La región francesa de Normandía alberga este pueblo ubicado en una isla amurallada coronada por la abadía de San Miguel. Las mareas espectaculares de la bahía (hasta 14,5 metros de altura, dos veces al día) contribuyeron a hacer del monte una fortaleza inexpugnable.
Getty Images/iStockphotoConocido como el castillo del “rey loco” Luis II de Baviera y por la leyenda de que Walt Disney se inspiró en su fisonomía para crear el castillo de la Bella Durmiente, esta fortaleza alemana a los pies de los Alpes Bávaros es un icono mundial.
Getty ImagesDeclarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, tiene más de 20.000 kilómetros y sus orígenes datan del siglo V antes de Cristo. Se construyó para proteger las fronteras del imperio chino y está jalonada de numerosos fuertes y torres de vigilancia.
zhaojiankangDomina la ciudad austriaca de Salzburgo y se construyó como refugio de los príncipes arzobispos de la zona. Se comenzó a construir en el año 1077 y es la fortaleza más grande y mejor conservada de Europa. Un funicular la conecta con la ciudad de Mozart.
Dave LongResidencia de la familia real portuguesa, es el icono de Sintra. Su acumulación de estilos arquitectónicos, que se mueven entre el neomanuelino, neogótico y neoárabe, lo convierten en un edificio único.
Getty ImagesEsta fortaleza en ruinas se eleva en la cumbre de un acantilado, en la costa este de Escocia, frente a las aguas del mar del Norte. Su ubicación lo convierte en una fortaleza casi inexpugnable. Se accede a él por un estrecho sendero que serpentea hasta lo alto.
H.DamkeEl monumento más visitado de España cuenta con palacios, estancias, jardines y fortalezas que lo convierten en un complejo único que merece una vista tranquila. Declarado Patrimonio de la Humanidad, sus palacios nazaríes son una obra cumbre del arte andalusí.
Getty Images/iStockphotoEsta fortaleza medieval de la región de Transilvania se ha hecho famosa en todo el mundo por la creencia de haber sido el hogar de Vlad III El Empalador, más conocido como conde Drácula. Sus salas, salones, torres y mazmorras son un imán para turistas venidos de todo el mundo.
Getty ImagesSituado a 50 kilómetros al sur de Stuttgart, en Baden-Württemberg, es el símbolo de la dinastía homónima y del origen y esplendor de Prusia. En 1852 se colocó la primera piedra, y en 1867 se completó la reconstrucción. Cuenta con 140 habitaciones, entre las que destacan la biblioteca, la habitación del Rey, una habitación del árbol genealógico y el "Salón Azul", la habitación de la Reina.
Getty ImagesLa que hasta 1959 fue residencia del Dalai Lama en el Tíbet es la máxima expresión de la arquitectura tibetana. Construido en el siglo XVII sobre las ruinas de un palacio erigido por el rey Songsten Gampo en el siglo VII, la enorme estructura actual alberga más de mil habitaciones.
Getty Images/iStockphotoEl más grandioso y mejor conservado de los doce castillos feudales de Japón es un tesoro nacional en el país. Conocido como “el castillo de la garza blanca”, tiene más de 600 años. El complejo actual se completó en 1609 y consta de 80 edificios conectados por serpenteantes caminos laberínticos. Más de mil cerezos florecen en primavera en jardines como el Kokoen, del periodo Edo, que refleja a la perfección el paso de las estaciones.
Getty ImagesAlzado en un islote donde confluyen tres grandes lagos, este castillo de las Tierras Altas, construido en el siglo XIII, es visita imprescindible en Escocia para entender su pasado y su historia. También para disfrutar del espectacular paisaje que lo rodea.
Francesco DazziEsta fortaleza fue construida entre los años 1440 y 1465 es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótico-civil española. Fue sede de la corte de la realeza castellana y leonesa y también se dice que inspiró a Walt Disney para sus castillos de cuento de hadas.
Getty Images/iStockphotoSolo los cortesanos podían acceder al complejo que durante casi quinientos años fue la residencia de los emperadores chinos, de ahí su apelativo. Sus 72 hectáreas lo convierten en el mayor complejo palaciego superviviente de la historia, con 980 edificios y 9.999 estancias.
Getty Images/iStockphotoEl Palacio Topkapi es el mejor reflejo de la época imperial en Estambul y simboliza el poder que alcanzó la antigua Constantinopla como sede del Imperio Otomano. Los sultanes gobernaron sus dominios desde él hasta mediados del siglo XIX. El palacio inicial fue inaugurado en 1465.
Ruslan KalnitskySímbolo de la capital británica y hogar de cuervos (si desaparecen la corona caerá, según la leyenda), durante casi un siglo fue sinónimo de pánico y terror entre quienes ofendían a la corona, ya que su destino era ser encerrados aquí. Además de prisión ha funcionado como residencia real, arsenal y fortaleza.
Getty Images/iStockphotoUbicado en el Valle del Loira y conocido como “el castillo de las Damas”, fue construido en 1513 por Katherine Briçonnet, embellecido sucesivamente por Diana de Poitiers y Catalina de Médici y salvado del rigor de la revolución francesa por la señora Dupin. Posee una magnífica pinacoteca con obras de Murillo, Tintoretto y Rubens, así como un notable conjunto de tapices de Flandes del siglo XVI. En la actualidad es el castillo francés más visitado después del de Versalles.
Getty ImagesUbicado sobre una roca en las orillas del lago de Ginebra, es uno de los edificios de carácter histórico más visitados de Suiza. Durante casi cuatro siglos fue residencia de los condes de Saboya y un lucrativo puesto de aduanas. Se pueden visitar sus mazmorras, uno de cuyos inquilinos inspiró la obra de Lord Byron “El prisionero de Chillon”.
Getty ImagesConstruido entre 1911 y 1921 al borde de un acantilado de 40 metros de altura en la zona de Yalta, en la península de Crimea. Tiene vistas sobre el mar Negro y es una joya del arte neogótico. En 1927 sobrevivió a un terremoto que lo dejó intacto. Está coronado por una terraza panorámica, desde la que se ve el mar y la playa.
GivagaConstruido sobre los restos de una fortaleza medieval, es uno de los castillos más sorprendentes de Alemania. Está en los Montes Suabos, a unos 40 kilómetros de Stuttgart. De estilo neogótico, fue construido por orden de Guillermo I de Urach entre 1839 y 1842. Hoy es uno de los rincones más bonitos y singulares del estado de Baden-Württemberg, al sur de Alemania.
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