Seguro que en más de una ocasión te hayas encontrado en tostas, escabeches o baos unos trozos de cebolla de sospechoso color: un rosa intenso que en una primera toma de contacto te habrá costado identificar. Pues bien, se trata de cebolla encurtida, uno de tus mejores aliados para acompañar los platos.
Encurtir alimentos es uno de los procesos de conservación más más antiguos y sencillos para conservar alimentos y tenerlos listos para consumir en cualquier momento.
En el caso de la cebolla, con este proceso -además de un color espectacular-conseguimos un sabor ácido y una textura crujiente que combina a la perfección con carne y pescado.
Cebolla encurtida
Ingredientes
50 ml de agua
50 ml de vinagre
2 cebollas moradas
2 limones
Salsa de soja
Pimienta negra molida
Cilantro en grano
Sal
Elabración
1- Corta las cebollas en juliana fina y las ponemos en una bandeja de horno.
2- Echamos el zumo de un limón, una pizca de sal, lo removemos y dejamos reposar unos 15 minutos.
3- Una vez hayan pasado los 15 minutos, echamos el agua, removemos bien y escurrimos la cebolla.
4- En la misma fuente echamos 50 ml de agua, el zumo de otro limón, una cucharada de soja, vinagre y las especias. Añadimos la cebolla, removemos bien y lo dejamos macerando en la nevera al menos 6 horas para conseguir el color que esperamos.
5- Echamos la cebolla y el encurtido en botes y lo guardamos en un lugar fresco.
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