Muchos autónomos, una vez que se han dado de alta, necesitan de un local comercial para el desempeño de su actividad. Para ello se deben cumplir una serie de requisitos, además de seguir una serie de trámites, como licencias, estudios…
En primer lugar, hay que dejar claro lo que es un local comercial, que se considera a aquel establecimiento, construcción o instalación que tiene un carácter fijo y permanente, que está destinada a ejercer determinadas actividades comerciales, ya sea de manera continuada o en días o temperaturas determinadas. Se trata, por lo tanto, del emplazamiento físico destinado al desarrollo de la actividad comercial por parte del profesional por cuenta propia.
Son varias las licencias que se necesitarán para abrir el local comercial, siendo fundamental la licencia de apertura y actividad, ya que se trata del documento que verifica que se cumplen las condiciones de higiene, uso y habitabilidades necesarias para su desempeño.
Los tipos de licencia y apertura pueden ser dos, que varían en función del trabajo y los daños, riesgos y molestias que pueden suponer al ejercer la actividad, como son las inocuas, cuyo impacto es bajo y calificadas, que tienen un impacto más elevado, y, por tanto, obtener su licencia de apertura es más compleja y cara.
No obstante, hay que tener en cuenta que las actividades inocuas, en la mayoría de los casos, están exentas de licencia de apertura, como sucede con el caso de las fruterías, carnicerías, tiendas de ropa y complementos, pescaderías, agencias de viajes, peluquerías, inmobiliarias…, siempre y cuando se trate de locales comerciales que no superen los 300 metros cuadrados. Por lo tanto, solo se podrá abrir un negocio sin licencia de apertura en el caso de que se cumplan con los requisitos exigidos para ello.
Cómo abrir un local comercial en España
Para abrir un local comercial en nuestro país hay que tener en cuenta que, si tiene menos de 300 metros cuadrados, no se necesita una solicitud de licencia de apertura inicialmente, siendo suficiente con una declaración responsable o comunicación previa. En el resto de casos, sin embargo, sí que será necesario solicitar la licencia de apertura.
Para ello, en primer lugar, se tendrá que elaborar el informe o proyecto técnico, que es necesario para la licencia de apertura y que debe ser llevado a cabo por parte de un técnico acreditado, para posteriormente dar paso al visado del proyecto por parte del correspondiente Colegio Oficial, debiendo abonar las tasas correspondientes.
Una vez que se han pagado las tasas municipales en el Ayuntamiento o entidad bancaria, se procederá a la presentación de la solicitud de apertura, que tendrá que ir acompañado del informe técnico y del comprobante de pago de las tasas municipales, en el registro que competa, que acostumbra a ser el de urbanismo o medioambiente.
Por último, se recibirá la visita de un técnico del ayuntamiento, que se encargará de verificar si el local comercial cumple con la legislación vigente, para así ratificar (o no) la licencia de apertura. El coste de la licencia de apertura dependerá tanto de las tasas del ayuntamiento como del coste del proyecto técnico.
Más allá de la necesidad de la licencia de apertura, también podría ser necesario una licencia de obra, en aquellos casos en los que se deban realizar obras de acondicionamiento en el local, que pueden ser tanto para una obra menor (pintar, colocar revestimientos…) como para obras mayores (que implican una mayor complejidad técnica).
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