Muchos jóvenes en España, una vez que terminan sus estudios y comienzan a trabajar, deciden abandonar el hogar familiar para emanciparse. Sin embargo, aunque esta es la intención de muchos de ellos, no todos dan el paso de independizarse tan rápido como les gustaría, en gran parte por motivos económicos puesto que no cuentan con un buen ahorro que les ayude a financiar sus sueños.
Dar este paso en la vida está lleno de responsabilidades, entre las que se encuentran la de tener que afrontar una serie de gastos que antes no se tenían, lo que hace que sea necesario conocer las partidas en las que se irán parte de los ingresos antes de iniciar esta nueva etapa de la vida.
Antes de hablar de los gastos que deberás afrontar cuando te independices, es aconsejable que pongas en práctica un método de ahorro como la conocida regla del 50/30/20, que consiste en destinar un 50% de tus ingresos a los gastos imprescindibles, un 30% a caprichos y un 20% destinado al ahorro.
Gastos que se asumen al independizarse
En este sentido conviene hablar de dos tipos de gastos: los fijos y los variables. Entre los primeros hay que destacar los relativos al alquiler o hipoteca, siendo lo más habitual que se recurra a la primera opción inicialmente. El precio dependerá del lugar en el que residas, siendo más elevado en grandes ciudades, pero también de las condiciones del inmueble. Este es uno de los principales gastos a tener en cuenta, sobre todo si compras una nueva vivienda, donde tendrás que tener ahorrado previamente un 20% del valor de la vivienda para solicitar la hipoteca.
A estos hay que sumar los gastos variables, que son aquellos que, tiene un coste que varían a lo largo del tiempo y que pueden ser ocasionales o necesarios. En esta categoría tenemos, por ejemplo, el pago de los suministros, como la luz, el agua y el gas, así como los gastos de alimentación. En cuanto a la alimentación, tenemos que tener en cuenta que es un gasto en el que se puede ahorrar al independizarse, siendo una de las mejores formas la de comparar precios entre los diferentes supermercados para poder buscar las opciones más económicas. A estos desembolsos hay que sumar los seguros del hogar y del coche, en el caso de que se tenga un vehículo propio.
Otro ejemplo más de gasto variable, que, aunque no es esencial, es el pago de internet o el pago del móvil, siendo aconsejable, en todo caso, valorar las diferentes opciones disponibles en el mercado para poder ahorrar.
Junto a estos gastos en telecomunicaciones, dentro de este tipo de gastos nos encontramos con aquellos desembolsos que están destinados a la compra de ropa y accesorios, además del dinero invertido en ocio y entretenimiento. Por último, conviene destinar una pequeña partida para imprevistos, de forma que se pueda disponer de un colchón para poder hacer frente a posibles reparaciones u otros gastos que puedan tener lugar en tu nuevo hogar.
Una vez analizado todo lo anterior, realizando un presupuesto en el que estén incluidos todos los ingresos y gastos, se podrá tener una mayor información con respecto al dinero que se necesita para poder independizarse, una cuantía que dependerá según las necesidades y circunstancias de cada persona.
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