El templo del atún de almadraba (incluido el postre) está en Andalucía y se llama Atunante

Con la infinita Playa de La Barrosa de Chiclana de la Frontera (Cádiz) a escasos metros y rodeado de un majestuoso bosque tropical, este restaurante temático nos ofrece su tesoro, el atún de almadraba de la zona en mil y una versiones, todas sorprendentes.
Carámbano de Toro de Mar con Atún Toro y Lomo crudo, de Atunante.
Carámbano de Toro de Mar con Atún Toro y Lomo crudo, de Atunante.
Manolo Yllera
Carámbano de Toro de Mar con Atún Toro y Lomo crudo, de Atunante.

Cuando cae la tarde, y hace acto de presencia esa brisa gaditana tan característica (y tan de agradecer), un majestuoso jardín de cinco estrellas en la localidad gaditana de Chiclana de la Frontera, nos conduce hasta un restaurante especializado en la joya de la corona gaditana: el atún, cocinado de mil formas diferentes (y todas riquísimas).

Sin embargo, y a pesar de que toda la oferta gastronómica del complejo hotelero en el que está ubicado el restaurante es digna de mención, en esta ocasión la idea es disfrutar del gran tesoro de las aguas de la zona: el atún rojo de almadraba, ese exquisito y exclusivo pez que pasa por el Estrecho tras recorrer miles de kilómetros desde el Mar del Norte hasta las cálidas aguas del Mediterráneo, con la intención de reproducirse.

Si crees que has probado atunes ricos, te proponemos reservar en Atunante. Por mera comparación, podrás darte cuenta de que el atún rojo de almadraba es otra historia y que, en este caso, se puede cocinar en versiones que jamás hubieras imaginado (incluido en el postre).

Aproximación al atún rojo de almadraba

No todo el atún es igual. Hasta aquí estamos todos de acuerdo. Pero es que cuando has probado el de almadraba, cocinado y crudo, y en diferentes versiones que incluyen hasta un postre de atún, ya no hay vuelta atrás. 

El atún rojo de almadraba está profundamente arraigado en las raíces gaditanas.
El atún rojo de almadraba está profundamente arraigado en las raíces gaditanas.
Atunante

El atún salvaje de almadraba es la joya de la corona en la Bahía de Cádiz, donde se denomina a este manjar que nos regala el mar 'oro rojo', alimento profundamente arraigado en la cultura gaditana. Raíces y proximidad son sus coordenadas, y en el restaurante Atunante del hotel Royal Hideaway Sancti Petri está el epicentro de este terremoto gastronómico

Para quienes tienen dudas sobre el verdadero significado de la palabra 'almadraba', e incluso para todos aquéllos que piensan que el término hace referencia a su lugar de origen o a una especie, comentar que la almadraba es en realidad un arte de pesca tradicional y sostenible que incluye un entramado de redes que dirigen a los atunes hacia la zona en la que serán capturados.

El atún que llega hasta la Bahía de Cádiz y del que se aprovecha absolutamente todo, es un producto exclusivo y muy valorado gastronómicamente por su cremosidad, y también por sus grandes propiedades saludables. Portador en cantidad de ácidos grasos omega-3, el atún de almadraba es un potente arma cardioprotector.

Además, este tipo de atún rojo es rico en magnesio y fósforo, en hierro, en vitaminas del grupo B y E (antioxidante), al tiempo que aporta muy pocas calorías y mejora la actividad cerebral.

En entorno muy agradable, con mensajes subliminales divertidos

Como comentábamos anteriormente, cenar en el restaurante Atunante (sólo está disponible en servicio de cenas) es toda una experiencia que hay que vivir. A su idílico entorno, a pie de playa en Novo Sancti Petri (Chiclana de la Frontera, Cádiz) y dentro del hotel, Atunante suma una propuesta gastronómica que no deja a nadie indiferente.

Los guiños con sentido del humor están presentes en Atunante.
Los guiños con sentido del humor están presentes en Atunante.
M. Yllera

Puesto que la noche en la que vamos a probarlo corre una brisa muy agradable, preferimos cenar en la terraza. Junto a nuestra mesa, nos llama la atención un cartel que preside el restaurante, y que reza "Para hacer bien el amor hay que venir al Sur. Atunante (por amor)". Enseguida descubrimos que los guiños de humor están por todas partes.

Reproducciones de atunes colgando del techo, mensajes poéticos en torno al atún no exentos de algún guiño divertido, y una interpretación del cuadro de Rembrandt al fondo del salón cerrado en el que se reinterpreta su 'Lección de Anatomía' con el despiece de un atún nos ubican: estamos en el templo del atún, y aquí todo gira en torno a este delicado y sabroso pescado.

La carta de Atunante, pura poesía

Y puesto que la cocina de Atunante es una experiencia en sí misma, original versión de las diferentes partes del atún, cocinadas o crudas pero siempre sorprendentes, la carta no podía no estar a la altura.

Solomillo de atún a la plancha.
Solomillo de atún a la plancha.
S.G.

Nuestro primer plato se llama 'Algo contigo… Carámbano de Toro de Mar', y es un exquisito tartar de Atún Toro y Lomo Crudo que sirven en una especie de cucurucho (de ahí lo de carámbano) comestible. En el emplatado, se añaden unas algas. Sencillamente sublime.

A continuación, le llega el turno a 'Los Reyes del Estrecho. Levantera', que es una jugosísimo solomillo de atún a la plancha, vuelta y vuelta, que no necesita mucho más porque es un absoluto placer para el paladar. La grasa (saludable) que inunda cada bocado del solomillo nos transporta a otra dimensión gastronómica. 

Coulant de atún con helado y dulce de leche.
Coulant de atún con helado y dulce de leche.
S. G.

Para rematar, 'Me muero por ti… Bocaito' pone el broche de oro con un coulant de atún, bola de helado y dulce de leche que demuestra que del atún se puede obtener todo lo que el chef quiera, incluido un postre dulce.

No queremos dejar atrás el menú sin comentar que repetimos (varias veces) el excelente pan de cúrcuma que sirven a Atunante Daniel Ramos y Ángeles Aido de La Cremita de Sancti Petri, y que obtuvo el premio Miga de Oro en 2021. ¡Riquísimo!

Del atún se aprovecha todo… y todo está rico

Además de los ejemplos que hemos descrito de la carta de Atunante, el restaurante ofrece menús degustación y una carta que también incluye alguna concesión a los quesos gaditanos así como a otras especialidades del mar. Pero si hemos venido al atún, hay que probar el atún, sin duda.

Salón interior de Atunante, con representación del ronqueo en el mural ilustrado de la pared.
Salón interior de Atunante, con representación del ronqueo en el mural ilustrado de la pared.
A.T.

Para quienes se alojen en el hotel, Atunante es una opción fantástica para vivir la cocina de proximidad y territorio (además de disfrutar de un hotelazo cinco estrellas que lo tiene todo vayas solo, en pareja o en familia). Pero la buena noticia, además, es que si estás por la zona de Chiclana de la Frontera, puedes reservar en Atunante sin ningún problema, puesto que no es obligatorio ser cliente del hotel para disfrutar del templo del atún de almadraba.

Si vas, al fondo del salón interior verás el cuadro emulando Lección de Anatomía de Rembrandt y un despiece del atún de lo más didáctico. En el lenguaje gastronómico, este despiece se denomina ronqueo, y en este cuadro de Atunante podrás distinguir de un solo vistazo dónde están el morrillo, el morro, el solomillo, la espineta negra, la ventresca o el tarantelo.

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