Un caldo de huesos, la receta más reconfortante para olvidarte de los excesos

Caldo de huesos
Caldo de huesos
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Caldo de huesos
Caldo de huesos Dificultadbaja Tiempo8 – 24 horas Raciones8 Calorías289 kcal

Después de tantos días de fiestas, te sientes inflamado, lleno de toxinas y cuesta levantarte por la mañana. Pues lo mejor es un buen caldo, esos que curan el alma y reconfortan hasta la última célula de tu cuerpo. De esos que tienen superpoderes antiinflamatorios y regeneran las mucosas del aparato digestivo. ¡Qué no falte!

Uno de los principales ingredientes de este caldo es la cúrcuma, esta planta que se considera extremadamente saludable, y que es el ingrediente básico de casi todos los curry.

Se puede utilizar fresco o en polvo. Su principal ingrediente activo es la curcumina, un compuesto con virtudes antioxidantes y antiinflamatorias. La curcumina ayuda al cuerpo a defenderse de la acción perjudicial de los radicales libres -oxidantes-, y puede ayudar a prevenir -o incluso a tratar- la artritis, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los trastornos neurológicos.

¿Cuales son los beneficios?

Antiinflamatorio: la cúrcuma contiene aceites volátiles con potentes propiedades antiinflamatorias. Su compuesto más importante es sin duda la curcumina, que le da su hermoso color brillante.

La curcumina tiene un efecto comparable al de las moléculas farmacéuticas como la hidrocortisona y la fenilbutazona. Puede administrarse para aliviar la artritis reumatoide, tratar el síndrome del intestino irritable, proteger contra la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovasculares, previniendo la acumulación de depósitos en las paredes arteriales.

Protege nuestro cerebro: los antioxidantes de la cúrcuma ayudan al cerebro a protegerse del daño causado por los radicales libres (oxidantes).

Previene el cáncer: en estudios recientes se encontró que la curcumina puede inhibir el crecimiento y la proliferación de las células cancerosas.

El rizoma: su magnífico color naranja se debe a la curcumina, un potente compuesto antioxidante y antiinflamatorio.

¿Cómo aprovecharlo al máximo?

Fresco o seco: el rizoma fresco de cúrcuma puede sustituir al jengibre en casi todas las recetas. Su polvo es un ingrediente esencial del curry.

Las hojas: puedes sazonar tus platos (currys) con hojas de cúrcuma, o servirlas para envolver los alimentos durante la cocción.

No olvides el aceite y la pimienta: la curcumina es más fácilmente asimilada por el cuerpo en presencia de grasas, como el aceite de oliva o de coco, el ghee o la mantequilla y para activarla es indispensable acompañarla con pimienta. La cocción también favorece su absorción.

Las hojas: las hojas también contienen curcumina, así como pequeñas cantidades de vitaminas y minerales. Prueba a germinar la raíz (cómprala de origen ecológico) y prueba a plantarla en primavera. Sus hojas son maravillosas y si logras que florezca te va a sorprender por su belleza. 

Caldo de huesos

Ingredientes 

1 kg de huesos de ternera

2 litros de agua 

2 C de vinagre de manzana 

1 cebolla

2 puerros

2 zanahorias

1 rama de apio (opcional)

4 trozos de calabaza (opcional)

1 cucharada de cúrcuma, en su defecto pasta dorada

1 manojo  de perejil (agregarlo 30´ antes de terminar la cocción)

Bayas de pimienta de Jamaica o la pimienta que tengas

1/2 cabeza de ajo

3 o 4 hojas de laurel

1 clavo de olor

1 vaina de cardamomo

1 cucharada de sal

1 cucharadita de jengibre en polvo o fresco (opcional)

1/2 cucharadita de semillas de cilantro recién molidas (opcional)

Elaboración

Pon todos los ingredientes en una olla de cocción lenta a temperatura baja o en una olla común. También puedes usar una olla eléctrica  en modo slow cooker (si tiene esa función, dependerá del modelo) y cocina de 8 a 24 horas o más.

Pasado el tiempo, deja enfriar.

Retira los huesos y las verduras y envasa en tarros de cristal que aguantarán en la nevera unos 4 o 5 días.

Notas

  • Si no tienes ternera puedes reemplazarlo por huesos de pollo, cerdo, pavo, cordero, o en combinación. También puedes optar por huesos de pescado.
  • Si tienes demasiado caldo puedes congelar una parte. Para descongelarlo lo mejor es pasarlo del congelador a la nevera para que pierda temperatura de forma progresiva.  
  • Si los huesos tienen tuétano, ¡cómetelo!
  • También puedes aprovechar las verduras del caldo para hacer la base de un puré añadiendo otras verduras como calabacín o calabaza al horno y la carne de los huesos. Puedes agregar todos estos ingredientes al vaso de tu batidora y a triturar. Corrige la sal al final si fuera necesario.

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