El brócoli es la hortaliza con mayor aporte nutricional por unidad de peso comestible. Y tiene muchas vitaminas: A, beta-caroteno, niacina, B1, B2, B6, E, ácido fólico y C. El brócoli es bueno de pies a cabeza, lo que significa que no hay que tirar el tronco (tiene las mismas propiedades que las flores de brócoli, aunque en menor intensidad).
Cuanto más fresco o mínimamente procesado más garantizamos una mayor densidad de nutrientes y compuestos beneficiosos. De modo que para aprovechar mejor todas sus propiedades lo mejor es consumirlo en fresco (ensaladas), o cocinado salteado o al vapor, pero siempre durante pocos minutos y a temperaturas que no sean altas.
Lo último que hay que hacer con el brócoli es hervirlo con mucha agua, alta temperatura y muchos minutos
Lo último que hay que hacer con el brócoli es hervirlo con mucha agua, a alta temperatura y durante muchos minutos. Si lo hacemos así, tendremos algo así como un puré de verdura deforme y sin propiedades. No habrá rastro de sus nutrientes (minerales y vitaminas) y antioxidantes (carotenoides, glucosinolatos y polifenoles).
Pero si no te animas a comerlo crudo o te cansa hacerlo siempre al vapor, puedes probar a hacerlo en el horno. Es fácil y el resultado, sano y ligeramente crujiente.
Brócoli al horno
Ingredientes
Brócoli (1 kilo)
Ajo (2 dientes)
Limón (1)
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta
Sal
Elaboración
1- Precalentamos el horno a 200 grados.
2- Cortamos el brócoli separando las flores y cortándolas en porciones más bien pequeñas, pero con tallo.
3- Del tronco central pelamos su parte exterior y lo cortamos en porciones de parecido tamaño.
4- Lavamos todo con agua y escurrimos (una centrifugadora de verduras viene muy bien para ello).
5- Pelamos y cortamos los ajos en láminas (no muy finas o se quemarán).
6- Sobre una bandeja de horno colocamos los trozos de brócoli y los ajos.
7- Rociamos con aceite de oliva, salpimentamos y mezclamos bien.
8- Metemos al horno unos 20 minutos (las flores más pequeñas tal vez tengamos que retirarlas antes) volteando si fuera necesario.
9- Sacamos, rociamos el zumo del limón, espolvoreamos pimienta y servimos.
Y sí, lo has pensado, un poco de queso por encima le vendría muy bien.
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