Reforma laboral

El disputado voto de dos congresistas de UPN: claves por la actitud de ERC y Bildu

Ambos parlamentarios, en el punto de mira del Gobierno de Sánchez: su voto a favor de la reforma pactada con los agentes sociales o su abstención desbloquearía la situación; el voto en contra, hundiría el proyecto.

Esparza pide a Geroa Bai "que se deje de tibiezas" y afirma que "gobernar con EH Bildu es inmoral"
Javier Esparza, líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN).
Europa Press
Esparza pide a Geroa Bai "que se deje de tibiezas" y afirma que "gobernar con EH Bildu es inmoral"

La casualidad y las tensiones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y sus 'apoyos de investidura' (ERC, EH Bildu, PNV...) han colocado a Unión del Pueblo Navarro (UPN) en el epicentro de la sesión parlamentaria que este jueves aprobará o tumbará la reforma laboral tejida por la vicepresidenta y ministra, Yolanda Díaz. Sus dos diputados en la Cámara Baja, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, se han convertido en objetivo mediático por la trascendencia del sentido de su voto en la jornada parlamentaria en la que Díaz y Sánchez se juegan algo más que un mero trámite legislativo.

Sayas y Adanero no han dicho 'esta boca es mía', ya que todo el proceso de negociación y decisión sobre un 'sí', un 'no' o la abstención se lleva dentro de la máxima cautela en el despacho de Pamplona del líder de la formación navarra, Javier Esparza. Según ha podido saber La Información, el Gobierno de Sánchez ha hecho un acercamiento a UPN ante la posibilidad de que los números no le den para sacar adelante la reforma laboral que se comprometió a derogar y que, finalmente, ha sido maquillada con retoques que no desvirtúan su esencia.

Dicho acercamiento no ha tenido lugar por parte del equipo de Díaz, para la que perder la votación sería un revés político de gran impacto, sino por vía del grupo socialista del Ejecutivo, concretamente a través del entorno del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. En resumidas cuentas Bolaños (Sánchez) quiere saber qué posibilidades hay de que los dos diputados de UPN se abstengan o voten a favor de la reforma laboral y 'cuánto costaría' ese apoyo.

En ambos casos, con los apoyos políticos que se manejan hasta el momento y si no cambian, la normativa saldría adelante. Por el contrario, si los navarros votan 'no', darían la puntilla al texto que tantos quebraderos de cabeza ha creado a Moncloa, hasta el punto de poder llegar a fracturar piezas del mecano que mantiene al líder del PSOE en la Presidencia del Gobierno.

Si nada cambia hasta el momento de la votación, el Ejecutivo contaría con los 154 votos de la coalición PSOE-UP, nueve de Ciudadanos y cuatro de PDeCAT, además de los dos sufragios de los representantes de Más País de Íñigo Errejón y los diputados de Teruel Existe, Coalición Canaria, PRC, Nueva Canarias y Compromís. En total, 174 votos a favor de dar el visto bueno a la reforma laboral pactada con los agentes sociales.

En la balanza del 'no' se encuentra el resto de la Cámara: PP, con sus 88 escaños, Vox (52), ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5), Junts per Cat (4), CUP (2) más, respectivamente, un voto de Foro Asturias, otro del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y uno más de un representante que abandonó la disciplina de los de Inés Arrimadas. En total, 173 votos.

En este escenario, los dos votos de UPN se plantearían como decisivos. El partido de Esparza ya votó en su día a favor de la reforma laboral, entonces del PP, y en este caso, los cambios que se han introducido podrían no ser un inconveniente para decantarse por un voto afirmativo o por, simplemente, la abstención. En UPN no creen, en cualquier caso, que si la reforma no sale bendecida en el Congreso el Gobierno de coalición peligre; otra cosa son las tiranteces que pueden generarse en su entorno de investidura y, dentro de UP, el zarpazo a la fortaleza de Yolanda Díaz, que habría vendido la piel del oso antes de cazarlo.

Los votos de UPN, no obstante, no serían un pasaporte gratis para Pedro Sánchez. Es más, la formación que lidera Javier Esparza no olvida el 'golpe de mano' que el PSOE dio en el Ejecutivo de Navarra, impidiendo gobernar a UPN, que obtuvo 20 diputados frente a los 11 de María Chivite, presidenta con los respaldos necesarios de Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, además de la imprescindible abstención de 5 de los 7 miembros de Bildu.

Aunque no hay escenarios definidos, el partido de Esparza podría ceder si las conversaciones que se llevan a cabo con el Gobierno otorgan beneficios para los ciudadanos navarros que compensen suficientemente el posible impacto negativo de un apoyo por activa (sí) o por pasiva (abstención) al Ejecutivo de coalición. El mayor desarrollo del Régimen Foral y las relaciones que Sánchez mantiene con Bildu estarían sobre la mesa, en la que nunca entraría un cambio político en el Gobierno navarro.

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