El truco para hacer unas patatas fritas perfectas en casa

Las patatas fritas son el ejemplo de lo fácil que es triunfar con las cosas simples. Cuando nos tenemos que poner exquisitos tiramos de los alimentos más exclusivos, esos que se comen en las grandes ocasiones y que nos cuestan un ojo de la cara. Pero cuando hablamos de los manjares del día a día, pocas cosas como una buena ración de patatas fritas con sus salsas. 

Da igual la edad que tengas, porque no te vas a poder resistir a un plato de estos bastones que nos tienen enamorados. Seguro que tú también tienes tu restaurante fetiche para comer patatas fritas, o tu manera estrella de prepararlas. 

Las patatas nos pueden salir bien o muy bien, pero es muy complicado que preparemos patatas fritas y no nos gusten. Aunque cogerle el punto de fritura para conseguir, por dentro una patata tierna y por fuerza una corteza crujiente también tiene su aquel. 

Por ello te contamos el truco para conseguir las mejores patatas.

Dos cocciones para un mejor resultado

Ya no es un secreto para nadie que hacer patatas caseras y hacer el proceso de fritura en dos con diferentes temperaturas es una manera muy sencilla de conseguir un mejor resultado, ya que por fuera se quedarán crujientes pero por dentro estarán lo suficientemente hechas. 

Existe otra alternativa más cómoda y limpia para cocinar de dos veces las patatas, y es utilizar el horno. En lugar de tener que freír, escurrir el aceite y volver a freír, es mucho más cómodo hornear las patatas y una vez las saquemos del horno, pasarlas por la sartén.

Para conseguir el mejor resultado, metemos las patatas al horno suavemente debajo de una tapa de aluminio, horneamos unos minutos y cuando comiencen a ablandarse, echamos las patatas a la sartén, con abundante aceite bien caliente hasta que se queden bien crujientes. 

Si quieres darle un extra de sabor durante la cocción en el horno puedes añadir un poco de ajo y romero y conseguir un resultado espectacular en tus patatas.