Candidata a figurar en el top anual de Tarantino, Waters o Freud (si no estuviera muerto), X es todo lo que cabe esperar de ella, por lo que tampoco deja un amplio margen a la sorpresa: los tópicos de los géneros convocados van acudiendo uno tras otro en forma de chiste, y no podemos dejar de celebrarlos con un leve estremecimiento. (4/5)
Philipp EngelQué placer que Marvel Studios se quite complejos y abrace sin tapujos el terror de Raimi, qué gustazo ver a Elizabeth Olsen una vez más desmenuzando a Wanda y qué bien pinta el futuro del MCU. Inabarcable. Desatado. Apoteósico. Y sí, maravillosamente caótico. (4/5)
Janire ZurbanoEn un mundo, el presente, en el que no dejamos de preguntarnos cómo se debe plasmar una historia de la antigüedad para trasladar valores actuales, Eggers tiene la respuesta. Sigue siendo capaz de confeccionar largometrajes que trascienden, sin hacer concesiones al público moderno. Investigando, trabajando, siendo objetivo y riguroso, evitando subrayar en los diálogos. Vamos, tratándonos como adultos. (4/5)
Santiago AlverúEn muchos aspectos, este filme es el opuesto matemático de 'La forma del agua'. Pero hay un aspecto de Del Toro que no cede a este lado oscuro, y ese es la mirada repleta de cariño que dedica a sus personajes más marginales y, por ello, menos monstruosos. Es gracias a ellos (Rooney Mara, Toni Collette y el siempre fiel Ron Perlman) que este filme no acaba pareciéndose del todo a una invocación para que Cthulhu emerja de las aguas y nos devore a todos. Aunque a veces, para qué negarlo, dan ganas. (4/5)
Yago GarcíaA partir de una puesta en escena de película de época clásica, Giannoli introduce una historia moderna en la que ni siquiera la constante voz en off que narra lo que vemos molesta. Tampoco el tiempo que necesita para contar todo lo que Balzac soltó en sus páginas, usos y costumbres, amor y pasión (a partir de los personajes femeninos de Cécile de France y Salomé DeWaels), e ilusiones de juventud perdidas a la fuerza. (4/5)
Irene CrespoMientras que adaptaciones recientes, como el fantástico Macbeth de Justin Kurzel (2015), buscaban espectacularidad paisajística y exploraban la amplitud que el cine podía otorgar al libreto original, Joel Coen parece estar más interesado en unir el espíritu de una auténtica obra de teatro barroco con el de un cine de raíces, experimental, expresionista. Como el mismo director contaba recientemente, hasta los papeles se otorgaron en una lectura de guion conjunta, con la espontaneidad de una compañía. (4/5)
Santiago AlverúAdemás de revisar 'La bella y la bestia' con una perspectiva que deja fuera (¡menos mal!) los romances chungos, 'Belle' disecciona con mucha mala uva la diferencia entre el mero exhibicionismo y la necesidad de usar máscaras como herramientas para expresar el dolor íntimo. Y también muestra una fe conmovedora en los espacios de encuentro globales como incubadoras de solidaridad. (4/5)
Yago GarcíaEl actor Fran Kranz se estrena en la dirección con un drama intenso, irrespirable y lleno de verdades sobre esa gran epidemia que vive EE UU con la violencia. Todos los puntos de vista son dichos, gritados, escuchados, llorados. La salud mental, la facilidad para comprar armas, la conciliación, todo el sistema. ¿Pero quién tiene derecho a llorar más? (4/5)
Irene CrespoEs imposible no acordarse de 'El graduado' y comparar el estado de ánimo predominante de aquella, puro nihilismo y desencanto de los 60, frente a esta película tan delicada y amable. (4/5)
Andrea G. Bermejo'Tenéis que venir a verla' resuelve en unas pocas secuencias, menos escenarios, tres canciones y los ilusos habituales –Itsaso Arana, Francesco Carril, Vito Sanz, con la novedad de Irene Escolar– un estado de ánimo generacional que muchos habrán sentido sin conseguir ponerle palabras. Que no esperen encontrar recetas por mucho que el título del libro 'Has de cambiar tu vida', de Peter Sloterdijk, nos lleve a engaño. Esto es como un día en el campo con amigos después de mucho tiempo sin verlos. Puro disfrute. (4/5)
Andrea G. BermejoDestaca un detalle fundamental de cómo ha concebido Kuosmanen su adaptación de una novela de Rosa Liksom, cuya acción traslada a alguno de los últimos años del siglo XX: cuando el particular estado de tedio sosegado, muy propio de personajes de Jim Jarmusch, que experimentan estos protagonistas, y retrata con paciencia solícita la cámara, aún no había sido fulminado por teléfonos móviles –hay que bajar del tren a buscar una cabina para alimentar la tristeza– ni música infinita. (4/5)
Daniel de PartearroyoUn ejercicio cinematográfico demente, que, sin embargo, sirve como excusa para poner en valor la importancia de la familia, en la que también encuentra su lugar relevante el colectivo LGTBI. Un leitmotiv que sobresale en una amalgama de géneros (que van del melodrama a la comedia), con la que los cineastas nos sorprenden en la maestría de la construcción de escenas repletas de sentimientos, en los momentos más desagradables. El absurdo y el caos más puro se abrazan entre secuencias escatológicas, peleas de artes marciales y pura emotividad en una película que verdaderamente lo es todo. (4/5)
Miguel Ángel RomeroLa historia de una madre separada a la que una huelga de trenes en París sume en el caos absoluto. Su supervivencia, ya precaria con los trenes en perfecto estado de revista, salta por los aires como esa paradoja del cese laboral: los más perjudicados por los obreros que luchan por sus derechos son otros obreros. Gravel consigue articular esta huida hacia delante –con quién dejar a los niños, qué excusa poner en el trabajo, etc– en forma de un trepidante thriller que deja sin aliento. (4/5)
Andrea G. BermejoLa actriz Maggie Gyllenhaal se decidió a dar el paso a dirigir adaptando la novela de Elena Ferrante atraída por cómo se destapan los tabúes acerca de la maternidad: la posibilidad de que una madre se arrepienta de serlo, a lo mejor momentáneamente, a lo mejor para siempre, la posibilidad de ver y hablar del espectro de todos los sentimientos y emociones que viene con la responsabilidad de la maternidad. (4/5)
Irene CrespoPuede resultar un caramelo incluso para los más profanos en esa mitología, porque la saga que importa aquí es la del nacimiento y consolidación de un trío de amigas, cada una con sus propias cargas (una pareja abusiva, un trabajo lleno de machirulos, traumas familiares…), que encuentran en sus aficiones compartidas un acicate para construir vínculos y apoyarse entre ellas a base de cogorzas nocturnas, excursiones low cost por el Japón rural y el ocasional desencuentro. (4,5/5)
Yago GarcíaCon un nivel de detallismo afilado comparable al de Matthew Weiner en Mad Men o la literatura de Don DeLillo, Linklater recupera la experiencia de una nación entera. Una que contenía la respiración ante las portentosas hazañas espaciales de la NASA mientras gran parte de la población vivía ahogada por la intolerancia y el racismo sistémicos que estaba intentando combatir la lucha por los derechos civiles, y otros tantos eran enviados al infierno de Vietnam. (4,5/5)
Daniel de PartearroyoBaker sube la apuesta y ahonda en el controvertido romance entre el protagonista y la joven Strawberry, una relación que aborda de forma directa, provocativa y desacomplejada, con escenas íntimas, pero sin resultar en ningún momento un retrato frívolo o gratuito. La atracción entre ambos desestabiliza la trama, detona los instintos más básicos del protagonista y conduce a un final abierto que desafía al espectador. (4,5/5)
Janire ZurbanoLa segunda película de Carla Simón recurre al costumbrismo para capturar el paisaje bucólico de su infancia. Escenas naturalistas hermosamente fotografiadas –hay planos que parecen cuadros de Sorolla– nos presentan a una familia que caza conejos de noche y recoge las frutas a mano, que celebra luminosas comidas familiares que acaban en guerras en la piscina y en funciones de teatro protagonizadas por los más pequeños. (4,5/5)
Andrea G. BermejoNadie da más por menos. Más de veinte años después de que Johnny Knoxville quisiese emular las huellas de Hunter S Thompson dejándose rociar con gas pimienta, él y su banda regresan para recordarte que ser imbécil puede dar sentido a tu existencia. Para el ojo escéptico, el esquema repetitivo de Jackass es capaz de desgastarse. Pero detrás del slapstick emanan lecciones sobre la importancia de formar parte de un grupo, el valor de explorar nuestros propios límites sin ningún objetivo aparente o la innegable evidencia de la unión que genera la burla hecha desde el amor. (5/5)
Santiago Alverú'C`Mon C`Mon' es, en lo cinematográfico, el trabajo más pulido de Mike Mills. En un radiante blanco y negro y con un cuidado diseño de sonido, el director hace un uso muy sutil del flashback para componer esta emocionante historia de reconciliación familiar. La presencia melancólica de Joaquin Phoenix, en la misma frecuencia que su interpretación en Her, de Spike Jonze, se contrarresta aquí con las chaladuras y genialidades de ese niño superdotado para la actuación que es Woody Norman, artífice definitivo de que 'C’Mon C’Mon' nos devuelva a cuando éramos niños. (5/5)
Andrea G. BermejoEn un género, el de la comedia romántica (y/o dramática) vapuleado en los últimos tiempos, expulsado de los cines y recluido a contenido de plataformas, Trier, como Julie, ha encendido un interruptor, el tiempo se ha congelado y la comedia romántica (y/o dramática) ha iniciado una carrera hacia un futuro –esperemos– ilusionante. (5/5)
Rubén Romero SantosSabemos lo mismo que ella sobre abortos clandestinos y el estupor de la sangre y las agujas de tejer lo descubrimos al tiempo. Diwan no esconde el dolor y el miedo en un aborto casero. Pero su retrato resulta mucho más efectivo gracias a su tratamiento musical –brillante banda sonora de los hermanos Galperine– y sonoro. La abortera le dice a Anne que no puede gritar pero somos capaces de oír sus sollozos y el ruido metálico de las herramientas chocando las unas con las otras. Una preparación para ese ruido final, tan gráfico, brutal, como de película de terror. (5/5)
Andrea G. BermejoComo las mejores obras de su autor, destaca sobre todo por la elegancia y la precisión con la que nos atrae a través de sus ritmos, luego nos proporciona unas coordenadas argumentales e intelectuales, y después nos arrolla con su lirismo. Memoria te absorbe y te sume en un trance, y al volver a la superficie es imposible comprender con exactitud dónde has estado. Es, en pocas palabras, una película incomprensiblemente hipnótica y trascendente. (5/5)
Nando SalváPronunciadas dentro del Saab, las palabras de los personajes adquieren una trascendencia difícil de explicar mientras rellenan y hasta transforman los escenarios que el vehículo atraviesa. E, incluso cuando recurre a alguna revelación argumental propia de telenovela, es a través de esos dialogos largos y hondos y perfectamente modulados que la película exhibe su impacto emocional en lugar de recurrir para ello a estrategias melodramáticas convencionales. (5/5)
Nando SalváLa película oscila como su imprescindible banda sonora entre lo eléctrico de estos personajes y situaciones, una energía muy propia de los años 70 y del primer amor, y la placidez de una siesta en pareja, más acorde con el peculiar ritmo de enamoramiento de sus protagonistas o de películas anteriores de Paul Thomas Anderson como 'Embriagado de amor'. Pero 'Licorice Pizza' escribe con su propia caligrafía el romance de sus protagonistas: es una historia sobre todo lo que pasa hasta que Gary y Alana se enamoran, de los camiones a conducir sin gasolina y marcha atrás, los negocios arruinados, los anuncios por la radio, las carreras hasta encontrarse en el punto justo. (5/5)
Andrea G. Bermejo