Poco se sabe de este guerrero burgalés que vivió (que sepamos) entre 1048 y 1099: ni siquiera está claro que naciese realmente en Vivar. Lo que podemos decir es que procedía de la nobleza, que su pericia militar le ganó el título de 'Campeador' ('experto en la batalla') y que, tras ser desterrado por Alfonso VI, combatió como soldado de fortuna para las potencias de la época, tanto cristianas como musulmanas. Sus proezas le convirtieron en una figura clave de la cultura pop de la época (y para la propaganda del reino de Castilla) aunque, antes de morir, hubiera creado su propio señorío independiente en Valencia.
CinemaníaFigura destacada de la Reconquista, Fernando pasó de príncipe de Pamplona a conde de Castilla, y después a rey de León tras suceder a su cuñado Bermudo III. Entre sus hechos más destacados figuran el haber mandado asesinar a su hermano García III, rey de Pamplona, tras derrotarle en Atapuerca y la 'brillante' idea de disponer que su reino fuera dividido tras su muerte entre sus cinco hijos (Sancho, Alfonso, García, Elvira y Urraca). Como por aquí ya apuntábamos maneras, la decisión postrera de Fernando trajo consigo una bonita serie de guerras fratricidas.
CinemaníaComo solía ser habitual en las mujeres de la Alta Edad Media, a Sancha le tocó bailar con la más fea tanto en la vida como en la historiografía. De ella sabemos que se casó con Fernando por razones políticas tras el asesinato de su primer prometido, que no heredó la corona de León debido a su género (en vez de eso, él se quedó con el trono) y que, tras la muerte de su marido, trató de poner paz entre sus hijos. ¿Hace falta decir que no lo consiguió?
Cinemanía¿Buscabas a la mujer más 'badass' de la Península en la Edad Media? Pues la has encontrado: madrina de armas de Rodrigo Díaz (lo que ha dado pie a los rumores que te estarás imaginando), Urraca ha pasado a la historia como la más lista de los hijos de Fernando I, y también como la más escarnecida por la historia popular. Valgan como prueba las acusaciones de incesto (con su hermano Alfonso VI), de fratricidio (encargando el asesinato de su hermano Sancho) y de ponerle buenos ojos "a los moros por dinero y a los cristianos de gracia", como reza un hermoso romance de la época.
CinemaníaHijo segundo de Fernando I, a Alfonso le correspondió el reino de León tras la muerte de su padre. Y, como al resto de la familia, también aguantar las ofensivas de su hermano Sancho 'el Fuerte', nombrado rey de Castilla. La leyenda del Cid afirma que, tras el asesinato de Sancho, Rodrigo obligó a Alfonso a jurar que no había tenido nada que ver con la muerte de su hermano, lo cual habría provocado el destierro del Campeador. Cuando la invasión de los almorávides amenazó su reino, prosigue el mito, el rey se acordó de lo bien que podrían venirle los servicios de un guerrero ya legendario, así que le mandó llamar y le ofreció su perdón.
CinemaníaSobre el aspecto de la esposa del Cid, los cronistas no se pusieron de acuerdo: algunos la tildaron de bellísima, y otros, de todo lo contrario. De lo que sí estaban seguros es que, como hija de un conde asturiano y prima de Alfonso VI, no andaba escasa ni de prosapia ni de riquezas. Y tampoco le faltaba un cuajo igual o superior al de su marido: administró las propiedades del Cid mientras este se iba por ahí con su mesnada, sufrió prisión junto a sus tres hijos (Cristina, María y Diego) por orden del rencoroso de su primo y, tras la muerte de Rodrigo, ejerció como señora de Valencia hasta que la plaza resultó indefendible. Antes de marcharse, eso sí, mandó incendiar la ciudad: para chula, ella.
CinemaníaComo hemos señalado ya varias veces, Alfonso I la fastidió 'big time' al dividir su reino entre sus hijos. Y nadie estuvo más de acuerdo en esto que su primogénito: aunque Sancho recibió la parte más sabrosa en el testamento de su padre, aquello le parecía poco, de modo que guerreó y conspiró durante siete años contra sus hermanos para apropiarse de sus heredades, siempre con el Cid como brazo derecho. Murió asesinado en 1072 mientras sitiaba Zamora: según los cantares de gesta, el asesino (un noble llamado Vellido Dolfos) habría actuado por órdenes de Urraca.
CinemaníaMientras los hijos de Alfonso I se dedicaban al noble arte de la conspiración fratricida, este rey musulmán de la taifa de Zaragoza expandía sus dominios hasta el Mediterráneo (concretamente, Valencia) mientras se ganaba la reputación de patrón de las artes y las ciencias, que siempre viste mucho. Durante sus interminables guerras (bien contra sus hermanos, bien contra Aragón), Al-Muqtadir no dudó en aliarse con reyes cristianos (entre ellos, nuestro conocido Sancho de Castilla), y tampoco le dolieron prendas a la hora de convocar la guerra santa contra el infiel. Tras su muerte, su sucesor Al-Mutamán recurrió a los servicios de cierto mercenario castellano desterrado por Alfonso VI: un tal Rodrigo...
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