![La Ancha](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2020/06/26/la-ancha.jpeg)
Con las terrazas pasa como con las bicicletas, ¿son solo para el verano? Por supuesto que no. De entrada porque el buen tiempo ha roto los límites del verano y, cambio climático de por medio, el buen tiempo llega muchas veces al otoño y a la primavera. En España, en cuanto sale el sol y el termómetro supera los 15 grados, nos echamos a las terrazas.
Pero hasta en invierno hay posibilidad de sentarse a comer o cenar en una buena terraza. Hay restaurantes que tienen magníficos espacios cubiertos, acristalados y calentitos. Son los locales con terraza de invierno y en Madrid hay unos cuantos muy acogedores. Estos que siguen son buenos ejemplos.
Villa Verbena
Paseo María Teresa, 3
Destaca su cenador acristalado que se asoma a la Casa de Campo y nos regala unas impresionantes vistas. La cocina una sencilla, sabrosa y efectiva como todo lo que hace el grupo TriCiclo (aquí con el concurso de The Hat). La carta está hecha de platos reconocibles, elaborados con producto de calidad con la garantía, como anchoas a la bermeana, espárragos blancos a la brasa con velo ibérico, mero rubio de anzuelo o tajada de rodaballo con verduritas.
El Jardín de Arzábal
Calle de Santa Isabel, 52
Se ubica en el Museo Reina Sofía, en el emblemático edificio Sabatini. La dirección corre a cargo de Álvaro Morales e Iván Castellanos, con una gastronomía tradicional y castiza pero modernizada. Su terraza acristalada representa un jardín y a ella se suma un pabellón completamente cerrado y con chimenea. Imprescindibles sus anchoas del Cantábrico, sus croquetas de ibérico con leche de oveja, la sartén de huevos con trufa o sus torrijas. Sin duda, uno de los mejores restaurantes con terraza para el invierno madrileño.
La Casa de Cristal
Calle Pedro Muguruza, 1
De aspecto tropical, en realidad lo suyo es la comida tradicional, pero actualizada. Una gran terraza acristalada da cobijo a un comedor ajardinado. Ya sea en su carta o como plato del día, su cocina ofrece platos bien conocidos. Algunos son de temporada, pero podemos encontrar el cachopo con jamón ibérico, arroz caldoso de pollo y verduras, albóndigas de rabo de toro, fabada asturiana o su cocido en dos vuelcos.
La Ancha
Calle Principe de Vergara, 204
Ha ido pasando de padres a hijos desde 1930. La tercera generación de la familia Redruello sigue haciendo la misma y riquísima cocina popular, con esos sabores tradicionales. Buen producto, buen servicio y una acogedora terraza. La carta cambia cada día y muestra raciones generosas: escalope Armando, daditos de merluza, tortilla con almejas...
Berlanga
Avenida de Menéndez Pelayo, 41
Aquí su terraza nos protege del frío y nos mima con los arroces de Valencia. En el local de José Luis Berlanga (hijo del gran cineasta) los hay clásicos, como paellas, senyorets y a banda, pero también otros más novedosos como los de gambón y espinacas, rape y puerros o el de verduras. También tostas, croquetas y ensaladas. Avenida de Menéndez Pelayo, 41
Hevia
Calle Serrano, 118.
La barra fue el origen de este clásico del barrio de Salamanca y eso ocurrió en 1964, de la mano de Pepe Hevia. Ya estaba ahí su ensaladilla de ahumados que hoy es un indispensable de su carta. Pero también estaba la terraza, que tiene, pues, casi sesenta años. En ella es posible disfrutar de una suculenta cocina asturiana.
Portonovo
Calle Aguaron, 7
Situado en el barrio de Valdemarín, es un clásico con más de cincuenta años de buena comida gallega. María Jesús y Luis Limeres están ahora al frente de este restaurante. Perfecto su salón descubierto. Es un espacio con amplias cristaleras cuyo techo se transforma, permaneciendo abierto o cerrado según la temperatura exterior. Un plan perfecto en invierno. Para comer, todo lo bueno que da Galicia: zamburiñas, almejas, pulpo a feira, cocido gallego, etc.
Fellina
Calle Caracas, 21
En pleno barrio de Almagro está este restaurante italiano de moda en Madrid y su terraza. Su decoración busca transportarnos al Trastevere de Roma. Está dividido en varios espacios, una zona de terraza interior a pie de calle y la sala, arriba. A la hora comer, mucha pasta rica: tortelloni negros de marisco, tortelloni burrata y tartufo o rigatoni con boletus. Y pizzas, la de burrata con salsa de tomate, parmesano y rúcula o la de vitello, pollo y cebolla.
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