"Una manzana al día, mantiene al médico en la lejanía". Efectivamente, la manzana es una de las frutas más saludables que existen, ya que sus componentes, como la pectina, mantienen a raya el colesterol. Asimismo, posee grandes propiedades antioxidantes que permiten reforzar el sistema inmunitario, ayuda a digerir las grasas de otros alimentos, gracias a la presencia del ácido málico y tartárico, y aporta gran cantidad de fibra. Eso sí, tómala con piel.
Los garbanzos, y las legumbres en general, deben formar parte de cualquier dieta saludable. Y es que estos aportan fibra, por lo que ayuda al tránsito intestinal, previenen la diabetes de tipo 1 y 2, pues mejoran los niveles de glucosa, de insulina y azúcar en sangre, disminuyen el cansancio, gracias a su gran aporte de energía, y protegen de enfermedades cardiovasculares. Casi nada.
Los brotes de soja son otro de los alimentos saludables que debes introducir en tu dieta. Son ricos en isoflavonas, un antioxidante que previene enfermedades como el cáncer de mama o la osteoporosis. Además, de las legumbres, los brotes de soja son los que más minerales aportan al organismo. Así que, si aún no los has probado, prueba a añadirlos en ensaladas.
Pixabay / hansbennProbablemente, la hayas visto en numerosas listas de alimentos con grandes propiedades y es que, ciertamente, la avena es uno de los cereales más completos que existen. Es rica en minerales y vitaminas E, para mantener el sistema inmunitario fuerte, y del grupo B, encargadas de la formación de glóbulos rojos. Además, es buena en las dietas de adelgazamiento, ya que sus carbohidratos de absorción lenta y su cantidad de fibra sacian el apetito.
Es una de las carnes magras que deberías tener en tu dieta, sí o sí, ya que aporta múltiples propiedades nutricionales al organismo. En primer lugar, es una importante fuente de proteínas, por lo que ayuda a reparar las células y a defender tu organismo. Es rica en vitaminas del grupo B, que aportan energía y previene dolores neuropáticos y aporta minerales como el fósforo, el hierro, el potasio o el zinc. Además, su bajo contenido en grasas es un plus añadido.
Las zanahorias son hortalizas con gran contenido en agua y aporte de fibra. Pero quizá por lo que casi todo el mundo las conoce es por la presencia de la vitamina A, imprescindible para el mantenimiento de la salud de la retina y de la piel. De hecho, también contiene betacarotenos, unos antioxidantes naturales que nos protegen de los radicales libres (rayos UV) dañinos para la dermis.
Pixabay / jackmac34El pescado azul, como el salmón o el atún, no deben faltar en una dieta saludable. De hecho, el salmón, además de ser una importante fuente de proteínas, también contiene una cantidad importante de ácidos grasos poliinsaturados (Omega 3 y Omega 6) que ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y aumenta el bueno (HDL). También aporta vitamina B12, fundamental para el mantenimiento de la salud en sangre y neuronas, y vitamina D, esencial para la absorción del calcio y mantener una buena salud ósea.
Pixabay / Shutterbug75Denostado durante algunos años, el huevo ha pasado a ser ensalzado como un alimento más que saludable en nuestra dieta. Como todo en la vida, en el equilibrio está la virtud y consumir una cantidad moderada de huevos no solo te aportará proteínas de alto valor biológico, sino que te ayudará a tener un sistema inmune más fuerte gracias a sus vitaminas A, D y B12.
Pixabay / CouleurLas uvas poseen un alto poder antioxidante, que se refleja en una mejoría del aspecto de la piel, y gran cantidad de fibra y de agua, por lo que poseen una gran acción depurativa del organismo. Diversos estudios han demostrado, además, que los flavonoides que contienen, ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Pixabay / Bru-nOLos superpoderes de la alcachofa, además de la fibra, son sus propiedades diuréticas, gracias a la cinarina y los esteroles, unas sustancias encargadas de absorber el colesterol del intestino. Es por esto, entre otras cosas, que la alcachofa debería entrar a formar parte de tu dieta habitual.
Pixabay / suju-fotoHace unos años, la quinoa fue redescubierta como un superalimento. Pero, lo cierto es que este pseudocereal lleva con nosotros miles de años. No es para menos, porque además de ser rica en aminoácidos que favorecen el desarrollo cerebral, también es una importante fuente de proteínas, omega 6 y vitaminas B1, B2, C y E.
En el apartado de los frutos secos, ricos en grasas insaturadas que ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares, las almendras destacan por su composición en minerales, como el calcio, el hierro, el fósforo o el magnesio. Asimismo, aportan fibra y ayudan a mantener una estructura ósea fuerte.
La fruta por excelencia del Mediterráneo contiene vitamina C o ácido ascórbico, un potente antioxidante que ayuda a mejorar el aspecto de la piel y refuerza el sistema inmunológico. Asimismo, aporta una importante cantidad de fibra, por lo que no dudes en consumirla si quieres combatir el estreñimiento. Eso sí, cómela preferiblemente entera y no en zumo.
Cebada, trigo, mijo, espelta o centeno son solo algunos de los productos base de nuestra alimentación. Y lo son porque son fuente de fibra, ayudan a combatir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, gracias a las vitaminas del grupo B que contienen.
Pixabay / EmagnetoDentro del grupo de las grasas, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es uno de los imprescindibles que deben estar en cualquier dieta equilibrada. Aunque debe tomarse en cantidades moderadas, no hay duda de los beneficios que aporta. De hecho, ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, gracias a la vitamina E, mejora el flujo sanguíneo, favorece el tránsito intestinal y controla el colesterol, entre otros.