En los últimos años existe cada vez mayor conciencia acerca de la importancia de la eficiencia y el ahorro energético en el hogar, tanto por motivos económicos y de ahorro por el alto precio de la electricidad, como por motivos ambientales. En este sentido, hay que prestar atención a una estancia tan importante del hogar como es la cocina, donde sus electrodomésticos y aparatos eléctricos suponen un 70% de la factura de electricidad anual.
Dada la importancia que tiene alcanzar la eficiencia energética en la cocina, conviene conocer la forma de poder alcanzarla en su mayor grado posible. Para empezar, hay que fijarse en la etiqueta de eficiencia energética de los electrodomésticos, un distintivo que se creó hace más de dos décadas y que ha servido para catalogar a los electrodomésticos desde entonces, actualmente con un etiquetado que va desde la clase A (la mayor eficiencia) a la clase G (menor eficiencia). Además, en esa etiqueta figuran otros datos de interés como la marca y modelo, el consumo anual de electricidad, el nivel de ruido o el consumo de agua, entre otros.
Consejos para mejorar la eficiencia energética en la cocina
Más allá de adquirir electrodomésticos con la mayor eficiencia posible, en función del presupuesto de cada uno, conviene conocer una serie de consejos y recomendaciones que ayudan a ahorrar energía en la cocina.
Uno de los principales trucos a poner en práctica es la de usar el frigorífico de forma eficiente, ya que es uno de los electrodomésticos que más consume del hogar al estar conectado las 24 horas del día durante los 365 días del año, representando en torno al 19% del consumo de electricidad anual. Para usarlo eficientemente conviene abrir la puerta la menor cantidad de veces posible, no guardar alimentos que aún estén calientes y mantener siempre a una temperatura adecuada para la época del año, aunque en todo caso, la nevera debe estar en torno a los 3 °C y los 5 °C, y el congelador entre -18 °C y -15 °C.
Al utilizar el horno, por su parte, se debe abrir la puerta lo menos posible, ya que pierde un 20% de energía cada vez que se produce su apertura, además de ser aconsejable cocinar varios alimentos al mismo tiempo y apagarlo antes de que se terminen de cocinar, aprovechando así su calor residual para finalizar el cocinado.
También es posible ahorrar energía en el uso de la cocina eléctrica, siendo las placas de inducción más rápidas y eficientes, con la posibilidad de ahorrar un consumo del 20%. Al igual que en el caso del horno, se puede apagar un poco antes de terminar de cocinarse las cosas para aprovechar su calor residual.
Además, para quienes quieran ahorrar en el propio cocinado, deben saber que es preferible usar el microondas por encima del horno, ya que supone un ahorro de energía de entre un 50-60%.
Comentarios