Para muchos el pollo asado es sinónimo de domingo en familia o de reunión de amigos, y es que lo de poner esta ave en el centro de la mesa y repartir a los presentes es casi un ritual.
Seguro que tú también tienes fichado en tu barrio un local donde preparan un pollo asado delicioso que te salva la vida cuando tienes invitado en casa y no has tenido tiempo de ponerte a cocinar, aunque ya sabemos que lo casero siempre -o casi siempre- nos sabe mejor.
Se podría decir que preparar un pollo al horno no tiene mayor complicación, aunque todos sabemos que estas recetas nunca son tan simples como parecen y para conseguir un resultado perfecto tenemos que tirar de truquitos.
Salmuera seca, que no sal
Que quede bien jugoso por dentro y la piel crujientita por fuera es una obra de arte, aunque no es tan sencillo como parece. O sí con este truco.
Aunque igual no lo tienes identificado, la sal no solo sirve para darle sabor a la comida, sino que también ayuda a desnaturalizar las estructuras de las proteínas, haciendo así que los ingredientes pierdan menos humedad y queden más jugosos.
Como no podemos echar sal a mansalva durante las horas que tenemos el pollo en el horno, lo ideal es utilizar salmuera, que no es otra cosa que una disolución de sal en agua.
Eso sí, para llevar a cabo este truco debes acordarte el día anterior de echar bien de sal de un tamaño mediano cubriendo todo el pollo y dejarlo en una rejilla sobre una bandeja para que suelte todos sus jugos. Una vez listo, lo metemos en el frigorífico entre 12 y 24 horas. De esta manera, la sal penetra, absorbe la humedad y crea una salmuera concentrada que permite que el interior del pollo conserve su humedad y el exterior, es decir, la piel se quede bien crujiente.
Algo que también debes tener en cuenta a la hora de preparar el pollo asado es olvidarte de añadirle líquidos durante la cocción y así ayudarás a obtener un resultado mucho más crujiente.
Propiedades del pollo
La carne de pollo es un alimento muy común en todas las casas, especialmente por su alto valor nutritivo, su bajo costo y su versatilidad, por sus múltiples opciones de preparación. Además, es bajo en grasa y en calorías, y tiene un alto contenido en nutrientes, vitaminas y proteínas de alto valor biológico que suministran aminoácidos esenciales para nuestro organismo y su correcto funcionamiento.
Entre sus propiedades, el pollo, aumenta los niveles de serotonina en el cerebro para aumentar nuestro estado de ánimo, ayuda a luchar contra la pérdida ósea, mantiene los vasos sanguíneos sanos y produce altos niveles de energía.
Por cada 100g el pollo tiene:
- Proteínas 30 g
- Grasa 7,7 g
- Grasa saturada: 2,2 g
- Hidratos de carbono : 0g
- Calorías: 195
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