Sofisticados o familiares, los chiringuitos son parte del paraíso que son las playas... españolas. La mayoría de quienes nos visitan no se quieren ir sin tomarse un refresco o una cerveza y una ración de pescado o marisco frente al mar, en uno de estos locales playeros. Además, muchos son ya templos de la gastronomía.
Los chiringuitos de playa son el mejor lugar del verano. De eso sabe mucho la provincia de Cádiz. Lugar privilegiado, su costa nos regala vistas, brisa y maravillosos atardeceres. Hay muchos chiringuitos para disfrutar todo ello, estos cinco están entre los mejores.
Tirabuzón (Cádiz)
Es uno de los chiringuitos más célebres de Cádiz, rozando lo mítico. Está enclavado desde 1982 en la playa de Santa María del Mar, la más pequeña y recogida de la capital gaditana. Empezó como un quiosco de madera con cuatro mantecados, bocadillos y refrescos y pasó a ser un servicio de restauración en playa. Según la revista Tapas, cumple las cuatro claves del buen chiringuito: ambiente, ubicación, coctelería y cocina. Pescados de la lonja de Conil como borriquetes, urtas, doradas, sardinas, caballas y corvina; también los típicos fritos gaditanos como las tortillitas de camarones o sorprendiendo con sus ortiguillas con wakame. Además, ensaladilla con carpaccio de gambón, ajo blanco malagueño con sardina ahumada o pata de pulpo brasa sobre mojo.
La Luna (Zahara de los Atunes)
Aparece en más de una lista como uno de los mejores chiringuitos de Cádiz y del país (hasta le dieron el Premio Nacional de Gastronomía en 2015). Con vistas al mar sobre la playa del Carmen, gracias a su excelente ubicación es uno de esos sitios a los que hay que acudir para disfrutar de la puesta de sol. Cuidan la gastronomía, con sus pescados de la bahía, el atún del almadraba y los arroces. Y en esos atardeceres mágicos, música: flamenco, pop o DJ en directo.
Saam Club del Mar (Chipiona)
Está en plena costa de la Grajuela, en la playa del Niño Oro de Chipiona (era el antiguo club Banana Playa Bar). Al llegar destacan las escaleras con acceso directo al mar. En lo de comer y disfrutar comiendo, cocina de kilómetro 0: croquetas de puchero, risotto de setas y lagartito con velo de panceta, lubina de estero de Trebujena, tomates de autocultivo con pulpo o spaghetti con pesto rosso y chicharrón de Cádiz. Después, sigue siendo un lugar perfecto para una sobremesa y también para acabar el día: la puesta de sol en plena desembocadura del Guadalquivir, con Doñana a las espaldas. Perfecto.
Jaima Meccarola (Los Caños de Meca)
Es uno de los locales emblemáticos de Los Caños de Meca, con sus jaimas del desierto y sus suelos de alfombras, conectado con el edificio y su gran cristalera. Gracias a su inmejorable localización aquí se disfrutan maravillosas puestas de sol. Para comer, por tercer año consecutivo será el restaurante sevillano Petit Comité el que pone su sello particular en su carta gastronómica. En la terraza de su restaurante ofrecen platos con productos de la tierra y combinan la cocina de autor con las carnes y pescados a la brasa. Tienen carta de cócteles eleborados. Y como dicen ellos, "todo ello marinado con las vistas al Cabo de Trafalgar y su faro al fondo".
Tumbao (Tarifa)
Se encuentra en la famosa playa de Valdevaqueros. Es un auténtico balcón con vistas maravillosas al océano. Para beber, cócteles artesanales. Para comer, una parrilla estupenda donde se cocinan hamburguesas de carne retinta (kilómetro 0) y cocina mediterránea. Para acompañarlo todo, actuaciones musicales en vivo.
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