En España contamos con una gastronomía envidiable y grandes restaurantes con estrella Michelin de todo tipo. Desde comida mediterránea, hasta comida mexicana, pasando por diferentes tipos de cocina fusión. Y aunque el sabor y la presentación es lo más importante, también valoramos que el lugar cuente con una buena decoración o unas buenas vistas. En definitiva, que sea un espacio peculiar y creativo.
Si hablamos de peculiaridad, uno de ellos se lleva la palma: el restaurante Canfranc Express, en Av. de Fernando el Católico, 2 (Huesca), acaba de ser premiado con la estrella gastronómica y se encuentra en una antigua estación de tren. Sí, dentro de un vagón.
Canfranc Express, un restaurante en un vagón de tren
Se trata de un hotel de lujo entre las montañas del Pirineo Aragonés (Huesca). Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel 5 estrellas Gran Lujo es una antigua estación de tren reconvertida que mezcla tradición y modernidad, y está ubicado en la histórica estación internacional de Canfranc, inaugurada en 1928.
Además de la experiencia de alojarse en este edificio histórico, el hotel cuenta con una propuesta gastronómica diferente de la mano de Eduardo Salanova y Ana Acín.
El restaurante abrió sus puertas el pasado 25 de junio y, el 28 de noviembre, cinco meses después, fue galardonado con una estrella Michelin en una gala que, por primera vez, reparte solo las estrellas de España.
La cocina del restaurante con estrella Michelin Canfranc Express
"Pintada salvaje criada en Los Monegros y remolacha, su Trilogía del cordero (uno de los pases está asado con algas que aportan salinidad), una llamativa Borraja marina en forma de corona… el chef Eduardo Salanova, natural de Canfranc, plantea un único menú degustación de alta cocina aragonesa, con delicadas influencias galas y los mejores productos de la zona", sostienen desde la Guía Michelin.
El precio medio del cubierto ronda los 170 euros y entrar es toda una experiencia, según explican desde la Guía Michelin: "El viaje empieza en el andén de la estación (data de 1928) y un salvoconducto nos traslada a la historia viva del lugar, a una época de entreguerras donde tampoco faltaban los espías. A continuación acompañan en un pequeño recorrido por las partes más bellas del edificio hasta acceder a los dos vagones restaurados (solo uno, con tres mesas, da servicio gourmet).
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