EN COLABORACIÓN CON QUIRÓN
La exposición al sol sin protección solar es uno de los factores de riesgo.
La exposición al sol sin protección solar es uno de los factores de riesgo.
ARCHIVO

Cómo detectar, prevenir y tratar el cáncer de piel

  • Los melanomas y el resto de cánceres de piel son los más comunes entre todos, aunque cada tipo tiene una prevalencia diferente en dependencia del grupo poblacional.

El cáncer de piel es el más frecuente que existe en el organismo. En España, de cada dos cánceres, uno es de piel y aproximadamente el 50% de los españoles vamos a padecerlo. No obstante, tenemos que discernir entre el melanoma y el cáncer de piel no melanoma e insistir en las pautas de prevención correctas para todos los usuarios, máxime tras celebrarse el pasado 13 de junio el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel.

El más conocido es el melanoma, que es cuando un lunar degenera. Se trata del tipo de cáncer de piel más grave, aunque es el menos frecuente. En cambio, el cáncer de piel no melanoma, que se divide en carcinoma basocelular y carcinoma espinocelular, “no suele dar metástasis, es decir, no se extiende a distancia”, explica el Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Ruber Internacional y Director de Clínica Dermatológica Internacional, el Dr. Ricardo Ruiz.

Por su parte, el melanoma es menos frecuente, pero tiene la posibilidad de extenderse por otras zonas. Además, según el dermatólogo especialista en Oncología y cirugía dermatológica, el Dr. Pedro Rodríguez, “tiene la peculiaridad de que es bastante frecuente en el grupo poblacional joven”, mientras que el cáncer de piel no melanoma lo vemos sobre todo en “población envejecida, pieles claras con fotoexposición crónica y por encima de 50 años”.

“El melanoma tiene la peculiaridad de que es bastante frecuente en el grupo poblacional joven”

Marisol Talaya, una paciente afectada por un melanoma, cuenta que detectó su afección al acudir a consulta del dermatólogo a causa de una pequeña lesión en el muslo: “Le enseñé esta lesión al dermatólogo y la estuvo mirando. Me dijo que la iban a quitar para analizarla. Y ya, cuando por fin estaban los resultados de la biopsia, es cuando ya me dijeron que tenía un melanoma”.

Síntomas y diagnóstico

En casos como el de Marisol Talaya, la detección de los síntomas y acudir al dermatólogo lo antes posible para esbozar unas pautas de recuperación eficaces son fundamentales: “El patólogo es el que establece el diagnóstico y a partir de ese diagnóstico es desde el que se van a establecer todos los tratamientos posibles”, señala la Jefa de la Unidad de Anatomía Patológica en Clínica Dermatológica Internacional, la Dra. Ana Belen Enguita.

Para el diagnóstico de un cáncer de piel hay una serie de signos de alarma, como la aparición de nuevos lunares: “Si a una persona con más de 30 años le aparece un lunar nuevo, lo correcto es ir al dermatólogo”, agrega Ruiz. Otro factor muy importante a tener en cuenta es la aparición de “líneas oscuras llamadas melanoniquia” en las uñas o en el cuero cabelludo. Y en el caso específico del melanoma, es crucial que el patólogo confirme la profundidad del mismo, puesto que determina qué tratamiento se debe aplicar.

“Si a una persona con más de 30 años le aparece un lunar nuevo, lo correcto es ir al dermatólogo”

Si tenemos la sospecha de que tenemos un melanoma, es especialmente útil examinarlo con la regla ABCDE (Asimetría, Bordes, Colores, Diámetro y Evolución). Según el Dr. Pedro Rodríguez, es más probable que se trate de esta afección si es asimétrica, si tiene bordes irregulares, si tiene varios colores, si el diámetro es grande y si evoluciona, es decir, si se trata de “una mancha que va cambiando” de aspecto.

Pronóstico y tratamiento

Siempre que tengamos una duda, hay que acudir al dermatólogo para hacernos una biopsia. Es el caso de Ana Alarcón, una paciente de carcinoma basocelular infiltrante: “Vuelvo a consulta con el dermatólogo y me comenta que por las características que tiene no es suficiente solo con la biopsia que han hecho, sino que tienen que ir a una cirugía específica que se llama cirugía de Mohs”.

La biopsia o la muestra de tejido y su posterior análisis es lo que confirma qué tipo de cáncer de piel padece el paciente. Por suerte, en el caso de los cánceres de piel no melanoma “el pronóstico es muy bueno en la mayor parte” y, según el Dr. Ruiz, en el caso del melanoma “el pronóstico con la medicación adecuada es muy bueno en muchos casos”.

“El pronóstico con la medicación adecuada es muy bueno en muchos casos de melanoma”

“En algunos casos con melanomas necesitamos recurrir a tratamiento con inmunoterapia o con terapia dirigida con Oncología Médica, que son tratamientos complementarios para casos de melanomas diseminados o con riesgo de diseminación”, agrega el especialista Rodríguez.

Riesgos y prevención

“A pesar de que hayamos tenido muchísimos avances terapéuticos en los últimos años y vayas a seguir teniéndolos, lo más importante de todo sigue siendo la prevención”, defiende el especialista en Oncología Médica del Hospital Ruber Internacional, el Dr. Jorge Esteban.

Si bien es cierto que el factor de riesgo fundamental del cáncer de piel es la genética, la exposición solar, tener una piel clara, las quemaduras solares en la infancia o haber tomado rayos UVA son otros a tener en cuenta. La exposición solar provoca algo de daño en la piel y, aunque “no hay que pensar que automáticamente nos va a dar un cáncer de piel”, Pedro Rodríguez insiste en que “incrementa las posibilidades”.

Usar una crema de protección solar con factor mayor de 15 y reaplicarla cada dos o tres horas en zonas de playa o piscina son pautas de seguridad imprescindibles, sobre todo en época estival. Asimismo, la protección física a través de ropa, sombreros, gafas y otros tipos de complementos también reduce el riesgo de sufrir cáncer de piel.

  • REALIZADO POR ALAYANS STUDIO
    Este contenido ha sido elaborado por ALAYANS STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.