Una prensa te aplasta el torso progresivamente cada vez que respiras, así que la única manera de salir con vida es aguantar la respiración más veces que tu oponente hasta que la otra persona muera; con un poco de suerte, será fumadora.
CinemaníaEl clásico icónico de la saga: un cepo para osos que, en vez de cerrarse, se abre. Si está colocado sobre tu mandíbula, da un nuevo significado a las expresiones 'boquiabierto' y 'cariacontecido'.
CinemaníaEl concepto inverso a un tío vivo: eres tío muerto si te toca parar delante de la escopeta y otra persona no se deja atravesar la mano por un pincho de metal para elevarla por encima de tu cabeza antes de que se dispare.
Cinemanía¿Has leído 'El mercader de Venecia'? Cierto conocimiento de Shakespeare puede servirte de ayuda ante esta situación, en la que compites con otra persona y sobrevive aquella que ponga más peso de su propio cuerpo (amputado, of course) en una báscula.
CinemaníaUn potro de tortura y muerte con el que John Kramer se puso en modo completamente medieval. Cada extremo te retuerce una articulación hasta crujirla del todo a no ser que otra persona reciba un disparo por ti. Está difícil la cosa.
CinemaníaUna pizca de elegancia de la vieja escuela con esta trampa directamente inspirada en Edgar Allan Poe. Apostamos a que Hoffman se inspiró en la adaptación de Roger Corman cuando la diseñó para hacerse pasar por Jigsaw; tiene toda la pinta de ser un gran fan de Vincent Price.
CinemaníaTerapia de pareja llevada al extremo. Marido y mujer han sido ensartados de tal manera que las picas de metal a ella solo le atraviesan la carne pero a él le perforan todos los órganos vitales. Si la mujer se retira, el hombre morirá; que él fuera un maltratador que la martirizaba es un dato extra a la hora de tomar una decisión.
CinemaníaComo la del hombre de la máscara de hierro de Dumas, pero llena de púas afiladas por dentro. Lo peor es lo cerca que tienes la llave para liberarte. Concretamente, ubicada detrás de tu ojo derecho. No es la parodia de 'Scary Movie 4', pero no se puede negar que John Kramer sea un cachondo.
CinemaníaLa entrega dirigida por los hermanos Spierig es un poco sosa en cuanto al diseño de trampas hasta que llega el turno de esta enorme cortadora de carne en espiral accionada por el motor de una motocicleta. Tan espectacular, que la víctima desperdicia la pequeña ocasión de escapar que tiene.
CinemaníaAlgunas trampas son más difíciles que otras. Aquí tenemos a una víctima amarrada a una silla de dentista, con púas de metal acercándose para empalarle la cabeza en 60 segundos. La llave para salir está en su estómago y otra persona debe pescarla con un anzuelo y sacársela por la garganta. Cada vez que alguien grite, unos sensores de sonido acelerarán el movimiento de los pinchos de metal. ¿De verdad una trampa así necesitaba tener un límite de tiempo tan estricto?
CinemaníaUna de las más queridas de la saga: por gratuitamente enrevesada, por altamente sujeta a fallos arbitrarios y porque implica la liquidación de cuatro nazis. Uno de ellos, pegado al asiento de un Chevrolet cada vez más acelerado, otra debajo de las ruedas, otro detrás con todas sus extremidades sujetas a la carrocería y otro colocado justo enfrente delante de una pared. Ya puedes imaginar cómo acaba todo.
CinemaníaMira, hay muchas trampas ridículamente enrevesadas en la saga, a cada cual más sangrienta y despiadada, pero ninguna supera en la combinación de angustia por una muerte horrible y la mayor desvergüenza sin miedo al ridículo que plantear un ahogamiento progresivo bajo capas y capas de vísceras y carne de cerdo podrida.
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