Posicionar al cómico e intérprete José Mota en el papel central de una película supone un verdadero ejercicio de valentía, después de una irregular carrera ligada a títulos de la franquicia 'Torrente' y comedias patrias como 'Ekipo Ja', 'Abracadabra' o 'García y García'. Su inmensa coprotagonista Salma Hayek no conseguía salvar esta sátira sobre la creación del famoso eslogan de Coca-Cola.
A pesar de suponer su filme más internacional con actores de la talla de Elijah Wood, John Hurt y Leonor Watling, De La Iglesia tampoco convencía con su adaptación de la novela homónima de Guillermo Martínez. Pese al buen hacer de sus protagonistas y algunas secuencias brillantes (bravo ese plano secuencia del principio), los códigos numéricos enrevesaban un filme demasiado calculador.
CinemaníaEl homenaje a la imagen de Raphael contaba con el propio cantante de Linares en su reparto y un elenco de lujo, capitaneado por Mario Casas, Blanca Suárez, Carlos Areces o Santiago Segura. Si bien, este caos de personajes suponía un maremágnum que enturbiaba la posible parodia de programas televisivos como 'Noche de fiesta'. Una comedia negra entretenida, pero descafeinada.
Considerado por muchos como uno de los filmes más irregulares en la filmografía de Álex de la Iglesia, 'El bar' supone un verdadero ejercicio de interpretación de un grupo heterogéneo de personajes encerrados en tan solo cuatro paredes de un bar madrileño. Un filme cuya revisión contiene ahora una nueva capa de lectura, después de la advertencia de la pandemia y los confinamientos. Y es que el vasco siempre ha sido un visionario.
Con un elenco compuesto de Sancho Gracia, Ángel de Andrés, Carmen Maura o Eusebio Poncela, poco podía salirle mal a Álex de la Iglesia. Entre especialistas de cine y viejos decorados de Tabernas (Almería), donde se rodaron algunos de los largometrajes más relevantes del 'spaghetti western', la aparición de un niño en la zona acudía a los más profundos sentimientos y nos sumergía en un bonito homenaje a las entrañas del cine.
CinemaníaPerteneciente a la antología televisiva 'Películas para no dormir', que el propio Chicho Ibáñez Serrador coordinó y supervisó, el largometraje de Álex de la Iglesia resultaba de los más consistentes de esta selección. Dos padres preocupados, una cámara y un walkie talkie para un bebé se adelantaban a las exitosas (y similares) tramas de la franquicia 'Paranormal Activity' y otros filmes de terror como 'Voces'. Un escalofriante título en el que Javier Gutiérrez y Leonor Watling demostraban por qué son dos de los mejores actores de su generación.
CinemaníaDos atracadores, un aquelarre navarro y una historia de canibalismo sirvieron para que el realizador vasco contara con un reparto coral, en el que encontrábamos a actrices fetiches de su cine, como Carmen Maura y Terele Pávez. Con un inicio trepidante y un clímax final demencial, la comedia de terror arrasaba y nos conquistaba con su revisión de las brujas modernas.
Nino y Bruno se convertían en el fiel reflejo del detrás de la cámara de dúos cómicos como Martes y Trece y Cruz y Raya, quienes terminaban a la gresca. Santiago Segura y El Gran Wyoming sobresalían en su papel como humoristas de los años 70, quienes veían el punto álgido de su enemistad en plena Nochevieja.
Casi 30 años después, la ópera prima de Álex de la Iglesia continúa arrancado desconcierto y carcajadas, a partes iguales. Una exagerada y provocadora obra de ciencia ficción que acude a universos como 'Mad Max' para la construcción de una futurista sociedad distópica, donde la banda terrorista Acción Mutante secuestra a la hija de un conocido productor de galletas para pedir un millonario rescate. Inmenso Antonio Resines, en el papel del malvado Ramón Yarritu.
Sangrienta, violenta e hilarante, el espíritu de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino se adentraba en el cuerpo de Álex de la Iglesia en su tercera película. Con un cast internacional compuesto por Rosie Perez, Javier Bardem, Screamin' Jay Hawkins, Aimee Graham o Demián Bichir, el filme era coescrito en este caso también por Jorge Guerricaechevarría (su fiel colaborador), Barry Gifford y David Trueba. Los temerarios Perdita Durango y Romeo nos mostraban así los intríngulis de una relación tóxica y amenazante.
CinemaníaNuestra versión patria del matrimonio malavenido de Michael Douglas y Kathleen Turner en 'La guerra de los Rose' (Danny DeVito, 1989) llegaba a principios de los 2000 junto a Willy Toledo y Mónica Cervera. Una excesiva cinta en la que un crimen provocaba que la dependienta Lourdes chantajeara a su compañero Rafael para ser su amante y casarse con ella. Un cuadro repleto de personajes despreciables y acciones delirantes, que demostraban una vez más la maestría del director en la puesta en escena.
CinemaníaEl remake de la película homónima italiana de Paolo Genovese es hasta el momento el mayor éxito en taquilla del cineasta. Con más de 33 millones de dólares recaudados en todo el mundo (alrededor de 30 millones de euros), los peores secretos de una serie de comensales se exponían a través de sus móviles y un juego entre los presentes. Todo tras el maldito influjo de un eclipse lunar.
CinemaníaCon un homenaje patente al clásico del terror 'Amenaza en la sombra' (Nicolas Roeg, 1973), el nuevo filme de Álex de la Iglesia se presenta como el más comprometido de su filmografía a través de la crítica ecologista y la denuncia de la turistificación. Un baño de sangre en una putrefacta Venecia, en la que una brillante Ingrid García-Jonsson y sus amigos confrontan al espeluznante arlequín interpretado por Cósimo Fusco.
CinemaníaNo es baladí señalar que el filme protagonizado por Carlos Areces y Antonio de la Torre lograba los reconocimientos al mejor director y el guion más destacable en el Festival de Venecia de 2010. Ambientada en el franquismo, la batalla entre dos payasos por el amor de una trapecista (Carolina Bang) aportaba algunos de los planos más oscuros, extraños y atractivos en su carrera.
El Madrid más punk y apocalíptico despuntaba en una de las obras maestras de Álex de la Iglesia, donde Álex Ángulo (actor muy presente en la primera etapa de De la Iglesia) y Santiago Segura cautivaban en sus papeles de un cura y un metalero en la búsqueda de frenar el nacimiento del Anticristo. Una blasfema y atractiva orgía de sangre, que se ha convertido en un inesperado clásico navideño.
Antes de que algunas comunidades como Desengaño 21 o Mirador de Montepinar plasmarán las malas relaciones entre sus vecinos, Álex de la Iglesia situaba a Carmen Maura como el 'punching ball' de una serie de personajes ávidos de riqueza. La pugna por 300 millones de las entonces pesetas brindaba secuencias épicas entre los rascacielos de Madrid, que aún perduran en nuestras retinas más de dos décadas después.
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