Un buen artículo homenaje a 'Las chicas Gilmore' sería un trabalenguas de infinitas subordinadas cargadas de humor ingenioso y referencias pop bajo manchones de café recién hecho. Se escribiría a mano en alguna mesa del local de Luke (Scott Patterson), lejos de las ventanas, no vaya a ser que Kirk (Sean Gunn) vuelva a perder el control del coche. Nada de móviles, solo cafeína y hamburguesa con patatas fritas. Tal vez helado de Ben & Jerry’s de postre.
CinemaníaEl 5 de octubre del año 2000, hace 22 otoños, Lorelai Gilmore (Lauren Graham) pedía dinero a sus padres, con los que no tenía relación, para poder matricular a su hija Rory (una debutante Alexis Bledel) en Chilton. Así arrancaban siete temporadas de cenas de los viernes con los abuelos por puro chantaje, maratones de baile, novias a la fuga, Yale, dedicatorias de amor en karaokes, pizzas de cumpleaños y hasta Brigadas de vida y muerte. Desde CINEMANÍA queremos reivindicar los 25 motivos por los que esta ficción nos hizo desear mudarnos a Stars Hollow.
Cinemanía'Las chicas Gilmore' tiene una canción de cabecera de esas que, tras escucharla, no puedes parar de tararear. Compuesta en 1970 por Carole King y Toni Stern, 'Where You Lead' fue tachada de machista por aquel entonces. Sin embargo, al ser reeditada por King y Louise Goffin para la serie, se convirtió en un himno al amor maternofilial entre Lorelai y Rory.
Y es que esa relación entre una madre de 32 años y su hija de 16 es la verdadera protagonista de la serie. Una relación, por otra parte, casi más de amigas. Se quedan hasta las tantas viendo la tele, comiendo pizza y bebiendo café, y pueden hablar de cualquier cosa, también de hombres. Lorelai (Lauren Graham) saca la mejor versión de Rory (Alexis Bledel) y viceversa; la una es la media naranja de la otra.
Y hablando de medias naranjas... La empollona Rory Gilmore los trae locos. La rompecorazones oficial de Stars Hollow y parte de la costa este norteamericana ha tenido tres amores durante siete temporadas: Dean, Jess y Logan fueron sus tres eternos enamorados. El personaje interpretado por Milo Ventimiglia, Jess, fue uno de los favoritos. Tanto es así que estuvo a punto de tener su propio spin-off, 'The Windward Circle'. ¿Y vosotros qué erais? ¿Team Dean, Team Jess o Team Logan?
Ni Christopher, ni Max. El verdadero dueño del corazón de Lorelai es Luke, alias el hombre pegado a su gorra. Cómo no caer rendida a los pies de un grandullón que siempre está allí para ti, con café y gofres, y que hasta te hace de fontanero. Aunque ahora parecen hechos el uno para el otro, los creadores de la serie no lo concibieron así en un principio. El personaje de Luke iba a ser una mujer, e incluso cuando decidieron que fuera hombre, no pensaban en convertirlo en el gran amor de Lorelai. Sea como fuere, si la serie se hubiera estrenado unos años más tarde, seguro que la pareja hubiera tenido a sus consiguientes seguidores apodándolos "Loreluke" o "Lukelai".
Richard y Emily Gilmore. Aunque algo estirados y chapados a la antigua, los padres de Lorelai conquistaron poco a poco a la audiencia casi tanto como su hija y su nieta. Si bien el especial de Netflix 'Las cuatro estaciones de las chicas Gilmore' ya no pudo contar con el personaje bonachón interpretado por Edward Herrmann (fallecido en 2014), Kelly Bishop volvió en el reencuentro para hacer el año un poco más difícil a Lorelai.
'Las chicas Gilmore' no sería lo mismo sin sus secundarios de lujo: la reivindicativa Lane Kim (Keiko Agena), la sarcástica Paris Geller (Liza Weil), la alegre Miss Patty (Liz Torres), el excéntrico Kirk Gleason (Sean Gunn), el enemigo de los cisnes Michel Gerard (Yanic Truesdale) y un largo etcétera de habitantes que volvimos a ver en el regreso de las Gilmore en 2016.
¡Ha nacido una estrella! No, más bien dos. O tres, o cuatro. 'Las chicas Gilmore' descubrió a varias estrellas en ciernes. Y no sólo entre sus protagonistas. Los fans de la serie conocimos a Melissa McCarthy como la mejor amiga de Lorelai, una chef dispuesta a montar un hotel con su amiga del alma. Y si Lorelai tiene vista para las amistades, Rory no se queda atrás. Una de sus mejores amigas de la universidad, Lucy (Krysten Ritter), ha sido una superheroína que también "defiende" la Gran Manzana. Jessica Jones, ¿os suena? Por no hablar de la lista de conquistas de varias protagonistas: Lorelai coqueteó con Jon Hamm (futuro Don Draper), Rory con Chad Michael Murray ('One Tree Hill') y Lane con Adam Brody (Seth Cohen en 'The O.C.').
Si madre e hija antes se pasaban el día hablando de 'Charlie y la fábrica de chocolate' (Dean aún no se ha recuperado de esa cita), 'Todos los hombres del presidente', 'Pipi Calzaslargas' o 'Master and Commander', en 'Las cuatro estaciones de las chicas Gilmore' discutían sobre Batman. Los tiempos cambian, pero las buenas costumbres se mantienen en el universo Gilmore. Y nosotros nos alegramos de que así sea. Gracias a ellas descubrimos la serie 'Cop Rock'.
- Rory: Buenas noches, Dodger.
- Jess: 'Oliver Twist'.
Así fue como el sobrino de Luke se ganó desde el primer episodio el corazón de Rory y de la audiencia. La pequeña de las Gilmore es una ávida lectora, y llega a leer o mencionar unos 340 libros durante toda la serie. De 'Anna Karenina' o '1984', a 'Carrie' y 'Crimen y castigo', pasando por '¡Cómo el Grinch robó la Navidad!', La joven es una devora libros, pasión que comparte con Jess.
La banda sonora que ha acompañado a las Gilmore durante siete años ha sido de lo más variada y completa. Más allá del tema principal, los protagonistas han escuchado indie rock, folk, heavy metal, pop rock, etc. Rory nos descubrió a The Shins y la canción 'Know Your Onion'; y Dean a Nick Drake y su 'Pink Moon'. Rory y Jess se besaron al son de 'Then She Appeared', de XTC. Lorelai y Rory hicieron una muñeca de nieve de Björk. Hasta Paris se pasó por el concierto de The Bangles. E incluso Sebastian Bach, cantante de Skid Row, se sumó por unos minutos a la banda de Lane.
Uno de los mejores (y más románticos) momentos en la relación entre Luke y Lorelai tiene lugar en un karaoke. Lorelai, micrófono en mano, dedica a Luke 'I Always Love You'.
Además de aficionadas a la música, las Gilmore también lo son a la pista de baile. Basta con recordar aquel episodio de la tercera temporada en el que organizaban en Stars Hollow un maratón de baile de 24 horas de duración. Lorelai quería destronar a Kirk, campeón del maratón por cuatro años consecutivos, pero Rory estaba más distraída mirando a Jess. Y entre cambios de parejas y discusiones varias en la pista, sonaban Glenn Miller y Swingin Deacons-Band. Kirk, cómo no, volvía a ganar el maratón.
¿A quién no le gustaría vivir por unos días en este precioso y amigable pueblo? Pues es ficticio, así que mejor pasaros por la recreación que han hecho en los estudios Universal en Los Ángeles, o visitar Washington Depot (Connecticut), en el que se inspiró Stars Hollow. Fundado en 1779, debe su nombre a dos víctimas de un amor imposible. Así se cuenta durante el Firelight Festival de la primera temporada. Sin embargo, en la quinta entrega se explica que una familia puritana, en busca de lugar en el que asentarse, dio con este sitio y lo nombró así por “las estrellas, tan brillantes; el bosque, tan vacío”. Y luego están sus establecimientos: El café Luke's, el hotel Dragonfly Inn, El mundo de las tortitas de Al, Le chat club, etc.
Las Gilmore han extendido la adicción a la cafeína más que la proliferación de Starbucks por todo el mundo. 397 cafés se metieron entre pecho y espalda las protagonistas durante las siete temporadas que duró la serie. “Mi café es mi oxígeno”, aseguraba Lorelai en más de una ocasión. Y es que, aunque Stars Hollow aparente ser un pueblo de lo más tranquilo, el personaje interpretado por Lauren Graham no sería persona sin su taza mañanera. Como curiosidad, Alexis Bledel odia el café y se pasó toda la serie bebiendo Coca-Cola.
El santuario del café. No es de extrañar que tanto Rory como Lorelai pasen más tiempo en el restaurante de Luke que en su propia casa. Un poco como el resto del pueblo. Y no sólo por la bebida, sino también por la comida. ¿Su especialidad? Las hamburguesas con patatas fritas. Eso sí, nada de teléfonos móviles. Este lugar, epicentro de la vida de los habitantes de Stars Hollow, ha vivido, entre otros episodios, la proposición de Lorelai a Luke. Por no hablar del capítulo en el que Kirk choca su coche contra el establecimiento.
A pesar de las inquietudes culturales de las protagonistas, Stars Hollow no deja de ser un pequeño pueblo, con muchas actividades pero poco sitio para realizarlas. Por eso, no es de extrañar que la librería Black-White-Read funcione a su vez como cine. El espacio multiusos ha sido testigo de la primera cita entre Lorelai y Max; o la cita doble de Luke, Lorelai, Rory y Dean.
A toda leche. Así hablan las protagonistas de la serie. Si una hoja de guión equivale a un minuto, una de las Gilmore equivale a 30 segundos. Mientras un guión estándar para una serie de una hora tiene 45-50 páginas, para ésta se escribían 75-80. Las protagonistas pronunciaban 200-250 palabras por minuto, cuando el resto de los mortales solemos decir unas 150. A pesar de que pueda sonar algo estresante, lo cierto es que los ágiles diálogos punzantes entre los personajes eran marca de la casa, y uno de los mayores atractivos de la serie.
Si Luke se encarga del café, Pete lo hace de la pizza, alimento primordiar para las Gilmore. ¿O no os acordáis de la pizza gigante del cumpleaños de Lorelai? Pete, el encargado de la pizzería local, se compinchó con Rory para preparar la pizza más grande jamás cocinada.
Las Gilmore también son grandes aficionadas al helado, sobre todo al de Ben & Jerry's. Da igual la excusa: mal de amores, o simple glotonería. Este capricho nunca falta en su nevera, por lo demás casi vacía. Tan famoso es el helado en la serie, que han creado un sabor inspirado en Rory y Lorelai. Lleva café, pudín de chocolate y galleta en honor a las protagonistas.
La dieta de las Gilmore no sólo contiene golosinas, pizza y café. Sobre todo en fechas tan señaladas como Navidad. Durante la primera temporada, Emily deja a Lorelai fuera de la tradicional cena de Navidad y a la protagonista le tocaba pasar esa noche en el café de Luke. Menos mal que recibía a cambio la famosa Santa Burger del cocinero.
Como ya hemos dicho, las referencias culturales son un imprescindible en el universo Gilmore. ¿Quién puede olvidar ese capítulo en el que Rory acude a una fiesta temática sobre Quentin Tarantino en Yale? No sabemos qué era más divertido, si el disfraz de Logan como el boxeador de Bruce Willis en 'Pulp Fiction', o Rory como la asesina Gogo de 'Kill Bill'.
Una lección que 'Las chicas Gilmore' nos ha enseñado es que todas las leyendas urbanas sobre las universidades más pijas de EE UU son ciertas. Yale también tiene sus propias y famosas sociedades secretas. Tras descubrir que Logan es parte de la Brigada de vida y muerte, Rory lo convence de que la lleve a una de las asambleas ambientada en los años 30. El evento culmina con Rory, Logan y unos pocos miembros de la sociedad saltando desde una altura de siete pisos con arneses y paraguas.
Lane no sólo se mete como batería en una banda, para disgusto de su madre, sino que encima se casa con un miembro del grupo. Y encima en una ceremonia doble, primero budista y luego cristiana. Pero no todo han sido bodas. También ha habido tiempo para no bodas, como la que se iba a celebrar entre Lorelai y Max, hasta que ella optó por huir cual novia a la fuga.
Y es que a veces no viene mal huir de los problemas, y si es poniendo kilómetros de distancia de por medio, mejor. Para las Gilmore, no había nada que un road trip improvisado no pudiera solucionar. Tras cancelar la boda con Max, Lorelai y Rory viajan a Harvard. Pero no será la única escapada que emprendan las protagonistas. Más tarde, se llevan a Emily de paseo e incluso consiguen llevarse medianamente bien con la matriarca de la familia, aunque solo durante las casi dos horas que se pasan viendo 'En busca de la felicidad'. Lo que Will Smith ha unido...