La historia de Auvillar está íntimamente ligada al río Garona. De sus antiguas fortificaciones, hoy queda la torre del reloj, una puerta monumental del siglo XVII y una plaza del castillo. Merece la pena visitar el Musée du Vieil Auvillar, dedicado a la navegación.
Marlene Vicente / iStockEncaramado en un acantilado que domina el río Ardèche, encontramos el precioso pueblo de Balazuc. Este ha conservado muchas huellas de su pasado medieval, como su laberíntico entramado de callejuelas, los pasajes abovedados, el castillo, la iglesia románica fortificada y las puertas del recinto amurallado.
mikdam / iStockEl idílico pueblo medieval de Beaulieur-Sur-Dordogne se sitúa en el extremo oriental de un triángulo formado por Brive-la-Gaillarde y Rocamadour. La villa destaca por su estilo de vida relajado a orillas del río Dordoña.
Peter Adams / iStockBrousse-le-Château, en el departamento del Aveyron, se sitúa en un promontorio rocoso entre los ríos Tarn y Alrance.
MajusC00L / iStockCastelnaud-la-Chapelle domina la confluencia entre los ríos Dordoña y Céou creando una maravillosa postal de cuento. Destaca por su castillo fortificado que alberga el Museo de la Guerra en la Edad Media, y el castillo de Milandes.
syolacan / iStockAl pie de las montañas de Aubrac, los viajeros cruzan el puente gótico de Estaing para llegar a esta increíble población y su castillo de los siglos XII y XV. Entre sus casas de esquisto y tejados de pizarra sobresalen algunas hermosas mansiones.
Freeartist / iStockEn la región de Périgord Noir, al pie de un acantilado, se abre paso un conjunto de casas color ocre con techos de lauze y tejas marrones. Y todo ello se refleja en las aguas del río Dordoña como un espectáculo de la naturaleza.
Xantana / iStockEl bonito pueblo de Lods está atravesado por el río Loue, que desemboca en unas espectaculares cascadas. De su pasado, el pueblo conserva las aniguas casas de los viticultores y ha creado un Museo de la Vid y el Vino.
Paolo Padovani / iStockMontrésor se asienta a orillas del río Indrois. El pueblo conserva los restos del doble recinto de su antigua fortaleza y su castillo renacentista. Además, las calles y casas de colores blancos se combinan con casas-cueva.
RolfSt / iStockEn lo alto de los Alpes, a 2.042 metros de altitud, se alza el precioso pueblo de Saint-Véran. No solo es uno de los más bonitos de Francia, sino también el más alto de toda Europa.
Max Labeille / iStockTurenne ha conservado a la perfección numerosos vestigios de su historia, como las torres César y Trésor, además de restos del castillo que domina el pueblo y antiguas mansiones de los siglos XV al XVII.
lucentius / iStockFrente a las montañas de Morvan, en lo alto de una colina empinada, se alza el pueblo de Vezelay. Destaca la basílica de Sainte-Madeleine que domina los viñedos y las construcciones renacentistas.
Getty Images/iStockphotoEl pueblo de Vouvant se extiende junto al río Mère, con un castillo que vigila las casas revestidas de cal. De la estructura de la fortaleza solo se conserva a el torreón conocido como “torre Mélusine”. También es obligado visitar la iglesia románica del siglo XI.
Gwengoat / iStockA orillas del Aveyron, se encuentra el pueblo de Belcastel con sus casas de piedra y tejados de pizarra escalonadas a los pies de un castillo restaurado a finales de los años 70.
wuthrich didier / iStockEn el corazón del valle del Lot, encontramos la villa de Conques. Entre su patrimonio sobresale la abadía de Sainte-Foy, de los siglos XI y XII, con sus 250 capiteles, sus vidrieras contemporáneas y su conjunto escultórico que representa el Juicio Final.
zelg / iStockEntre el valle de Conflent y el monte Canigou, se abre paso el pueblo de Eus con sus casas escalonadas rodeadas de una frondosa vegetación. Es de visita imprescindible la imponente iglesia de Saint-Vincent.
Jean-Bernard Nadeau / iStockEn el corazón de uno de los hayedos más hermosos de Europa, Lyons-la-Forêt combina en una simbiosis perfecta la arquitectura y la naturaleza.
jptinoco / iStockMénerbes se alza sobre un promontorio rocoso que domina los viñedos. Es obligatorio visitar sus bellísimas residencias de los siglos XVI y XVII y la abadía de Saint-Hilaire.
trabantos / iStockEl de Barfleur fue el primer puerto del reino anglo-normando en la Edad Media. A día de hoy este continúa teniendo una importante actividad de navegación y pesca. Entre sus casas de granito gris sobresalen el faro de Gatteville.
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