ñam ñam ñam. El dulce está genial, pero vamos a dejar paso también a un poco de producto de la tierra con unos buenos embutidos.
Una buena tabla de lomo, jamón, quesos... Puedes servirlo con unos picos para acompañar o servirlo en tostadas con el pan que ya hemos preparado. ¡Y tienes un auténtico brunch de categoría!
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