De estrechas y empinadas calles, con una iglesia románica y casas de piedra con tejados de pizarra al más puro estilo pirenaico, este pequeño pueblo del valle de Aós, en Coma de Setúria, a más de 1.400 metros de altitud, es uno de los más curiosos de España, el único periclave: hasta él solo se puede acceder desde Andorra.
armando oliveiraSi en Babia estamos será porque andamos como en otro mundo, algo despistados. O tal vez no. Quizás nos encontremos en la comarca del mismo nombre, que es justo donde se esconde, a 1.447 metros de altura, el pueblo más elevado de todo León. Sus casas de piedra se integran en un paisaje de fábula. En sus alrededores nace el río Sil.
TodonegroUna isla en pleno macizo central de los Picos de Europa. Así podemos definir a este pueblo del concejo de Cabrales, a los pies del Pico Urriellu, por el que no pasa ninguna carretera. En Poncebos tendremos que elegir: seguir a pie un camino de unos cuatro kilómetros que serpentea en continuo ascenso o subirnos al funicular.
Getty Images/iStockphoto“Hízose en 1787”. Es esta la frase que se puede leer en la fuente que hay justo a la entrada de esta aldea prerromana de Os Ancares. En ella abundan las pallozas, antiguas viviendas de planta redonda y tejado hecho de brezo, paja de centeno o piorno. Desde la cercana capilla de San Lorenzo comienza la ruta al Pico Mustallar.
© XURXO LOBATOUnos minutos bastan para recorrer esta aldea situada justo a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La Casa de las Brujas y el Museo de Hierbas Medicinales ya nos hacen suponer quiénes fueron sus habitantes más famosas. En sus alrededores, un dolmen megalítico y tres ermitas que forman, según la leyenda, un anillo de fuerzas telúricas.
Getty Images/iStockphotoRecostado sobre una loma volcánica, este es el pueblo más occidental de las islas Canarias y, por tanto, de España. Un lugar remoto y aislado, con calles estrechas y en continua pendiente, cuyas vías de acceso discurren entre viñedos. Es la población más cercana al sabinar de La Dehesa, con ejemplares vencidos por los vientos alisios.
Iván Vieito GarcíaUna única carretera nos permite llegar a esta pequeña alquería de la comarca de Las Hurdes y, de paso, contemplar los meandros que dibuja el río Malvedillo (en la foto), serpenteante entre las montañas. Conserva las típicas casas de pizarra de la zona, aunque lo mejor nos espera fuera: el Chorro de la Meancera y un volcán formado, quizás, por el impacto de un meteorito.
Ramón Suárez GuerreroA solo unos pasos de la Selva de Irati, este pueblo del valle de Aezcoa, en la merindad de Sangüesa, es el más alto de Navarra. Estamos a 1.040 metros sobre el nivel del mar, así que ¡hay que respirar! También, mirar: sus impresionantes vistas lo han convertido en el Balcón de los Pirineos. El antiguo cementerio acoge un laberíntico museo de estelas.
navarra.esSobre las crestas de las montañas, sus casas, de mampostería y madera, hacen equilibrios para no caerse al abismo. Esa es la sensación si las contemplamos desde el Mirador de Cherfe, en pleno Parque Rural del Teno. Rodeado por un paisaje quebrado por vertiginosos barrancos, este remoto lugar de Buenavista del Norte fue, según cuentan, escondite de piratas.
Unai HuiziElevado a 1.400 metros sobre el nivel del mar, entre la sierra de la Cañada y el puerto de Cuarto Pelado, este pueblo tiene el honor de ser el más alto del Maestrazgo. Su privilegiado entorno se contempla en todo su esplendor desde el barrio de Monjuí, asentado sobre un espolón rocoso. Su principal monumento es la iglesia barroca de la Asunción.
wikimedia.orgEn el extremo suroriental de Ademuz, a los pies de la sierra de Tortajada, en las estribaciones meridionales del macizo de Javalambre, a 1.180 metros de altitud. Estas son las coordenadas para encontrar esta aldea de impresionantes vistas que mantiene intacto el encanto de siglos pasados, con un curioso patrimonio que incluye un horno de pan comunal y un calabozo.
Alfredo Sánchez GarzónLas casas de piedra, con tejados de pizarra, se suceden entre las calles de este municipio de Pedralba de la Pradería, situado al sur de la sierra de la Culebra. Es único en la Península Ibérica, ya que permanece unido al pueblo portugués Rio de Onor. Los separa, artificialmente, la raya fronteriza. Que a nadie le extrañe: aquí se hablan los dos idiomas.
Getty Images/iStockphotoLos edificios señoriales que inundan sus calles, estrechas y empedradas, dan brío a esta villa medieval que se alza en una peña de roca caliza en los Altos de Barahona, en la hoz del río Escalote. Al interior se accede a través de las puertas de su muralla, flanqueada con diversas torres y rematada con almenas. Su principal tesoro es el rollo de hierro de la plaza Mayor.
Getty ImagesSi queremos contemplar una de las torres defensivas bajomedievales mejor conservadas de Asturias, tendremos que visitar esta parroquia perteneciente al concejo de Proaza, a los pies de la sierra de Gradura, cuyo nombre oficial es Banduxu. Merece la pena visitarlo cuando realicemos la Senda del Oso. Entre sus calles y cuestas encontraremos paneras y horreos.
Getty Images/iStockphotoEn uno de los extremos de la sierra de Prades, este precioso pueblo de la comarca del Priorat, encaramado a un enorme peñón de roca caliza, fue declarado paisaje pintoresco, flanqueado como está por la sierra de Montsant y por picos como el de la Gritella. Su principal edificio es la iglesia románica. Aunque son sus vistas y una antigua reina sarracena los que aportan la magia.
Getty Images/iStockphotoEn la abrupta costa de Tijarafe, este pueblito que bien pudiera parecer un refugio de piratas fue, en sus tiempos, hogar de pescadores, que se adentraban en la cueva natural que lo envuelve para descargar sus mercancías, ya que el mar aquí no era tan bravo. Para descansar construyeron las primeras casetas del que hoy es un sorprendente enclave, todo en blanco y azul.
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