El primer clásico , Cuando uno traza la genealogía del cine de acción y aventuras, el nombre de Douglas Fairbanks aparece, como mínimo, tres veces: con La marca del Zorro (1920), con la sublime El ladrón de Bagdad (1924) y con esta delicia silente, la primera película de la historia cuyo estreno se celebró en Hollywood a todo lujo. Fairbanks, que también escribió el guion, no fue el primero en llevar a Robin al cine (el primer filme sobre el personaje data de 1908), pero sí codificó su apariencia, su alegre socarronería y su propensión a dejar en ridículo al príncipe Juan a base de acrobacias.
El segundo clásico, El verde de Sherwood nunca ha lucido mejor que en el glorioso Technicolor de esta maravilla, todo un sueño para los amantes de la aventura cuyo épico desembolso de presupuesto (cerca de 35 millones de dólares, ajustados) fue recompensado con tres Oscar (aunque no, ay, el de mejor película), excelentes críticas y un taquillazo monumental. Se ponga Hollywood como se ponga, nunca habrá un Guy de Gisborne más malvado que el de Basil Rathbone, ni una Marian más señorial que la de Olivia de Havilland, ni, por supuesto, un Robin Hood tan vivaz como el de Errol Flynn: desde el estreno de este filme hace ya 80 años, el actor más bandarra de la historia es el rostro por excelencia del personaje.
El cantarín, Robin es Frank Sinatra, Little John es Dean Martin, Will Scarlett es Sammy Davis Jr. y Alan a-Dale es nada menos que Bing Crosby. Nominada a dos Oscar (entre ellos, mejor banda sonora, firmada por el gran Nelson Riddle), esta versión musical del mito de Sherwood cambió las mallas verdes por los trajes cruzados sin perder el descaro marca de la casa.
El romántico, ¿Te sorprende que Robin Hood (Sean Connery) sea plebeyo y peine canas, o que su amada Marian (Audrey Hepburn) sea la abadesa de un convento? Pues no debería: esta cinta, rodada por Richard Lester en Navarra y Zamora, es una de las versiones del mito más respetuosa con las baladas originales.
El 'pythoniano', El Agamenón de Sean Connery conservó su dignidad micénica, pero, cuando le tocó a Robin, Terry Gilliam no tuvo piedad: en esta odisea transtemporal llena de humor negro, el arquero está interpretado por un John Cleese tan ganso como de costumbre. O más.
El ochentero, Envuelta en paganismo y con sorpresas en el reparto (Ray Winstone como Will Scarlett, John Rhys-Davies como un rey Ricardo tiránico y estentóreo), esta serie de la BBC protagonizada por el melenas Michael Praed hizo hincapié en la lucha de los plebeyos contra el sistema feudal. Y, además, puso por primera vez a un sarraceno como miembro de la banda de Robin.
El que llevó la fama, El baladón de Bryan Adams, un Alan Rickman desaforadísimo como villano y el cameo final de Sean Connery: esos son los aspectos más memorables de esta película, protagonizada por un Kevin Costner pletórico tras Bailando con lobos.
El que cardó la lana, A este arquero de Sherwood le falló la buena suerte: su estreno coincidió con el de la cinta de Kevin Costner, con lo cual su distribución internacional se vio seriamente mermada y se la pegó en taquilla. ¿Una injusticia? Bueno… dejémoslo en que Uma Thurman sale muy guapa como lady Marian.
Ya en la recta final de su carrera y con pocas ganas de andarse con sutilezas, el gran Mel Brooks ficha a Cary Elwes (La princesa prometida) para un spoof bastante coyuntural cuyo título en inglés es "Hombres con leotardos". En la versión original, unos cuantos de sus chistes van destinados a fustigar el presunto acento inglés de Kevin Costner.
La Knightley, Dos años antes de Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra, Keira Knightley daba sus primeros pasos en el latrocinio con coartada romántica interpretando a la hija de Robin Hood en este especial Disney. Gwyn, que así se llama la moza, toma las riendas del negocio familiar cuando el príncipe Juan captura a su anciano padre.
El revisionista, El director Ridley Scott es inglés, el argumento (con la proclamación de la Carta Magna como eje) es más inglés que nunca… pero tanto ese Robin un tanto atocinado (qué quieres: es Russell Crowe) como lady Marian (Cate Blanchett) vienen de Australia. Muy bueno lo tuyo con la Commonwealth, Ridley.